El primer discurso de Carlos III: "Renuevo mi compromiso de servir con lealtad"

El rey Carlos III dio su primer discurso al pueblo británico como rey y homenajeó a su madre, la difunta Isabel II. Además, reconoció el afecto hacia toda la familia Real.
El rey Carlos III dio su primer discurso al pueblo británico como rey y homenajeó a su madre, la difunta Isabel II, a la que describió como "una inspiración, un ejemplo para él y para toda su familia".
"Mi madre se sacrificó por su deber", afirmó y dijo que tuvo "una vida bien vivida" y será "llorada profundamente tras su muerte".
Sentado junto a una fotografía de su madre y vestido con traje negro y corbata, Carlos III juró lealtad al pueblo británico. "Les renuevo hoy a todos ustedes esa promesa de servicio durante toda la vida", dijo el soberano al mismo tiempo que se comprometía a defender "los principios constitucionales" como lo hizo su madre "con una devoción tan inquebrantable".
También tuvo unas palabras para su "querida esposa Camilla", ahora reina consorte. "Sé que ella aportará a su nuevo papel la firme devoción al deber en la que he llegado a confiar tanto", dijo.
El príncipe Guillermo, primero en la línea de sucesión, y que le sucede como duque de Cornualles, será el "nuevo príncipe de Gales", anunció Carlos III.
El rey no se olvidó de su segundo hijo, Harry -que se alejó de la familia real y se fue a vivir a Estados Unidos-, y le expresó su "amor", así como a su esposa Meghan Markle "mientras continúan construyendo sus vidas en el extranjero".
El Rey terminó su discurso con palabras de agradecimiento para "su querida mamá". "Ahora que comienzas tu último gran viaje para unirte a mi querido y difunto papá, solo quiero decir esto: gracias. Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que has servido tan diligentemente todos estos años. Que los ángeles te acompañen para tu descanso".
El mensaje fue grabado esta tarde en el Salón de Dibujo del palacio de Buckingham y difundido al mismo tiempo que comenzaba una misa en honor a la reina Isabel II en la catedral San Pablo, en Londres.