Prevención
El valor de la voz: la historia de Vanina y su rehabilitación
La voz es más que palabras; es identidad y expresión. Vanina Scalvasio, afectada por nódulos vocales, nos muestra cómo el cuidado y la rehabilitación pueden devolver la fuerza y la claridad. Con la guía de su fonoaudióloga Lorena Cambursano, recupera su voz, creando hábitos sanos.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Vanina Scalvasio es una peluquera de Brinkmann apasionada por su trabajo. Junto a peines y tijeras, su voz es su herramienta principal para comunicarse con sus clientas, en un espacio donde las conversaciones son continuas. También es una estudiante dedicada al canto, por lo que su voz es el medio con el que expresa su amor por la música.
Sin embargo, el uso constante y a veces forzado de su voz, elevándola para hacerse escuchar o esforzándola en largas jornadas, le causó nódulos bilaterales en ambas cuerdas vocales. Esto le provocó disfonía, molestias en la garganta y carraspeo frecuente, afectando no solo su comunicación diaria sino también su capacidad para cantar con comodidad.
Alcanzar ciertos tonos se volvió un desafío, y la fatiga vocal apareció como una señal clara de que tenía que cuidar más su instrumento: la voz, esencial para la comunicación humana. No solo transmite palabras, sino también emociones, personalidad e identidad, haciendo que sea única en cada uno y un reflejo de quiénes somos. Por eso, mantenerla sana es crucial.
Cada 16 de abril se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de la Voz, con el objetivo de concientizar sobre daños y lesiones que suelen ser minimizadas o normalizadas relacionándose con voces graves, roncas y ásperas. La importancia de cuidar la voz radica en cuidados y hábitos de higiene vocal adecuados, para mantener la intensidad y el tono original.
En ese marco, LA VOZ DE SAN JUSTO refleja la historia de Vanina y su diaria dedicación para recuperar y fortalecer su voz, con el acompañamiento de la licenciada en Fonoaudiología, Lorena Cambursano (MP-7659) con quien lleva adelante el tratamiento de rehabilitación.
Consciente de la importancia de la rehabilitación, Vanina aseguró que los ejercicios de rehabilitación, junto con un cambio en sus hábitos, son muy útiles. “Cuidar la voz es fundamental, incluso cuando no hay dolor o lesión, porque el mal uso puede traer consecuencias serias”, dijo.
“Soy peluquera y al hablar con las clientas uso constantemente mi voz, también estudio canto –contó-. Tengo nódulos bilaterales en ambos pliegues vocales por el mal uso de la voz ya sea por elevarla y por el esfuerzo. Estoy haciendo rehabilitación de la voz y realizo una serie de ejercicios que son muy útiles”.
Vanina sigue consejos esenciales para proteger su voz: mantenerse siempre bien hidratada, evitar gritar o forzar la voz, hablar con calma y moderación, cuidar su alimentación, limitar el consumo de alcohol, descansar la voz tras un día intenso, y evitar ambientes ruidosos o con humo.
Poco a poco, con paciencia y disciplina, Vanina está recuperando su voz y su pasión por el canto, demostrando que, con el cuidado adecuado, es posible superar las dificultades y seguir expresándose con fuerza y claridad.
“El que pierde la voz, se pierde a sí mismo”
Por su parte, la licenciada Cambursano, aconsejó a todos buscar en la Fonoaudiología “los cuidados, la creación de hábitos saludables y la ejercitación de reeducación foniátrica para ‘vestir’ la voz cuando empieza el día y ‘desvestirla’ antes de dormir, poder así potenciarla y flexibilizarla”.
Remarcó: “Hay que escuchar los síntomas del cuerpo, escuchar la voz porque prevenir es curar. También recordar que el que pierde la voz, se pierde a sí mismo. Forma parte de nuestra identidad ya que no hay dos voces iguales en el mundo, siendo nuestro tesoro único y singular para expresarnos durante toda la vida”.
Cambursano aseguró que la fatiga o cansancio vocal, llamada fonastenia, es uno de los problemas más frecuente que llegan a la consulta relacionadas con el mal uso de la voz.
Añadió que llegan pacientes derivados por el otorrinolaringólogo “después de que les realice un estudio exploratorio laríngeo con Videofibrolaringoscopía con un diagnóstico médico, en oportunidades de afecciones funcionales cono cierres incompletos de pliegues vocales, donde la voz pierde notoriamente su Intensidad, se los oye menos, lo que lleva a la persona a necesitar gritar para compensar ésa soplosidad”.
“Esto favorece la inflamación de la garganta causando disfonías, tos, picor y carraspera, aumentando de esta manera el riesgo de daños en los pliegues vocales. En otros casos, ya vienen con diagnóstico de patologías orgánicas como los nódulos bilaterales, pólipos, quistes que en ciertas ocasiones requieren de cirugía. Se realizan sesiones fonoaudiológicas previas a la intervención quirúrgica y posteriormente hasta el alta médica”, amplió.
No forzarla
Las personas que utilizan la voz como herramienta de trabajo tales como docentes, profesores, cantantes, locutores, presentadores, oradores, entre otros, son los que más sufren consecuencias.
La fonoaudióloga aseguró que estas personas “mantienen la voz proyectada durante mucho tiempo y si no se realiza con técnicas adecuadas, supone un gran esfuerzo para los pliegues vocales, generando tensiones y dolores en la musculatura del cuello, hombros y espalda. Comienzan a aparecer cambios vasculares, se irritan los pliegues vocales y las vocalizaciones son forzadas y gritadas”.
“Si la persona toma medicación por su estado de salud de manera crónica, suelen deshidratarse los pliegues vocales generando la carraspera y la necesidad de aclarar la garganta constantemente. También se debilitan los pliegues vocales en los períodos de alergias y laringitis”, dijo.
Advirtió que es “nocivo si las personas cantan sin técnicas vocales apropiadas o elevan la intensidad continuamente, hablan más agudo o más grave que la voz normal, y/o utilizan el susurro por creer que así, no se lastima tanto la voz. La labilidad laríngea está presente cuando hay trastornos respiratorios, auditivos, digestivos, endócrinos y resonanciales tales como sinusitis y cornetes inflamados”.
En tanto, agregó que otra de las cuestiones que afectan mucho la voz son el estrés y las emociones. “El estrés diario origina tensión corporal en general. Las situaciones traumáticas o emocionales extremas causan tensión en la laringe, donde aquí pasan y se perciben todas las emociones relacionadas con la tristeza, angustia así como también alegría, nerviosismo y ansiedad”.
“Al tensionarse el cuerpo en su totalidad, la laringe asciende generando una hipertonía aumentada en los pliegues vocales produciendo una voz temblorosa, sin fuerza, entrecortada, con variaciones de tono y dificultad para hablar y ser entendidos por los demás”, explicó.
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Hábitos para cuidar la voz
La licenciada Cambursano detalló finalmente, cuáles son los principales hábitos que se recomiendan para mantener una voz saludable:
* Descansar adecuadamente, ya que los pliegues vocales son músculos y requieren reposo corporal y vocal para recuperarse.
* Realizar vapor de agua (vahos) y respirar para que la humedad hidrate la mucosa que recubre los pliegues vocales. Aprovechar el vapor de las duchas y baños diarios para relajarse y utilizarlos para humedecer la mucosa de todo el sistema respiratorio.
* Hidratarse correctamente, aunque los pliegues vocales no reciban el líquido en forma directa, hace bien a todo el funcionamiento del cuerpo.
* Los pliegues vocales no reciben alimentos, las infusiones con limón, jenjibre, miel y el uso de propóleo no solucionan las tensiones y disfunciones vocales.
* Cuidar la ingesta de alimentos picantes, salados, embutidos, con colorantes y aditivos que pueden ocasionar el Reflujo Gastroesofágico, ayudando a la irritación e inflamación laríngea produciendo tos, carraspera, sequedad al hablar, ardor y sensación de nudo en la garganta.
* No gritar ante cualquier circunstancia.
* No hacer ruidos o jugar haciendo sonidos con la voz para exagerar las emociones que se están expresando en ése momento del habla.
*Evitar irritantes como fumar, la ingesta excesiva de alcohol, café y mate ya que ayudan a la deshidratación y resecamiento de los pliegues vocales.
* Mantener una postura adecuada sin adelantamiento de cabeza, si se pasa muchas horas frente a dispositivos electrónicos en jornadas laborales.
* Usar moderadamente la calefacción y refrigeración, en épocas invernales y veraniegas, en lugares donde se usa la voz.
* Bostezar con frecuencia, ayuda a relajar y descender la laringe.
Señales de alerta
El abuso y mal uso de la voz hacen que de a poco vayan apareciendo señales que encienden las alarmas y que nos avisan que hay que consultar al médico y fonoaudiólogo.
La licenciada Cambursano afirmó que es importante “prestar atención a los cambios acústicos que se presentan como agravamiento de la voz, desmejoramiento a lo largo del día, sentir la voz áspera, o ronca, con disfonía, y hacer esfuerzos constantes para hablar. Es un círculo vicioso donde más disfónica está la persona, más esfuerzo hace para comunicarse”.
“Todos estos son indicadores de que algo está pasando. Consultar con el médico ORL para detectar tempranamente las patologías de los pliegues vocales y comenzar con tratamiento fonoaudiológico, centrándose en la tendencia fisiológica que subyace al síntoma y lo modifica. Se basan en ejercicios del tracto vocal semi- ocluido (ETVSO) donde se mejora la interacción entre la mecánica respiratoria, la fuerza muscular laríngea, el control de la resistencia vocal, integrando el sistema resonancial y articulatorio al mismo tiempo”, aseguró.