Encefalomielitis equina: una enfermedad presente que exige prevención y vacunación constante

Por Leandro Dutruel

La encefalomielitis equina volvió a instalarse como un tema central en la sanidad animal tras los brotes registrados en 2023. En ese marco, el médico veterinario Leandro Dutruel habló al aire de Agro Radio 2.0 por AM 1050, donde brindó precisiones sobre la enfermedad, su forma de transmisión y la importancia de la prevención.

“Parece que fue hace 25 años, pero hace dos años estábamos desesperados porque los caballos se morían y no sabíamos bien por qué”, recordó Dutruel. Según explicó, los animales “se chocaban cosas, se tiraban al piso, no respondían a estímulos y se morían de un momento para el otro”, lo que obligó a volver a hablar de una enfermedad que “siempre estuvo presente y va a estar presente, no la vamos a erradicar nunca”.

El veterinario detalló que la encefalomielitis equina es una enfermedad viral que afecta directamente al sistema nervioso central. “Ataca el cerebro, el cerebelo y la médula espinal, es decir, el joystick principal que maneja la vida del animal”, afirmó. Por ese motivo, los signos clínicos suelen ser llamativos y angustiantes: desorientación, incoordinación, caídas, convulsiones y, en muchos casos, la muerte.

“Un caballo pesa alrededor de 500 kilos y cuando lo ves desorientado no sabés cómo ayudarlo. Es muy complicado y genera mucha impotencia”, señaló Dutruel, quien remarcó que no solo es una enfermedad grave para el animal, sino también muy dura para los propietarios, sobre todo cuando se trata de caballos de trabajo o de valor afectivo.

Durante la entrevista, explicó que no se trata de una sola patología, sino de un conjunto de virus: encefalomielitis equina del Este, del Oeste, venezolana y del Nilo. “En Argentina, la que más tenemos es la del Este, que además de ser la más agresiva es zoonótica, o sea que puede pasar al humano”, advirtió.

Sobre el brote de 2023, Dutruel indicó que se dieron todas las condiciones para su propagación: lluvias tras años de sequía, altas temperaturas, humedad y abundancia de mosquitos. “El mosquito y el caballo no vacunado arman el escenario ideal”, resumió. En ese sentido, explicó que el virus circula en aves migratorias y que el mosquito actúa como vector. “Es un delivery de la enfermedad: pica al ave y después al caballo”, graficó.

El profesional aclaró que el caballo es un huésped terminal. “Un caballo no contagia a otro, no importa si lo muerde o lo patea. Sí o sí tiene que estar el mosquito”, subrayó. Sin embargo, alertó que el virus también puede afectar a las personas. “Nos puede causar fiebre y síntomas nerviosos. Somos huéspedes terminales ocasionales”, explicó.

Uno de los puntos centrales fue la vacunación. “La vacuna siempre estuvo, dentro de la triple o como vacuna individual. Era una prevención muy fácil, una sola vez por año”, sostuvo Dutruel, y recomendó aplicarla antes de la temporada de mosquitos. “Con una vacuna prevenimos una enfermedad devastadora”, remarcó.

Finalmente, dejó un mensaje contundente: “La enfermedad no se va a erradicar nunca, los mosquitos van a seguir existiendo. La diferencia la hacemos nosotros con la prevención”. Y concluyó: “Prevenir es mucho más fácil y económico que curar, no solo en los caballos, sino en toda la sanidad animal”.