En San Francisco, la diálisis también sufre el ajuste
Nefrólogos analizan rescindir el contrato con Pami, que absorbe a cuatro de cada diez pacientes que se dializan. En tanto, aseguraron que seguirán trabajando en pos del cuidado de la salud de la población con insuficiencia renal antes de suspender los tratamientos.
Los tres centros privados de diálisis de San Francisco atraviesan -al igual que los centros de todo el país-, una difícil situación debido a que la obra social de los jubilados Pami -que representa el 40 % de los pacientes que se dializan- no actualizó los costos de las prestaciones que quedaron por debajo del valor del dólar. "Acá no estamos hablando de rentabilidad, estamos hablando de cubrir los costos", coinciden.
Los centros de diálisis viven entonces un serio problema de desfinanciamiento que llega al 100%, hace peligrar las prestaciones y amenaza la salud de los pacientes.
Los centros privados locales, nucleados en la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (Cadra), se suman al reclamo que aún no encuentra respuestas y por el la entidad intimó al gobierno nacional para que pague la deuda, advirtiendo la posibilidad de una denuncia de convenio.
En Córdoba hay 54 centros que albergan a 2.572 pacientes que están en tratamiento. A nivel nacional, los sitios para llevar a cabo la diálisis son 300 y hay más de 30 mil personas que reciben la prestación, de las cuales 12.000 integran la obra social de los jubilados.
Todos los insumos que se necesitan para la diálisis tienen precio en dólares, como por ejemplo el filtro que es el rinón artificial, las agujas, las guías o tubuladuras. Son elementos indispensables de los cuales la mayoría se descarta y se debe reponer en cada tratamiento. La diferencia de los valores hace que cada vez sea más difícil cubrir los costos.
Mientras tanto, la prestación de este servicio vital para los pacientes con insuficiencia renal crónica sigue realizándose igual que siempre aún con las dificultades que significa cubrir los costos desactualizados.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, los directores de los tres centros de diálisis de la ciudad, Gustavo Díaz Cornejo (Centro Privado de Asistencia Renal -Cepar), Héctor Gómez (Servicio Privado Integral De Nefrología -Seprinef) y Víctor Mateo (Centro Privado de Enfermedades Renales -Ceper), coincidieron en afirmar que la situación es"difícil" y manifestaron su preocupación por el bienestar de los pacientes.
"Tenemos un desfinanciamiento mayor al 100%, no podemos seguir sosteniendo estas diferencias de valores y Pami aumentó solo el 32%. Para este año propuso un aumento del 6% en dos tramos, algo totalmente irrisorio. Por eso se pide que se actualicen los montos. Es una situación muy difícil para los pacientes y para los médicos nefrólogos", advirtió Díaz Cornejo.
La suba de tarifas influyó
El nefrólogo explicó que el problema es que Pami paga la prestación"pero a un valor que está muy lejos de la realidad. Esto se viene discutiendo desde 2015 cuando hubo un aumento pequeño. En 2017 se planteó más seriamente el tema y recién en 2018 se otorgó un 32% de aumento, pero todos sabemos que la inflación fue mucho más".
Además"hay que tener en cuenta que todos los insumos tienen valor en dólares. El dólar de $20 se fue a $45 por lo que se duplicó el costo".
Díaz Cornejo agregó que a todo eso se suma el aumento de las tarifas de luz, agua, impuestos y también el costo del transporte de los pacientes que está incluido dentro del módulo.
"Lamentablemente no hay un lugar donde derivar estos pacientes. Pami no tiene un centro de diálisis que pueda absorber a los pacientes, como sí lo tiene el Ministerio de Salud en Córdoba (Hospital Córdoba) que pueden recibir a las personas carenciadas", consideró el médico.
No se puede postergar
Por su parte, Gómez, director del Seprinef que funciona en el Sanatorio Argentino, afirmó:"No podemos suspender o negar las prestaciones o comprar un insumo más barato porque disminuye la calidad de la diálisis y esto afecta negativamente al paciente. Entonces seguimos trabajando con la misma calidad de diálisis pero con costos muy altos que son difíciles de cubrir, incluso en otros lugares hubo centros que tuvieron que cerrar".
Gómez recordó que la diálisis es un tratamiento que no se puede posponer,"si la persona no se dializa, al poco tiempo enferma y fallece, ni siquiera hay un tratamiento alternativo. Cuando el paciente tiene una insuficiencia renal crónica terminal, elúnico tratamiento es la diálisis o el trasplante renal, no hay otra alternativa".
Probable denuncia de convenio
Mateo, director del Ceper San Francisco, concedió con sus colegas en que la situación es complicada, pero señaló que"la posición no se puede cambiar hacia el paciente, la prestación se sigue brindando igual que siempre".
Mateo confirmó que de no haber una solución por parte de Pami,"la situación llevaría a una probable denuncia del convenio, que significa decirle a la obra social que se le va a dejar de prestar, debiendo la obra social, en tiempo y forma, reacomodar los pacientes en centros de diálisis donde tengan cobertura, o sea que se podría dejar de realizar la prestación, pero es una cuestión muy difícil".
Y recordó que a la prestación de diálisis hay que agregarle el costo del transporte del paciente que también está a cargo del centro de diálisis."El centro paga por el servicio de transporte y luego pasa esos montos a Pami, quien devuelve de acuerdo a sus criterios, si los kilómetros están bien justificados, etc., un determinado valor", explicó. Por lo tanto, la suba en el combustible también afecta a los nefrólogos.
"Cuando se tiene que pagar en tiempo cero y se cobra 60 o 90 días después, la situación ecómica es mucho más difícil y se estácorriendo con un 8 % a 12 % de atraso en la actualización", añadió Mateo.