Estudiantes aguantan el alquiler, para evitar un nuevo contrato

Por Mauricio Argenti | LVSJ

La inactividad que marcó la pandemia en el ámbito educativo parece empezar a normalizarse poco a poco. Luego de 18 meses de educación virtual, los diferentes niveles educativos están volviendo a las aulas. Sin embargo, el ámbito universitario aún no se ha sumado a esta nueva normalidad y se espera que todo se normalice recién a principios del ciclo lectivo de 2022.

"Muchos inquilinos prefirieron mantener el alquiler del departamento pese a estar cerrado porque si se iban tenían que pagar la mudanza, y una vez que se restablecía la actividad volver a alquilar con todo lo que eso representa", explicó José Luis Bertea, de Inmobiliaria Buenos Aires.

En este caso explicó que "la gente que optó por mantener el alquiler de su departamento hasta el reinicio de las clases vienen de distintas localidades de la zona como San Jorge, Brinkmann, Morteros, Arroyito y Las Varillas".

Esta decisión tiene lógica ya que para alquilar de nuevo una propiedad hay que abonar, entre otras cosas lo siguiente: nuevo contrato, gastos de conexión de servicios, colocación de algún artefacto y mudanza. En conjunto, eso representa un gasto que oscila entre los cien mil y ciento cincuenta mil pesos.

"Muchos prefieren continuar donde están porque además el propietario no le puede asegurar que lo tendrá disponible cuando decida volver a alquilarlo" explicó.

En este momento, en el mercado inmobiliario local, para alquilar un departamento de un dormitorio, típica oferta para los estudiantes es necesario pensar en que mensualmente se debe invertir entre 17 y 20 mil pesos mensuales en concepto de alquiler. A eso hay que agregarle los gastos comunes conformados por energía eléctrica, gas, agua y expensas, que en promedio conforman unos 4.000 pesos adicionales. Esto significa que alquilar un departamento para un estudiante en San Francisco oscila entre los 21 y 24 mil pesos mensuales.

La nueva ley de alquileres sigue provocando dolores de cabeza a un lado y otro del mostrador. Los cambios introducidos en la norma generan una serie de consecuencias que han ido desde el encarecimiento de los valores, por sobre la evolución normal del mercado, hasta la reducción de la rentabilidad percibida por los propietarios.

Esto ocasionó una notoria reducción en la oferta de inmuebles para alquilar, que en los últimos meses se redujo en un 30 %, de acuerdo a lo señalado por uno de los operadores inmobiliarios de la ciudad.

José Luis Bertea, de Inmobiliaria Buenos Aires -Bv. Buenos Aires 211- confirmó a  LA VOZ DE SAN JUSTO que, como consecuencia de los efectos de la Ley de Alquileres, "se han dado de baja muchos alquileres ya que en este tiempo muchos no quieren seguir alquilando porque si bien para el inquilino, el monto del alquiler repercute mucho en sus ingresos, para el propietario es muy baja la renta".

Entre las principales modificaciones, la nueva ley de alquileres pareció "espantar" el interés por alquiler un inmueble por parte de los propietarios ya que, entre otras cosas, la extensión de la vigencia del contrato, de dos a tres años, fue uno de los motivos por el cual se retrajo la oferta inmobiliaria para alquilar en la ciudad.

En este caso, el entrevistado comentó que "con la normativa anterior, la adecuación de los alquileres era de un 20 % cada 6 meses y ahora se da una sola vez por año. Como la inflación fue mayor a lo esperado, la actualización ronda el 48 % anual cuando se espera que la inflación ronde un porcentaje superior al 50 %".

"Esta nueva ley trajo como consecuencia a personas que decidieron no alquilar más sus propiedades porque consideran que no es rentable hacerlo", explicó.

En este caso, la mayoría de las personas que optaron por dejar de alquilar sus propiedades en la ciudad se ubican en barrios como Catedral, el centro y el norte de San Francisco.

De acuerdo al análisis realizado por Bertea, por cada propiedad que se ofrece para alquilar en la ciudad "es muy probable que haya entre 10 y 15 interesados en ocuparla" conformando una situación que según sus palabras "se va a prolongar por varios meses más" generando de esta manera un mayor crecimiento en la demanda mientras la oferta se va reduciendo considerablemente.

A pesar de no tener clases , muchos universitarios prefieren mantener el alquiler antes que tener que hacer un nuevo contrato.   

Dejar de alquilar  para vender

Ante el desinterés cada vez mayor por ofrecer inmuebles en alquiler, los propietarios de los mismos intentan desprenderse de ellos por medio de las ventas en el mercado inmobiliario, generando como consecuencia, una saturación en la oferta que en ocasiones no es acompañada por un precio que atraiga el interés por concretar estas operaciones.

"La gente se inclina más por vender que por alquilar" sus propiedades, aunque luego expresó que "este incremento en la oferta de viviendas para vender hizo caer el precio de mercado" y por otro lado resaltó que el que tiene un dinero para invertir en una propiedad "lo piensa mucho" antes de destinar esos fondos a la compra de una vivienda.

"Muchos lo piensan dos veces antes de invertir un promedio de cien mil dólares, o lo que es lo mismo, 18 millones de pesos, en una vivienda para obtener una renta mensual de 40 mil pesos", explicó.

Bertea explicó también que los lotes "mantienen su valor porque la construcción en dólares está más barata".