"En Latinoamérica, no es descabellado comparar a Soda Stereo con Los Beatles"
El periodista Marcelo Fernández Bitar acaba de publicar la biografía definitiva de la banda.
El periodista Marcelo Fernández Bitar, que acaba de publicar la biografía definitiva de Soda Stereo, considera que el trío "volvió a poner en escena el rock en castellano, e influenció al público y a los artistas latinoamericanos de una manera comparable al impulso de creatividad de los Beatles a comienzos de los 60".
Por tercera vez en su carrera, el tiempo y las circunstancias volvieron a poner a Soda Stereo en la vida de Fernández Bitar, que repasó los comienzos del trío, su gigantesco éxito por América Latina, las peleas y separaciones y su descomunal gira de regreso en 2007. Sobre estos temas Fernández Bitar charló con Télam:
-¿Hubo complicaciones a la hora de abordar la vida privada de los tres integrantes de Soda para esta biografía?
En realidad con el tema de la vida privada y las peleas había un problema... No hay registro de toda la vida privada de los Soda. Han hablado en conferencias, pero sin demasiados detalles. En una dijeron que hicieron "terapia de grupo", o de golpe aparecía uno con la que había sido novia del otro, pero nunca se refirieron al tema y además son de una época en la que no existían ni las redes sociales ni los paparazzi. No me puse a buscarlo, pero sabía que era algo de lo que no había registro.
-Además ellos fueron muy reservados.
Sí, y era entrar en una zona de especulaciones que no me interesa, no creo que haga a que sea más o menos rica la historia. Quería contar la historia con los testimonios de ellos y toda la gente que trabajó con ellos, condensar la historia de veinte años en un libro.
-En el caso de las diferencias, ¿a qué se debieron? ¿Al crecimiento artístico o al destino que querían darle a las canciones o a cada material?
Creo que en las diferencias internas de Soda que desembocaron en su separación del 97 y que antes los condujo a varios paréntesis hay muchos factores. Por un lado, el cansancio de tres, cuatro o cinco años sin parar los tres juntos pegados todo el tiempo, los shows, camarines y notas. Esa cosa de la conquista del continente fue agotadora y debe haber producido un desgaste, lo que es al principio un grupo de amigos con el sueño de ser estrellas de rock después es "ya está, quiero tener mi propio grupo de amigos y tengo familia". Pero ellos lo que dijeron siempre es que nunca tuvieron una pelea puntual, no es que hubo un tema por el cual se cortó, sino que era más como un cansancio o separación de pareja. Se podría sumar el desafío solista que emprendió Gustavo, aunque los demás hicieron cosas... Creo que lo más insólito de la historia de Soda es que después de 2007 hubiera sido muy natural volver a juntarse a los cinco años y quién sabe si no hubieran hecho un disco de canciones nuevas. Cerró una etapa de diferencias y fricciones y aprendieron a llevarse bien. No es que volvieron a ser amigos del alma, pero la reunión de 2007 limó esas asperezas y se volvieron a juntar porque prácticamente en diez años no se habían visto.
-¿Y eran conscientes de la marca cultural que estaban dejando?
Creo que al igual que muchos artistas tuvieron la perspectiva de su obra cuando dejaron de tocar. Después del 97 no tenían dimensión de lo que se seguía multiplicando, que los viejos fans seguían aferrados a esos discos y que los nuevos los empezaban a descubrir. Pero en 2007 vieron esa demanda de entradas y que se agregaban estadios, y ahí se dieron cuenta de que seguían vigentes.
-¿Había noción de esa marca, de ser las grandes figuras del rock en español?
Lo que ellos cuentan es que recién empezaron a tener dimensión de lo que era Soda como marca cuando tuvieron la primera oferta para reunirse, esa oferta de Movicom que se convertía en Movistar y les daban 60 días para juntarse... Pero a nivel de perspectiva histórica no sé si en el momento se dieron cuenta. Sí cuando rompieron el récord de los Rolling Stones.
-¿Por qué la del 2007 termina, en comparación con la del regreso de los Cadillacs, siendo una gira más corta?
Supuestamente a comienzos de 2008 tenían muchas ofertas para hacer un segundo tramo de la gira y se reunieron, no todos juntos sino de a dos o tres, y si bien era tentador ir a lugares que nunca habían ido y que eran muy seductores como el festival Coachella, la sensación general era que había estado tan bien que corrían el riesgo de arruinarlo. Decidieron resguardarse, preservarse, y dejar abierta la posibilidad de volver a juntarse más adelante. Quedó eso, pero hubo un solo disco solista más de Gustavo, no hubo más posibilidades.
-La que sí fue áspera fue la gira de despedida del 97.
Todos contaron en reportajes posteriores lo incómodo que fue hacer la gira del último concierto porque Gustavo, básicamente, quería separar el grupo y no hacer la gira de despedida. La solución de compromiso fue hacer pocas ciudades y siempre con un show, despedirse de cada ciudad una vez.
-¿Es en Venezuela o en Colombia cuando Gustavo da de baja la gira?
En Venezuela. Lo que cuenta Zeta en su autobiografía era el tema de que cuando Gustavo dice "vamos a separar la banda", Charly levanta la mano y dice que hay treinta personas que dependían de ellos, que eran una pequeña empresa y que había que hacer un final prolijo. Los números daban que era necesario hacer una gira o algo para poder cortar con todas esas relaciones laborales. Ahí es donde se mezcla la música y el negocio.
-¿Se puede decir que a nivel convocatoria e impronta fueron algo así como los Beatles hispanoamericanos?
¿Los Beatles latinos? Creo que la influencia de Soda en la escena del rock argentino es comparable a cualquiera de los clásicos. Si ves a Charly, Spinetta o Pappo Soda está en ese panteón. En Latinoamérica, después de muchas historias discontinuadas de rocks locales, Soda volvió a poner en escena el rock en castellano e influenció al público y a los artistas de esos países de una manera comparable al impulso de creatividad de los Beatles a comienzos de los 60. No es descabellado compararlos con los Beatles en cuanto a influencia y a lo que lograron en todo el mundo. A los chicos que los escuchaban les daba ganas de hacer música. Eso es algo que logran muy pocos.