El poder de la cumbia: Banda Libre festeja 8 años con un festival solidario
El 3º festival "Cultura Solidaria" que organiza La Luciérnaga es este viernes en el Cuem y será el contexto para un nuevo aniversario de la big - band de cumbia de San Francisco. "I - Griega" aportará el rock en la fusión de géneros que caracteriza al evento.
Por Manuel Ruiz
El ruido a botellas de plástico contra botellas de plástico; de palo y tacho; de palma contra el suelo, aún resuena en buena parte de los integrantes de Banda Libre, que ahora es un círculo y están a punto de arrancar a ensayar en la sala que ellos mismos acustizaron hace algunos años atrás en una pieza del patio de la casa de La Luciérnaga. Es el último ensayo, de cara al "toque" de este viernes, que los tendrá como número central del 3º Festival Cultura Solidaria que "La Luci" organiza fusionando todo tipo de géneros musicales para conseguir los fondos para comprar alimento y abrigo.
El "Cultura Solidaria 3" es además, la excusa perfecta para que Banda Libre festeje sus 8 años de vida, música, resistencia, creatividad y derechos ganados.
Guillermo Aragón al frente de su teclado (Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Por eso, cuando se le pregunta a los miembros de la banda que estuvieron en la génesis de la agrupación, la respuesta que más rápido sale es la de las botellas, los palos, los tachos y cualquier cosa que en ese momento servía para hacer explotar la musicalidad en niños ya adolescentes que creían que no la tenían.
Guillermo Aragón, a cargo de los teclados e iniciador junto a Mateo Silvestrini de la banda, le cuenta a LA VOZ DE SAN JUSTO qué ha cambiado en estos 8 años. "Muchas cosas, muchas caras, mucha energía. Se logró un muy buen sonido en la banda; se logró un buen grupo, al margen de lo musical, muy bueno en lo humano. Desde lo musical, pudimos tener otra proyección, otro peso en San Francisco y la región".
Adorable puente
Matías Figueroa en los timbales de de Banda Libre (Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Matías Figueroa, de 19 años y uno de los históricos del grupo, es el encargado de hacer explotar los timbales desde el fondo del escenario. "Maturri" analiza lo transcurrido con la seguridad y la simplicidad de saber lo que dice. "Noto muchos cambios en la música, tenemos un muy buen ritmo. Empezamos sin nada, y gracias a los instrumentos nuevos, y a los chicos que le ponen mucha voluntad se ha logrado hacer buena música".
Eli Ocampo con el bajo. A su derecha, los tres chicos que hicieron el trayecto desde Adorable Puente a Banda Libre (Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Eli Ocampo, que cuando entró a Banda Libre cantaba y hacía coros, es ahora la bajista y además la encargada del taller de música para niños de La Luciérnaga "Adorable puente".
Ocampo cuenta como la banda fue cambiando, adaptándose, siempre manteniendo la calidad humana y musical. "En la formación actual tenemos a los históricos, que están de siempre, Nahuel y Mati, y tenemos incorporaciones nuevas, que vienen de la escuelita, de 'Adorable...', donde ya de muy chiquitos tienen contacto con los instrumentos de percusión y es como un semillero. En la escuelita ya se puede ver el talento, el buen ritmo, y los vamos sumando. Hay otros casos, como Fer, que fue pasando por varios instrumentos y se fue adaptando a lo que se necesita. Yo al bajo llegué por necesidad, porque no teníamos bajista, y no sabía tocar y aprendí, también ocurre eso. Ahora la última incorporación es Lucas que su primer toque va a ser el viernes. Tiene 15. Lo lindo de ver es cómo los más viejos le enseñan a los que llegan. Cómo se empiezan a conectar, comunicar a través de la música, esa complicidad a través de los instrumentos".
En estos años, Banda Libre fue haciendo propio cada uno de los espacios que encontró para tocar. Desde un hogar de ancianos hasta el escenario de Bomberos, pasando por el Teatrillo y la Peatonal, hasta tocar en festivales en Córdoba.
Mateo Silvestrini, durante el ensayo (Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Mateo Silvestrini, ideólogo, guitarra y voz de la banda, explica cómo y porqué su cumbia fue ganando esos lugares y mezclándose con artistas de otros géneros bien disímiles al que hacen con los chicos desde La Luciérnaga.
"Por un lado, la sociedad se fue preparando para esas mixturas de cosas, como juntar una banda de cumbia y de rock, o invitar a un músico de rock a una banda de cumbia. Eso no sucedía. Me parece que cambio la mentalidad. Eso nos permite a nosotros este viernes volver a compartir escenario con los I Griega".
"A ver...Banda Libre es contrario a todo lo que se va gestando musicalmente. Nadie es músico, nadie viene a formar una banda y todo fue sucediendo. Banda Libre es como la contra de lo establecido, y eso nos da mucha fuerza para poder tocar con una banda de rock, que lleva gente de otro palo, que nada que ver. Banda Libre es un poco esa resistencia, esa contra y a la vez, amalgama, une".
Nahuel Piombo, una de las voces históricas de Banda Libre (Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Nahuel Piombo tiene hoy 18 años y cuando llegó a "La Luci" tenía 10. Creció allí y siendo parte de la banda. Es uno de los cantantes y cuando se le consulta si pensaba que iban a durar tanto tiempo, asegura: "Pensé que íbamos a durar 8 años y pienso que vamos a durar muchos años más todavía. Porque como dijo Eli, acá hay chicos que salieron de la escuelita de música y están acá, y hay muchos como ellos que están en la escuela y tienen ganas de estar en la banda y aprenden rápido, y esos van a hacer los que en el día de mañana lleven la banda adelante, porque nosotros los históricos, en algún momento no vamos a estar más y el recambio tiene que empezar a venir y va a venir. Yo sigo estando por amor. Por los amigos y porque me gusta mucho la música. Hago algo que me gusta, lo quiero seguir haciendo y por eso la insistencia de seguir aprendiendo".
La big band de cumbia de la ciudad cumple 8 años. Lo festejará este viernes compartiendo escenario con los I Griega, desde las 21 en el Cuem (Bv. Roca y Ecuador). Del ruido sólido de palo con tacho, al sonido sólido y contundente de una banda seria y con proyección, los años transcurrieron sumando pibes y pibas que no sabían que eran buenos haciendo música. Que tenían anudados los dedos y las voces, hasta que encontraron el estímulo y acompañamiento necesario para desatarse desde este sala de ensayo. Banda Libre es la resistencia con esos ideales. Y si vamos a resistir, resistamos haciendo música. Resistamos, tocando cumbia.