El nocivo abuso del consumo de alcohol
La radiografía presentada por la Organización Mundial de la Salud, que señala que 1 de cada 20 muertes en el mundo son por el consumo de alcohol, demuestra que todavía falta mucho por hacer para disminuir los costos sociales y sanitarios de este flagelo.
La Estudiantina de este año congregó en la Plaza Vélez Sársfield a miles de jóvenes estudiantes que festejaron su día con la lógica algarabía que se manifiesta a esa edad. No hubo que lamentar grandes situaciones problemáticas, salvo algunos pequeños incidentes y la noticia de que se clausuró un comercio por expendio de alcohol a menores.
La investigación dilucidará las responsabilidades del caso, por lo que no es motivo de esta columna avanzar sobre el tema, largamente tratado aquí, de la inobservancia de la norma que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a los adolescentes. No obstante, una coincidencia importante se produjo el mismo 21 de septiembre: un informe publicado ese día por la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que en 2016 murieron más de 3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representa 1 de cada 20 muertes. Más de las tres cuartas partes de esas muertes correspondieron a hombres. En general, el consumo nocivo de alcohol causa más del 5% de la carga mundial de morbilidad.
El dato excede largamente el hecho circunstancial de un procedimiento de control de la venta de bebidas a los menores. Pero se vincula con la acuciante problemática que genera el abuso en el consumo de alcohol, que comienza a temprana edad y parece estar naturalizado en la sociedad actual, incluso en comunidades relativamente pequeñas como la nuestra.
Vale la pena repasar algunos conceptos del informe de la OMS para tomar nota de que la problemática mundial se asemeja notablemente -con las variaciones numéricas del caso- a lo que se experimenta en el país, la provincia y la región. La entidad multilateral que se encarga de la salud pública, estableció en su informe que "de todas las muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debieron a lesiones, como las causadas por accidentes de tránsito, autolesiones y violencia interpersonal; el 21% a trastornos digestivos; el 19% a enfermedades cardiovasculares, y el resto a enfermedades infecciosas, cánceres, trastornos mentales y otras afecciones".
Otro dato significativo: "Más de una cuarta parte (27%) de los jóvenes de 15-19 años son bebedores. Las mayores tasas de consumo de alcohol entre los jóvenes de 15-19 años corresponden a Europa (44%), las Américas (38%) y el Pacífico Occidental (38%). Las encuestas escolares indican que, en muchos países, el consumo de alcohol comienza antes de los 15 años, con diferencias muy pequeñas entre niños y niñas".
La radiografía presentada por la Organización Mundial de la Salud justamente el día en que se festejaba la llegada de la primavera tiene notables puntos en común con la realidad cotidiana que vincula al alcohol con los principales problemas sanitarios y de convivencia que padece la juventud. Esto demuestra que todavía falta mucho por hacer para disminuir los costos sociales y sanitarios de este flagelo.