Estudiar para progresar
Antonela es mamá de dos niñas y estaba sin trabajo. Sus ganas de salir adelante la llevaron a capacitarse y hoy tiene su propio emprendimiento.
Por Stefanía Musso | LVSJ
No hay imposibles, no hay límites, no hay trabas. Cuando se quiere progresar y salir adelante, las alternativas se presentan y hay que aprovecharlas.
Este es el caso de Antonela Farías, de 25 años, quien se convirtió en esteticista de manos y pies gracias al curso que realizó en la oficina de Empleos de la Municipalidad de San Francisco.
"Comencé hace 1 año en este mundo de uñas y estoy feliz con mi emprendimiento", dijo Antonela Farías a LA VOZ DE SAN JUSTO en el gabinete que armó de manera modesta en su casa. Ella también contó que hace trabajos a domicilio y que tiene todas las medidas de seguridad como el barbijo y guantes.
Antonela es precisa, dedicada y cuidadosa en cada detalle que marca en uñas convirtiéndolas en pequeñas obras de arte. Esta emprendedora está agradecida porque logró algo impensado y que hoy le sirve de sustento para sus dos pequeñas hijas, Luna de 4 años y Emma de un mes y medio de vida. "Estoy feliz de poder hacer hecho esta capacitación que permitió ser una fuente de trabajo", agregó.
Aprovechar las oportunidades
La Municipalidad de San Francisco abrió el curso Estética de pies y manos en septiembre del año pasado con la finalidad de capacitar a vecinos de la ciudad de manera gratuita en un rubro con importante salida laboral. Para Antonela, con una niña pequeña y embarazada, era una opción para poder tener un trabajo estable.
"Esto era algo que me gustaba pero no podía pagar un curso porque son costosos. Aproveché la oportunidad porque era gratuito y me gusta aprender. Estas son oportunidades que no siempre se dan. Siempre digo que debemos estudiar algo que nos guste y nos apasione entonces lo hacés con amor, le dedicas el tiempo que merece y aunque me costaba con las niñas, sabía que no era imposible", expresó la joven mamá.
La emprendedora destacó el alto nivel de capacitación. "Vanina, la profesora, verdaderamente ama lo que enseña con mucha paciencia y amor para que todos aprendamos. Lo importante es que aprendí realmente qué se trata cada producto que utilizamos a la hora de hacer las uñas porque muchas veces en cursos costosos, no te enseñan los peligros de ellos. Me enseñaron más de lo que imaginaba y estoy agradecida por ello", sostuvo la joven.
Anto con sus pequeñas Luna de 4 años y Emma de un mes y medio (Fotos: Manuel Ruiz)
Para
Antonela este curso era el camino para poder conseguir trabajo y progresar. "Al
mes de terminar las clases invertí en elementos para comenzar con esto que hoy
es mi trabajo, el cual es un sustento en mi hogar", dijo orgullosa.
"No fue fácil porque muchas veces la situación económica me frenaba para invertir pero sabía que era el camino. Aposté a esto y no me arrepiento", concluyó Antonela.