En un pueblo de vacas, una familia cría cabras a una cuadra de la plaza

Los Echague llevan adelante una cabaña de la raza caprina Boer, que es la única de en todo Santa Fe. Cuando un ejemplar se escapa del corral, es todo un acontecimiento para los vecinos del lugar.
Lo que empezó como un hobby allá por el año 2012 se transformó hoy en un negocio familiar que sobresale en una región netamente ganadera, donde los bovinos son los animales más comunes para la cría y el tambo. Se trata de la cría de caprinos raza Boer, un emprendimiento que inició Carlos Echagüe junto a su esposa Estela Obregon, en un lote ubicado a una cuadra de la plaza del pueblo y a 4 kilómetros de la ruta nacional 19.
Allí se encuentra el establecimiento Los Sauces, dedicado a la cría y venta reproductores de raza Boer, siendo la primera cabaña caprina de la zona y laúnica inscripta con esta raza en todo Santa Fe y en una amplia zona del país, ya que se trata de una raza típica del norte argentino.
Carlos Echague (54) junto a su esposa Estela Obregon (50) y su hijo Airton (18) son los encargados de cuidar de estos animales. La familia se completa con Aldana (21), quien es estudiante y no se vincula con las actividades rurales.
Si bien la actividad principal de Echague es el servicio de transporte de cereales, encontró en la cría de cabras una pasión y un negocio complementario a su medio de vida.
"Debido a que estoy fuera de casa durante muchos días, mi esposa y mi hijo son los encargados de los animales en mi ausencia", manifestó Echagüe en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Consultado sobre la iniciativa, el productor caprino explicó que"en uno de mis viajes al Chaco, allá por enero de 2012, me encontré con una cabaña de esta raza y quedé enamorado de estos animales. Yo tenía un predio de una cuadra completa y se me ocurrió traer los primeros animales para que pastoreen".
"A partir de allí me entusiasmé, ya empecé a investigar sobre la raza, a buscar asesoramiento e ir perfeccionándome para obtener buenos reproductores. Así empecé a vender los primeros reproductores, comencé a comprar más y con el tiempo se transformó en un negocio familiar que mantenemos hasta el día de hoy".
Carlos cuenta con unos 120 ejemplares caprinos Boer- entre ellas 12 hembras en producción- distribuidos en 6 hectáreas que posee lindantes al pueblo."La cabaña está emplazada a 4 kilómetros de la ruta nacional 19, a una cuadra de la plaza".
"En un principio, cuando se me escapaba algún animal era todo un acontecimiento para el pueblo", recordó entre sus anécdotas.
Carlos junto a su pequeño ayudante, su sobrino Esteban en una muestra rafaelina
De la gomería al campo
A pesar de que formó esta cabaña hace 5 años, Carlos y su esposa tienen una historia vinculada al campo."Desde pequeño me crié en el campo, donde viví hasta los 18 años, después fui a hacer el servicio militar y cuando volví, puse una gomería en el pueblo, actividad a la que me dediqué durante 25 años; posteriormente me aboqué al camión, más precisamente al servicio de transporte de cereales, algo que realizo hasta hoy junto a la cría de cabras".
"En 2007 vine a vivir a Plaza Clucellas- antes vivía sobre la ruta entre Estación y Plaza- y en 2012, se me dio por tener cabras", manifestó Echagüe.
Echagüe contó entre risas que además de los suyos,"trabaja" junto aél"un'cabañero' de 6 años: mi sobrino Esteban, que me ayuda a sacarle las costillas a los cabritos.Él sale de la escuela y no ve las horas de venirse para acá".
Novedad en la región
Consultado sobre sus primeros pasos en el rubro, Echagüe comentó que"cuando comencé con esta actividad me ayudó mucho Internet y sobre todo profesionales de la Facultad de Veterinaria de Esperanza, ya que en su momento intentaron darle auge a esta producción en el norte santafesino, lo cual no prosperó".
"No es fácil introducir la cría de cabras en una zona netamente bovina, ya que la rentabilidad no es la misma y requiere de mucho trabajo y dedicación, sobre todo a la hora de conseguir buena alimentación, algo que me facilita mi actividad principal, a través de los viajes voy recorriendo el país y buscando las mejores pasturas para darles a los animales".
Una carne muy demandada
El cabañero reconoció que"la carne caprina tiene muy buen mercado aunque sólo se comercializa en el mercado interno y no se logra cubrir la demanda. De hecho, me piden mucho el cabrito en comedores de la región, pero nunca doy a vasto con el stock".
Echagüe aseveró que"todos los que tienen cabras quieren un macho con estas características porque saben de los beneficios que significa a su cabaña".
Boer es"una raza que en 60 días de su nacimiento permite lograr un cabrito de 16ó 17 kilos, listo para faenar, siendo que la raza criolla demanda de unos 7 meses para alcanzar ese peso de faena", comparó.
"Los reproductores se venden muy bien, de hecho, he vendido reproductores en Freyre, Morteros, Brinkmann, Miramar, Cruz del Eje (Córdoba), San Luis, San Javier (Santa Fe) y en cada lugar del país donde viajo me consultan. Donde voy, comparto lo que sé y lo que me enseñaron respecto de la raza", añadió.
Difundir la raza
"Esta raza fue introducida en el país en el año 2000, aunque somos laúnica cabaña inscripta en Santa Fe, y en una amplia zona del país, ya que se trata de una raza característica de zonas como el Impenetrable Chaqueño", comentó Echagüe.
En tanto, el productor caprino manifestó que"con la intención de difundir esta raza participamos de todas las exposiciones que podemos y obtuvimos importantes premios en muestras como Agroactiva, Exposición Agropecuaria, Industrial y Comercial de San Francisco y la reciente Expo Rural de Rafaela donde obtuvimos el galardón gran campeón macho".
"Ahora nos preparamos para lo que será la Fiesta Nacional de la Cosechadora en San Vicente, ya que generalmente no repetimos el reproductor que llevamos a las muestras", precisó.
En cuanto a los precios de este tipo de animales, Echagüe comentó que se maneja una base de $10.000 y que las exposiciones son unámbito para su venta.