Eve Scocco, ex profesora del San Martín: “El colegio era como mi segunda casa”
El viejo edificio del Colegio San Martín se llevará consigo historias y anécdotas, pero también algunas materias que hoy son una curiosidad para las nuevas generaciones como el caso de la merceología, dictada por Eve Scocco.
El viejo edificio del Colegio San Martín se llevará con su demolición anécdotas y experiencias vividas por más de medio siglo. En sus paredes, aún se conserva el retumbe de las risas de los alumnos, las indicaciones de los profesores y los millones de momentos compartidos por las diferentes generaciones que pasaron por sus aulas.
La noticia de la desaparición de este inmueble también trajo el recuerdo aquellas antiguas materias, que los actuales planes de estudios no contemplan y que son toda una rareza para los más jóvenes.
Un ejemplo es Merceología, la que como su nombre lo indica es la ciencia que estudia la naturaleza u origen, composición o función de todas las cosas muebles susceptibles o no de comercio y conforme a ella, su clasificación, encargándose también del conocimiento de las impurezas y falsificaciones, y de los métodos para reconocerlas.
Esta era la materia que los alumnos del "Comercial" cursaban en cuarto y quinto año de la mano de distintos profesores como fue el caso de Eve Scocco.
Más conocida como "señorita Eve", la bioquímica y farmacéutica estuvo encargada de la cátedra y a sus 85 años, recuerda la experiencia vivida en el edificio que pronto dejará de existir y solo nos dejará su fachada como un retrato de la historia de la educación de nuestra ciudad.
Sccoco fue fundadora de la comisión de ex alumnos y miembro del grupo de personas que llevaron adelante la gestión para el traslado y construcción nuevo edificio educativo sobre bulevar 25 de Mayo.
Para ella, quien también fue alumna del gran edificio en Pueyrredón y Cabrera, el San Martín es parte de su vida.
"La merceología es la química aplicada a la industria. Es la producción de productos. Tiene mucha química, pero dirigida al ámbito industrial", recordó Eve.
"Hay pocos chicos que les gustan los símbolos de la química pero al decirles que hablábamos sobre ´la elaboración´, más les gustaba".
La tabla periódica, libros y apuntes hacían parte de la formación de la "señorita Eve", como le decían sus alumnos pero ella aplicaba una forma particular de estudiar. "Había un manual de merceología pero no me gustaba que los chicos estudiasen de memoria. Quería que aprendan de otras maneras".
Por eso, Eve también proponía viajes de estudio para que los alumnos descubran los secretos de los productos. "Viajábamos muchísimo. Íbamos a San Carlos a la fábrica de cristales, a Devoto a la planta de SanCor, cremerías y más".
También viajó en reiteradas oportunidades con egresados a San Carlos de Bariloche. "Los chicos de antes eran distintos. En esa época no había computadora por lo que todo era una novedad para ellos".
Un párrafo aparte merece citar que Eve fue profesora del exministro de Economía Domingo Cavallo, en su cátedra de Físico Química de tercer año. "Él hizo los años que le restaban libres y por eso no lo tuve como alumno en Merceología", recordó la ex docente, como uno de sus alumnos más ilustres.
La señorita Eve Scocco recordó su paso por el viejo edificio del Colegio San Martín. (Foto: Manuel Ruiz)
Siempre San Martín
"Para mí, el colegio era mi segunda casa", expresó Eve. Ella, al igual que sus hermanos asistió al Colegio San Martín hasta que llegó su oportunidad de estar del otro lado y ejercer la tarea de docente.
Apenas se recibió trabajó como bioquímica en el Hospital Córdoba de la ciudad capital, pero un hecho familiar la obligó a volver a San Francisco.
A sus 27 años y sin trabajo, surgió la oportunidad de trabajar en el laboratorio del Hospital J. B. Iturraspe y también se convirtió en profesora de Merceología del Colegio San Martín. "Los profesionales Felisia y Palmisano dejaban las horas de la cátedra y mi tío Luis Scocco, quien era rector del colegio, me ofreció el puesto".
"Antes no era como ahora que tenés que abrir legajo, te proponían el trabajo y lo hacías", recordó.
Eve se fue adaptando a su rol de docente, siendo profesora de Físico Química en tercer año y Merceología, cuarto y quinto.
Eve en su nuevo rol se comprometió de lleno con la institución siendo miembro fundadora de la comisión de ex alumnos y parte del grupo que llevó adelante la gestión del nuevo edificio. De hecho, dio clases en la nueva dirección dos años hasta que se jubiló.
"Tengo los mejores recuerdos del edificio porque lo viví como alumna y luego como docente", contó Eve, pero reconoció que en los últimos tiempos no estaba apto para que funcione el establecimiento. "Había una habitación con los pisos rotos porque era de madera. Ese aula estaba sobre Cabrera y cuando llovía era un peligro".
"El edificio es parte de mí. Hay un cariño y muchos recuerdos de mi familia", concluyó Eve.