El puente de la ciudad sin río cumple 105 años

En 1915 se inauguró la pasarela que atravesaba el Centro Cívico. De origen alemán, hace medio siglo la pusieron en la Estación Belgrano también en un mes de julio. Las protestas por interrupciones en el tránsito y la muerte más resonante de Alberto Tarabini llevaron a su colocación.
Por Ivana Acosta | LVSJ
La primera vez que un ferrocarril pasó por estas tierras fue en 1888 y desde aquel momento durante largo tiempo si bien creció San Francisco también hubo muchos pedidos por una solución que evitara accidentes en los cruces.
En 1915, 27 años después de aquella vez y ante un prometedor futuro, se inauguró la pasarela como una respuesta a esos pedidos. Cinco años antes (1910) las locomotoras ya tenían problemas para realizar maniobras lo que provocaba la interrupción asidua del tránsito.
Sin ningún tipo de festejo ni homenaje, cumple 105 años de existencia uno de los más ricos patrimonios de la ciudad.
Más tarde en el tiempo, en 1913, la gota que rebalsó el vaso fue la conmoción que generó la muerte de un niño, Alberto Tarabini, quien yendo al colegio sucumbió ante las vías del ferrocarril. Fueron largos años donde la gente reclamó a la empresa Central Córdoba porque no había un paso peatonal ante una localidad pujante y con alto tránsito en aquel momento.
En principio, fue ensamblada en el Centro Cívico porque ahí pasaban los trenes de la empresa Central Córdoba, no sin antes realizarse un arduo trabajo de armado.
Las huellas del tiempo se hacen notar en la estructura que hoy está en la Estación Belgrano.
"La pasarela es alemana de una fundición dedicada a fabricar material bélico y civil. El trámite administrativo empezó en 1914. Se le hizo un agregado de una escalera lateral que permitía bajar al predio de la playa de maniobras del ferrocarril que lo iban a usar el personal para descargas", dijo Nahuel Vidal, integrante de la Comisión Pro Riel, mirando a la centenaria estructura.
Incluso en el Museo Nacional Ferroviario en Retiro se conservan actas originales de la época dirigidas desde San Francisco a las autoridades del Ferrocarril Central Córdoba para que se habilite la inspección de la estructura.
La pasarela en su lugar original, el Centro Cívico, donde pasaban los trenes de la empresa Central Córdoba. (Gentileza: Archivo Gráfico y Museo Histórico)
Todo estuvo listo en el invierno y ante una multitud de gente exultante se llevó a cabo la inauguración un 29 de julio de 1915 y allí permaneció durante 35 años hasta que fue desafectada en 1950 "por el crecimiento de la ciudad y reclamos de los comerciantes a las autoridades. Los dos molinos Boero y Río de la Plata siguieron funcionando con tendido ferroviario hasta mediados de los años '70".
Lo que vino después de ese desarme fue una estadía obligada durante 20 años, donde literalmente estuvo tirada. "Después una comisión de vecinos se interesó e hicieron el pedido para que se la traslade a la Estación del Ferrocarril Belgrano", comentó Nahuel quien agregó que las maderas actuales son de esa época.
Hace 50 años, personal del ferrocarril posaba debajo de la estructura de hierro ya en el predio del Belgrano.
Sacarla de ese olvido y llevarla a la estación que une a dos partes de la ciudad se transformó en una solución para el paso de vecinos de barrio Sarmiento y La Milka. La "reinauguración" entonces se llevó a cabo también en un mes de julio, hace 50 años.
Nahuel Vidal considera
que la pasarela es un patrimonio histórico muy vinculado a la ciudad.
Vidal ve a la pasarela como un "patrimonio histórico vinculado a muchos eventos de la ciudad" donde por ejemplo cuando vinieron presidentes de la Nación se transformó en palco. "Siempre estuvo vinculada a la historia de San Francisco y como contó Nahuel "es el puente de la ciudad sin río.
La pasarela tiene tantos años como LA VOZ DE SAN
JUSTO y la coincidencia nos permite compartir de nuestros archivos su rica
historia.
Sufre los embates del vandalismo y la falta de inversión, sin embargo, no pueden hacer desaparecer de un plumazo tanta historia contenida.
Nuestro olvidado puente resiste en pie hace un siglo para seguir siendo protagonista indiscutible del paso del ferrocarril por estas tierras.