“El odio no se acaba con una ley para amordazar a la prensa y perseguir al que piensa distinto”
El gobernador Juan Schiaretti cuestionó la iniciativa de algunos funcionarios del Gobierno y legisladores del Frente de Todos para la creación de una "ley contra el odio" y puntualizó que en Córdoba se focaliza en los "consensos".
En su visita a San Francisco, este martes, el gobernador Juan Schiaretti aseguró que "el modelo cordobés de gestión no precisa plantear leyes contra el odio. En Córdoba el que piensa distinto no es enemigo, sino alguien con el cual construir el futuro de la provincia".
El mandatario provincial envió un claro mensaje -aunque sin hacer alusión directa- al Gobierno nacional trazando diferencias. Criticó "incertezas" de nuestro país mientras defendió el "modelo cordobés de gestión".
"En Córdoba trabajamos desarrollando programas y acciones que le den dignidad a todas las familias de la provincia, vivan donde vivan en nuestra vasta geografía provincial. Hacemos así porque estamos convencidos que esa es la manera en la cual se alcanza y se mantiene el progreso, siempre cuidando las instituciones, la convivencia, trabajando con todos los intendentes y jefes comunales, respetando la división de poderes y de manera irrestricta la libertad de prensa, promoviendo la diversidad de pensamiento que permite que los pueblos progresen y cuidando a quienes no piensan igual que nosotros", dijo Schiaretti.
Luego expresó que esto ocurre en la provincia de Córdoba "en momentos en que nuestro país está lleno de 'incertezas' porque la plata no alcanza, porque la inflación nos golpea permanentemente, porque se ve la pelea entre las dos grandes coaliciones políticas. En un país con tantas 'incertezas', Córdoba da certeza a sus habitantes. Todos sabemos en Córdoba que el que no piensa igual que uno no es un enemigo, sino que es alguien con el cual vamos a construir el futuro de la provincia".
El gobernador hizo hincapié en las ventajas que aporta "el modelo cordobés de gestión" que "permite hacer foco en los consensos y no en los disensos y que no precisa plantear leyes contra el odio porque el odio no se acaba con una ley que pueda servir únicamente para amordazar a la prensa y perseguir a quien piensa distinto que el gobierno".
"El odio se acaba cuando haya voluntad y entendimiento de que quien piensa distinto que uno es parte del mismo pueblo, de la restauración, la democracia y la república. Ahí es donde se acaba el odio y la confrontación. Ese es el modelo que nosotros aspiramos para nuestra Argentina".
En Córdoba "se pone por delante el trabajo y la producción que expresa a aquellos que se levantan todos los días temprano para ir a ganarse el pan para su familia. Eso está en el ADN de los cordobeses al igual que ser solidarios con aquellos que están pasando dificultades".