En los últimos dos años, el tránsito obligó a modificar el sentido y estacionamiento de tres calles
La reducción de espacios para circular producto de la posibilidad de estacionar de los dos lados son la situación típica que motivó que el Concejo Deliberante a través de la comisión de tránsito intervenga en el tema.
El crecimiento de la ciudad también trae aparejado cambios en el tránsito, sobre todo porque se fue incrementando la cantidad de vehículos que circulan y deben estacionarse.
Hace 6 años se dio una de las modificaciones más grandes quizá con la implementación del Sistema de Estacionamiento Medido (SEM) por parte del municipio en el microcentro, el cual se extendió con el tiempo a otras áreas de la ciudad. Al margen, también se han ido dando otras en las normas de tránsito de la ciudad a través de pedidos y proyectos de Ordenanza que ingresan al Concejo Deliberante y son tratados en comisión.
En algún momento las disposiciones se dieron porque una tragedia evitable motivó la toma de una decisión para evitar otras futuras. En otras ocasiones fue una cuestión más de sentido común porque las calles de doble mano eran demasiado angostas y dificultaban el paso.
Precisamente ésta última razón llevó a cambiar el sentido de calles en la ciudad en distintos barrios, lo cual permitió el reordenamiento de la forma de estacionarse y para quienes circulan significó una mayor amplitud de espacios para circular.
Desde 2017 a la fecha, tres calles son las que vieron modificados en distintos tramos el sentido original que tenían o las manos sobre las que se podía estacionar con el objetivo de mejorar las condiciones de transitabilidad, fomentar la prudencia en la forma que se maneja y el respeto por las normas.
Juan de Garay por su angostura entre Av. Libertador Norte y Garibaldi también tiene un solo sentido.
Tres calles desde 2017
En el mes de abril ingresó a la comisión de Tránsito un pedido del Centro Vecinal de barrio Sarmiento para que se realicen modificaciones en el estacionamiento de algunas zonas con alto nivel de transitabilidad.
Se solicitó bajo el argumento que eran calles demasiado angostas donde se permitía estacionar de las dos manos, y cuando los autos pasaban por la zona se dificultaba.
La ordenanza estableció que en calle 1° de mayo no se pueda estacionar más en el lado oeste. Esa mano queda libre y con eso se gana un mayor espacio de circulación en el sector. Sin embargo, no afecta a toda la senda sino algunos tramos, ya que va desde bulevar Sáenz Peña hasta calle López y Planes.
También de acuerdo al texto normativo, se prohíbe estacionar todo tipo de vehículos del lado norte de calle Libertad, del número 600 hasta su intersección con 1° de Mayo.
El año pasado, en diciembre, el municipio dispuso cambios en calle México, entre España y Primeros Colonizadores en barrio José Hernández.
En este caso, se estableció que en ese tramo solo tendría un solo sentido de circulación, y se mantendría de oeste a este. Acá el problema radicaba en la confluencia de calles que acaparaban el tránsito vehicular proveniente desde la Av. Rosario de Santa Fe y generaba situaciones de peligro en el sector.
Más atrás en el tiempo, hace dos años avenida Juan de Garay se convirtió en una senda de sentido único, entre Av. Libertador Norte y Garibaldi. Desde entonces se la señalizó indicando a los transeúntes que solo es posible circular en ese tramo en dirección este - oeste.
Las razones estuvieron en que ese tramo era más angosto que en otros y la circulación se tornaba peligrosa si se mantenía con doble sentido. Inicialmente, que se la estableciera así tenía que ver con los pasos a nivel pero habiendo quedado obsoletos el cambio se hizo necesario y oportuno.
Tragedias para cambiar
Todos recuerdan que López y Planes era una calle de doble mano y que después se transformó en una senda de un solo sentido. El cambio, a diferencia de los casos mencionados, se debió a la muerte de María Daniela Lascuebas, el 2 de julio de 2006.
La niña que tenía 13 años iba en bicicleta junto a sus compañeras en dirección este a oeste cuando un camión que iba en el mismo sentido la rozó provocándole su caída al pavimento y luego la muerte.
La calle pasó a tener sentido único de este a oeste, al aprobarse un proyecto de ordenanza presentado por el entonces concejal (y hoy diputado nacional) Martín Llaryora.
Una situación similar se dio con el cierre del paso, en 2013, desde Av. Cervantes a Formosa tras la muerte de Santiago Orquera el 2 de marzo de 2006.
El joven que tendría hoy casi 30 años, esperaba el paso de los vehículos que venían de frente para doblar hacia la izquierda cuando una camioneta lo atropelló.
Un tercer caso fatal se dio en 2017 con la muerte de Mario Fogliatti en la esquina de las calles Cabrera y San Lorenzo, a metros de la escuela Hipólito Irigoyen. El docente circulaba en su moto cuando un camión lo atropelló.
En este caso había una Ordenanza aprobada desde 2009 que obligaba a la colocación de semáforos en el lugar, pero que nunca se efectivizó hasta que murió Fogliatti.