En el Ipet 264 la violencia se volvió mala palabra
En la escuela "Teodoro Asteggiano" los chicos dijeron que el maltrato no iba más y decidieron accionar en ese sentido: realizan un concurso para adoptar un logotipo que los identifique como una escuela libre de violencia.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Las y los estudiantes del Ipet N° 264 "Teodoro Asteggiano" están haciendo una movida muy grande que empieza dentro de su escuela, pero impacta en toda la comunidad. Se pusieron encima la responsabilidad de ser ellos mismos los que hablen, propongan y trabajen en pos de construir un espacio libre de violencias.
Los chicos del Centro de Estudiantes que cursan desde 4° a 7° año en la escuela de barrio Parque, tuvieron una idea original de realizar un concurso para tener un logotipo contra la violencia que los identifique.
Luca Galarza, Nahuel Paz, Aldana González, Érika Paz, Juan y Fernando Ybáñez y Agustina Bustamante son integrantes de ese Centro en el que no hubo competencia política porque son muy poquitos, pero sí hay un visible lazo de amistad que promete llevarlos lejos.
Juntos hicieron un análisis de lo que era antes la escuela y en lo se ha transformado aun cuando la gente se empeña en no verlo. "La escuela no es lo que aparenta para nada, te ayudan mucho. Nos juzgan por venir a esta escuela, ser de este barrio que tiene mala fama. Muchos años atrás la escuela funcionaba de una manera totalmente distinta, hemos sufrido también discriminación", contaron los adolescentes que formaron después de varios años un nuevo Centro de Estudiantes.
Su próximo paso es también trabajar más respecto de la Educación Sexual Integral - ESI - (algo que por ley debe garantizárseles), éste es un tema que surgió de ellos mismos para que el diálogo se incremente.
Los pibes quieren a su escuela y desean un lugar mejor, su propuesta muestra que verdaderamente los prejuzgan y que sus acciones son la mejor respuesta a la discriminación. "La escuela era otra hace unos años, es muy distinta ahora por eso estamos orgullosos de los cambios que estamos implementando".
Despueés de varios años se formó un nuevo Centro de Estudiantes.
Tocaron fondo
Con el Centro de Estudiantes como cabecera, los estudiantes encararon el proyecto "Escuela 264 libre de violencia", con el objetivo de que sus compañeros sin importar el año que cursen puedan presentar distintos logotipos con base en este tema.
Las propuestas, sean realizadas de forma individual o en grupo, pasarán a un jurado integrado por directivos, gabinetistas, estudiantes y profesores que van a elegir a los ganadores. Los premios van a ser tres y también hay otro aparte para el curso que presente más logos.
La idea es plasmar en una acción las transformaciones que ellos perciben en sus días de escolaridad: "Es un gran cambio, ves que el colegio va avanzando- ejemplificó Luca -. Yo llegué en 2019 y en el curso no siempre vas a encontrar a todos callados prestando atención, pero sí nos hacíamos jodas, nos pegábamos en joda hasta que llegamos a un punto donde dijimos basta".
Los chicos afirman que la escuela "no es lo que parece" como muchas personas piensan porque la "mala fama" del barrio.
Paso fundamental
Cuando las situaciones de violencia se volvieron preocupantes fueron los mismos chicos los que tomaron conciencia del daño que se hacían entre ellos y 5° año dio un paso fundamental en pos de abordar esta problemática.
Entre todos consensuaron la rubricación de un acta compromiso con el objetivo de tratar este tipo de situaciones y propender a un cambio sociocultural. De a poco el clima ha cambiado y se percibe fácilmente porque en medio de la charla sonó el timbre del recreo y el ambiente no perdió la esencia del respeto.
"Vemos que están cambiando las cosas. Ella (por la directora Marisa Rovasio) no va más tanto al aula-. Nosotros nos comprometimos a cambiar y a comportarnos, más que todo había situaciones de acoso verbal, insultos. Siempre en joda, pero uno nunca sabe cómo puede chocarle al otro", reflexionaron los estudiantes.
Apoyo docente
Los chicos que están en este Centro de Estudiantes tienen un asesor que es Matías Córdoba quien también da Geografía en la institución. Ese docente fue el que les propuso retomar esta práctica de intervención estudiantil, algo que se había abandonado en 2018.
"Es el profe que más nos habla. Nos enseñó mucho, se expresa muy bien y te ayuda, dice la verdad. Al momento de ayudar a los alumnos nos ayuda a madurar y aprender en su materia y como personas", relataron.
Esto facilitó mucho que pudieran trabajar en torno a la violencia y hacer su propio diagnóstico, en este sentido Érika que es de 7° U dijo: "Yo veía que la escuela no estaba bien, había muchas situaciones de violencia, a veces quizás los chicos no entendían. Los profesores ayudan, pero no nos llegan esos comunicados. Creemos que nosotros como alumnos podemos llegar a decirlo y que entiendan".
Con este compromiso, además del concurso los profesores también los han invitado a trabajar en el tema, a través de textos alusivos a lo que sucede en la sociedad y la escuela. Por otro lado, han realizado afiches con mensajes positivos y situaciones ejemplificativas de lo que no toleran más que se naturalice, como una forma de enseñanza y advertencia al mismo tiempo.
La tarea de los chicos no es fácil, pero están convencidos que si no intervienen el mensaje no va a llegar a todos como se necesita.
La valoración docente
La directora de la institución, Marisa Rovasio, escucha a los chicos y siente orgullo. Los ha visto crecer no solo en lo biológico sino también en su elección de intervenir en su propio contexto para cambiar prácticas destructivas.
"Creo que ellos son unos de los pilares importantes para que la violencia vaya disminuyendo., Después de la cuarentena la sociedad se volvió más violenta en todos los niveles, la escuela recibe todos esos problemas y por eso es necesario que lo trabajemos", indicó.
Asimismo, resaltó que tanto los adolescentes que son delegados de curso como el grupo del Centro de Estudiantes se preocupan por difundir sus propuestas y "están comprometidos en ponerse a la par del otro y trabajar por la escuela". Además, agregó: "Si bien en las redes hay muchos logotipos contra la violencia, está bueno que ellos tengan el propio y que le den su significado para la escuela".