Agro
El traslado de la cosecha
El avance de la cosecha gruesa impulsa la llegada de miles de camiones a los puertos del litoral, reflejando el peso del agro en la economía. Sin embargo, la crítica situación vial vuelve a poner en riesgo la seguridad y la logística del transporte.
La cosecha gruesa se ha generalizado en la última semana en toda la zona núcleo de la producción agropecuaria. La mejora de las condiciones del tiempo permitió que avancen los trabajos de recolección. Esto se nota en las distintas rutas de la región, puesto que se ha incrementado de modo notable la circulación de los pesados camiones que transportan los granos a las terminales portuarias del litoral fluvial.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, a los centros de acopio cercanos a los puertos del Paraná llegan aproximadamente 5.500 camiones diarios, lo que anticipa una importante liquidación de divisas clave para la economía nacional. Y demuestra la vigencia del agro como motor de la producción en el país. Al respecto, si bien la cosecha presenta un ligero retraso en comparación con el año anterior, el volumen actual de granos remitido a los puertos ya supera en un 15% al registrado en la misma época del ciclo pasado.
Esta alentadora señal para el sector agropecuario se suma a las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), que estima una producción total de los seis principales cultivos en 132 millones de toneladas para la campaña 2024/25, un 4,1% superior al ciclo anterior, y exportaciones por USD 32.484 millones, un salto del 4,9%.
Un auspicioso panorama se presenta por los rindes excelentes que vienen registrándose y el consiguiente crecimiento del volumen de granos que se entrega en los silos cercanos a las terminales ubicadas en cercanías de Rosario especialmente. Sin embargo, quedan al descubierto -una vez más- los recurrentes problemas y desafíos que implica trasladar el producto de los campos por la devastada red vial nacional. Las autoridades santafesinas calificaron a la situación como “grave” y, ante la falta de respuestas de la Nación, anunciaron un plan de emergencia para poner en condiciones el ingreso a los puertos, al menos.
El desafío que implica circular por una carretera cuya calzada está deteriorada se agrava en virtud del intenso tránsito de vehículos pesados. Por ello, se impone que autoridades, transportistas y conductores de vehículos más pequeños tomen nota del fenómeno, lo asuman y encuentren las soluciones más rápidas para evitar tragedias que se lamentan. A este panorama se suma el riesgo evidente que supone la entrada y salida a los campos de los vehículos de gran porte y las grandes filas de camiones que se agolpan en las cercanías de los puertos. Hacinamiento e inseguridad son consecuencias del colapso que sucede cada año.
El éxito de la cosecha y los eternos problemas para su traslado a los puertos son las caras de una moneda que revela las contradicciones de la Argentina. Desde hace mucho tiempo, mientras se destacan los beneficios del aumento notable de la producción agraria para el progreso del país, la congestión de camiones en las rutas y puertos se mantiene inalterable. Una situación que se convierte en una tortura para los habitantes de la región genera trastornos evidentes para los conductores, incrementa la sensación de inseguridad, así como el riesgo de accidentes graves en las rutas del centro del país.
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