Entrevista
Elio Del Re : “Si la Argentina no es industrial, no tiene futuro”
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El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), participó del Foro Regional Industrial Metalúrgico en San Francisco. En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, analizó la situación del sector, el impacto de las políticas económicas y los desafíos que enfrentan las PyMEs industriales en el país.
La Tecnoteca de San Francisco fue sede el viernes del Foro Regional Industrial Metalúrgico, que reunió a referentes del sector y autoridades empresariales. Antes del inicio del encuentro, Elio Del Re, titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO sobre el presente y los desafíos de la industria nacional.
“Decidimos este año trabajar en un plan estratégico elaborado junto a nuestras comisiones, pero quisimos llevarlo a cada uno de los polos industriales del país para dialogar con los empresarios locales y adaptarlo en conjunto. Por eso elegimos San Francisco, una ciudad con fuerte densidad metalúrgica, con potencia productiva y cercanía a otros centros industriales”, explicó.
–¿Cómo describiría el momento que atraviesa hoy la industria metalúrgica en la Argentina?
Si hablamos de números, tenemos una caída de la actividad en torno al 6% respecto del mismo mes del año pasado, y un 1,5% menos que el mes anterior. Hay sectores un poco mejor y otros con muchas dificultades. Los rubros de primera transformación, como forja, fundición y laminación, son los más castigados, con caídas promedio del 14%. La caída es fuerte, muy fuerte.
–¿Qué impacto están teniendo políticas como la apertura sobre la producción metalúrgica?
Son varios factores. Algunos sectores vinculados a la obra pública, por ejemplo el de máquinas y equipos médicos, sufrieron una fuerte caída por la reducción de compras estatales. También los sectores de maquinaria vial se vieron afectados. Había cierto repunte en áreas vinculadas al petróleo y gas, pero las inversiones se desaceleraron. Además, registramos un 60% de aumento en productos metalúrgicos importados respecto al año pasado. Todo esto, sumado a la caída del poder adquisitivo, explica la retracción de la actividad.
–¿Qué tipo de diálogo mantiene Adimra con el Gobierno nacional y las provincias?
Dialogamos con todos: Nación, provincias y municipios. Es nuestra responsabilidad hacerlo. Siempre nos reciben y llevamos nuestras inquietudes. Sin embargo, en este contexto muchas de nuestras propuestas no se pueden concretar y eso se refleja en los números de caída que estamos viendo.
–¿Qué medidas considera prioritarias para fortalecer la producción nacional y el empleo industrial?
El sector metalúrgico está en permanente búsqueda de mejora, innovación y capacitación. Pero necesitamos competir en igualdad de condiciones. Muchos países industriales subsidian fuertemente a sus economías, y cuando eso no se equilibra en la Argentina, es muy difícil que una PyME compita con la política industrial de una potencia extranjera.
–¿Qué rol cumple la capacitación laboral y la formación técnica en la competitividad del sector? ¿Y cuánto influye la falta de financiamiento o el costo del crédito?
La formación técnica y la capacitación son esenciales, pero el crédito es clave. Hoy las tasas son muy altas y eso limita la posibilidad de modernizar plantas o adquirir equipamiento. Esto impacta directamente en rubros como maquinaria agrícola, acoplados y semirremolques. Sin financiamiento accesible, la modernización se vuelve casi imposible.
–¿Qué oportunidades ve para la industria metalúrgica argentina en el escenario regional y global?
A pesar de las dificultades, los empresarios siempre tenemos expectativas y esperanza. Creemos en la democracia y en las propuestas. Y estamos convencidos de algo fundamental: si la Argentina no es industrial, no tiene futuro.
–Hoy se debate una reforma laboral. ¿Qué mirada tiene Adimra?
Creemos que una reforma laboral es necesaria, porque el mundo cambió. Nuestro convenio colectivo metalúrgico es de 1972, y hay que actualizarlo sin perder derechos. Queremos trabajadores con buenos salarios y que produzcan más y mejor. La reforma debe ser pro-trabajo, pro-industria y pro-Argentina.
–Si tuviera que definir el espíritu de los industriales metalúrgicos hoy, ¿cuál sería esa palabra?
Expectativa. Expectativa frente al cambio, pero con los pies en la fábrica. La mayoría somos PyMEs familiares, vivimos de lo que producimos y seguimos apostando al país. Siempre con esperanza de mejora.
