El único cinerario parroquial de la ciudad duplicó su espacio
Más gente guarda en iglesias las cenizas de sus seres queridos: en la ciudad, la Iglesia Catedral ofrece el servicio para dejar los restos. Cada vez más personas piden ser cremadas, por lo que debieron ampliar el espacio.
En la Parroquia San Francisco de Asís de la Iglesia Catedral funciona el único cinerario(lugar sagrado apto para la disposición final de cenizas de difuntos) de nuestra ciudad, que duplicó el número de plazas ante el creciente interés.
En tanto, la diócesis local cuenta con dos cinerarios, el primero, que surgió hace siete años en la Iglesia Catedral de San Francisco, y el segundo, que está ubicado en la Iglesia San Bartolomé, en Morteros. Asimismo, se está construyendo un tercer cinerario en la parroquia San Isidro de la localidad de Porteña.
La colocación de cenizas en estos sitios no es gratuita, además los creyentes que lo utilizan deben hacer un aporte para el mantenimiento.
En la Catedral, el cinerario se encuentra la antigua cripta para enterrar sacerdotes. De esta manera, allí se hallan los cuerpos de doce religiosos. Este espacio había comenzado a funcionar con 140 lugares disponibles, esa cantidad se encuentra ocupada en su totalidad razón por la cual tiempo atrás se tomó la decisión de ampliar la capacidad con la construcción de otras 140 plazas.
El costo
Actualmente el servicio de nichos en el cinerario tiene un costo que oscila entre 12 mil y 17 mil pesos a lo que le sigue un aporte mensual de mantenimiento de 50 pesos. El tiempo de utilización del servicio una vez adquirido es de 20 años, luego del cual el plazo puede renovarse.
El párroco de la Catedral, Raúl Martini, reconoció la mayor demanda de este servicio, vigente desde hace 10 años, a partir de lo cual oportunamente se dispuso la ampliación del número de nichos.
"Actualmente tenemos ocupados 140 nichos, aunque dentro de cada uno de ellos se pueden colocar varias urnas", indicó el sacerdote para luego agregar que "otros 140 nichos ya están disponibles".
El padre Martini señaló que "ha crecido la demanda por el cinerario a partir de un aumento en la costumbre de la cremación de restos de las personas fallecidas".
Además, expresó la conveniencia de que los restos de las cremaciones de las personas fallecidas permanezcan en un ámbito religioso "porque es una costumbre que podemos ofrecer las parroquias por ser estas lugares sagrados y de acuerdo a lo que dispone la doctrina de la Iglesia Católica donde además se ofrece una misa mensual por todos aquellos que allí descansan. Es un servicio que presta la Iglesia Católica para este fin de que además de disponer un ámbito acorde para que las cenizas descansen allí, les ofrecemos las misas y oraciones por esas personas".
El cura ecordó que "el Vaticano siempre recuerda que hay distintas condiciones para cumplir con esta práctica donde las cenizas deben quedar en un lugar sagrado, por lo cual se desaconseja las cenizas del difunto en el hogar. De todas maneras, también se reconoce al cementerio como lugar santo para la disposición de las cenizas".
"La Iglesia no está en contra de la cremación de los restos sino más bien recomienda que una vez que se proceda de esta manera, las cenizas se conserven en un lugar sagrado evitando de esta manera que se tiren al aire, al agua o se coloquen en una planta", dijo.
Aumentan las consultas
El sacerdote reconoció el aumento en el número de consultas por la disponibilidad de lugares en el cinerario. "La gente viene a preguntar y en los últimos 3 meses se han vendido entre 10 y 12 nichos. En este caso, la compra es por 20 años y en caso de acordarla, se hace un convenio tal como ocurre en el Cementerio y en este caso, si se necesita se lo utiliza o de lo contrario se mantiene vacío. En general los nichos se compran para cuando llegue el momento de utilizarlo o bien hay casos en los que se adquieren luego del fallecimiento del ser querido y se usa de manera inmediata".
Cinerario comunitario
En la misma parroquia local existe la posibilidad del servicio de cinerario comunitario. "En este caso, la gente puede depositar las cenizas tal como si fuera un osario común", indicó Martini para luego aclarar que "este es un servicio que se presta dentro del mismo cinerario, es decir, permanece en un recinto sagrado como el resto de los nichos".
Cómo funcionan
La parroquia que tiene un cinerario hace un contrato con la familia donde están estipulados los requisitos para colocar las cenizas, entre ellos, que es un lugar cristiano por lo tanto, quien es de otro culto, si bien puede permanecer allí, tiene que respetar que solo habrá signos cristianos.
Por cada contrato se adjudica un sitio para depositar la urna que contienen las cenizas de la persona difunta. Luego se levanta un acta con el certificado de defunción donde además, alguien de la familia se hace responsable de ese cinerario.
Antes de depositarlo en el lugar, se hace una ceremonia religiosa en presencia de la familia de la persona fallecida y sus allegados.