Sociedad
Estudiantes impulsaron y lograron la aprobación de la Ley de Cultura Juvenil Cordobesa
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Cuatro jóvenes de la Escuela Normal y la Escuela Proa impulsaron la "Ley de Acceso, Promoción y Difusión Cultural", que busca crear una semana de actividades para todos los estudiantes secundarios de la provincia. La iniciativa fue aprobada por una amplia mayoría de 40 votos.
Celina Malano y Juliana Ludueña, acompañadas por Alba Winiarski y Magali Cabrera Windholz, representaron a las escuelas Normal y Proa en el programa provincial Parlamento Estudiantes Legisladores. Su proyecto de Ley de Acceso, Promoción y Difusión Cultural para Estudiantes Cordobeses, fue aprobado con 40 votos, convirtiéndose en la iniciativa más respaldada.
Las jóvenes de la Escuela Normal Superior “Dr. Nicolás Avellaneda” y la Escuela Proa de Desarrollo de Software “Evelina Feraudo” participaron a principio de este mes del programa Parlamento Estudiante Legisladores, que convoca a instituciones de toda la provincia de Córdoba para recrear el trabajo legislativo.
Celina y Juliana actuaron como legisladoras, mientras que Alba y Magali acompañaron como asesoras. En conjunto defendieron un proyecto que buscó dar mayor visibilidad, participación y espacios a las expresiones juveniles de toda la provincia.
El resultado fue histórico: con 40 votos de alrededor de 60 participantes, la propuesta fue la más respaldada del eje de Cultura. “La política no debe asustarnos a los adolescentes, si hay oportunidad de utilizarla, aprovéchenla”, expresó Juliana al destacar la importancia de involucrarse en estos procesos.
El contenido del proyecto de ley
La iniciativa aprobada lleva por nombre Ley de Acceso, Promoción y Difusión Cultural para Estudiantes Cordobeses o Ley Semana de la Cultura Juvenil Cordobesa.
La normativa establece la creación de una semana anual para reunir a estudiantes secundarios en festivales, ferias, talleres y encuentros que promuevan la creatividad, la inclusión y el bienestar juvenil.
Celina Malano explicó que la propuesta nació al detectar la falta de espacios y de difusión cultural en ciudades como San Francisco. “Notamos que había pocos lugares para los jóvenes y, cuando existían, no se difundían lo suficiente. De ahí surgió nuestra idea”.
Voces que inspiran
Para Celina Malano, la experiencia dejó en claro que la política se construye en base al diálogo y al consenso. “Fue un poquito complicado al inicio porque Cultura es un concepto amplio. Pero logramos ponernos de acuerdo y eso me enseñó que, si buscamos el objetivo común, se puede llegar a consensos reales”, destacó la joven, convencida de que el trabajo colectivo puede transformar la falta de espacios culturales en oportunidades concretas para los estudiantes.
En el caso de Alba Winiarski, la enseñanza estuvo marcada por la memoria y la voz juvenil. La asesora del equipo subrayó que las fechas históricas pueden resignificarse como motor de participación: “Teníamos como base la Noche de los Lápices, queríamos resignificar esa fecha y poner en valor la memoria activa de los estudiantes”. Y agregó con firmeza: “¿Cómo quieren que cambie el país si no buscamos a los jóvenes?”.
Juliana Ludueña, por su parte, vivió el Parlamento como un orgullo personal y colectivo. En su último año escolar, representó al departamento San Justo y lo definió como una experiencia transformadora: “Fue una gratitud enorme porque es nuestro último año. Estoy orgullosa de mí misma, de mi compañera y de nuestra institución”. Para ella, la política puede y debe ser una herramienta que amplifique la voz de los estudiantes.
Finalmente, Magali Cabrera Windholz encontró en el programa una escuela práctica sobre cómo funcionan las leyes. “Me ayudó mucho a entender cómo se manejan las leyes, cómo se debaten y cómo se vota un proyecto”, explicó. Con entusiasmo, aseguró que esta vivencia le deja una huella personal: “Me llevo una muy buena experiencia y algo muy fuerte para el día de mañana”.
El logro de estas cuatro jóvenes constituye un motivo de orgullo para la comunidad de San Francisco, ya que demuestra que la voz estudiantil puede transformar realidades.
Las estudiantes, ahora, esperan que su proyecto, convertido en ley en este simulacro, se convierta en realizada el año próximo, porque el mismo será motivo de debate en la Legislatura Provincial, donde espera que se convierta en realidad.