Emanuel Villalba, el niño que sorprende con su violín
El pequeño violinista se destaca en cada escenario que pisa. Sus profesores aseguran que "tiene una capacidad fuera de lo común" para ese instrumento. Quiere "hacer feliz a la gente tocando" y pone mucho esfuerzo y trabajo para ser famoso.
Por Mauricio Argenti
El sonido que sale de las cuerdas del violín envuelve a todos con una melodía atrapante, que atraviesa muros y ventanas conquistando los oídos de aquellos cercanos al instrumento.
Algunos se atreven a preguntar: ¿quién toca el violín?, imaginando que se trata de un eximio concertista, hasta que descubren la pequeña figura de Emanuel Villalba, de solo 11 años, que deja a todos sorprendidos y maravillados por su talento.
Emanuel asiste a sexto grado de la Escuela Normal Superior "Dr. Nicolás Avellaneda", donde es escolta de la Bandera.
Desde los 4 años que toca y se destaca con este instrumento. El niño tiene una sensibilidad especial para hacer música. Ya tocó en distintos escenarios en los cuales asombró a diversos artistas con su talento, lo que lo llevó a cosechar numerosas distinciones.
Cuando Emanuel toma el arco del violín y con él comienza a ejecutar el instrumento su rostro se transforma. "Empiezo a sentir cosquillas en el cuerpo a medida que se entrelazan las notas en una exquisita melodía", aseguró el violinista.
Legado de familia
La familia de Emanuel tiene una profunda vinculación con la música. Su abuelo, Leonardo Villalba era acordeonista del Cuarteto Mayor e inclusive integró la banda de Fabián y Javier.
Con ese gran legado continuaron todos los demás. El padre de Emanuel, Diego, se destaca en guitarra; su hermana Jazmín, con 7 años, sigue los pasos suyos con el mismo instrumento, y hasta el pequeño Jeremías, con apenas 13 meses, hace de las suyas con el bombo. Su mamá Paola Rodríguez sin duda alguna se reconoce como su fan número 1.
Desde muy pequeño sus padres ya veían que podía tener algún futuro dentro de la música y pensaron que podía comenzar tocando el teclado como su abuelo.
Detrás del talento de Emanuel, una
familia lo acompaña
En el Conservatorio Arturo Berutti les explicaron que lo único que podía tocar a su corta edad era el violín. Parecía que el instrumento lo hubiera estado esperando y no se iban a arrepentir por esa elección.
"Desde el principio los profesores vieron que Emanuel tenía una capacidad fuera de lo común para ese instrumento. El nació con ese talento y desde ahí lo fue trabajando hasta ahora", comentó su padre con orgullo.
Si bien puede tocar la guitarra, el bombo, cajón peruano, percusión y bongó, reconoció que "el que toco en serio" es el violín.
Violín de cartón
Sus primeros recuerdos con el instrumento fueron un poco particulares ya que comenzó tocando con un violín de cartón.
"Recuerdo que el primer violín que toqué era de cartón y estaba relleno con goma espuma. Me lo hicieron utilizar para que empiece a aprender cómo era la correcta posición del violín y de ahí fui aprendiendo", comentó.
Cuando aprendió a ejecutar los primeros acordes reconoció que "sentí mucha alegría" porque "nunca había tocado una canción completa".
Cada vez que comienza a tocar el violín Emanuel tiene un solo objetivo: "alegrar a la gente" mientras que ya tiene claro que "busca ser famoso".
Si bien le gusta mucho jugar al fútbol y pescar, reconoce que el violín es su verdadera pasión. Con cierta inclinación por las obras de música clásica muestra predilección por el folclore que lo hizo recorrer distintas peñas donde deslumbró con su talento.
Orgullosa, su madre Paola explicó que "un día Emanuel me miró y me dijo que quería ser famoso a través del violín. Parece que todo lo que hace con el instrumento va en el sentido de conseguir ese objetivo".
Debutó con 8 años
La primera vez que se subió a un escenario tenía 8 años. "Recuerdo que fue en la fiesta del Sindicato Empleados de Comercio, siempre junto con mi papá que me acompaña con la guitarra".
El talento de Emanuel recorrió distintas provincias y llegó hasta Santiago del Estero, cuna de violinistas de la talla de Sixto Palavecino. En 2018, actuó en el Patio del Indio Froilán, uno de los paseos obligados de la capital santiagueña. Rodeado de algarrobos y una gran pista de baile donde numerosas parejas disfrutan cada día de los bailes, nunca falta la danza y un escenario donde suben los grandes de nuestra música y cultura nacional. Allí también Emanuel dio a conocer su talento.
"Fuimos allí a pasar el día y mi papá preguntó si podía tocar. Ellos me dejaron subir al escenario y mi papá tuvo que pedir una guitarra prestada para acompañarme. Todos los que tocan hacen tres temas y en mi caso tocamos cinco canciones. Fue una experiencia muy linda".
No tengo celular
"No tengo celular y no me gusta jugar a los juegos de la compu. Me divierto tocando el violín, para mí es una pasión", de esa forma relató el pequeño lo que siente por la música.
En toda la familia la música es un elemento unificador que combina la distracción y el entretenimiento. Mientras muchos padres reniegan por alejar a sus hijos de las pantallas e internet, en su caso, la música lo llena por completo hasta el punto de preferir el violín ante cualquier otro entretenimiento tecnológico.
Esta tarde, el ciclo Domingos Diferentes organizado por el Consejo Municipal del Adulto Mayor tendrá a este pequeño prodigio entre la grilla de artistas en el Superdomo.