El mayor papelón
Si bien el análisis futbolístico es tan profundo que elude todo tipo de responsabilidades individuales, Jorge Sampaoli se lleva la mayor decepción de la copa. Un duro golpe para el fútbol de nuestro país, que tiene muchos responsables, pero uno, en especial, acompañó responsabilidad con una imagen absolutamente "papelonezca".
POR LUCIANO OLIVERO, desde Kazán
Este tipo, brindó el peor papelón de la copa. Este señor, gana 3 millones de dólares por año, olvidándose que un jubilado de nuestro país, solo puede ganar el 1 % de sus haberes en 365 días y sin pensar en todo lo que eso significa, hizo lo que quiso e hizo cualquier cosa. Brindando una triste imagen durante su estadía en Rusia.
Citó jugadores por obligación y no por convicción. Nunca consolidó su relación con el equipo, incluso, según dicen desde adentro, permitió que sus ideas se vayan a la basura, para darle rienda al tradicionalismo.
Este tipo fue el que dijo 24 horas antes del debut que "la idea estaba interpretada y el equipo sabía a lo que jugaba", pero eso nunca sucedió. Este señor, usó a Fazio de central en la previa y luego lo desapareció. Inventó la posición de Salvio como lateral derecho para tener mayor presencia en ataque y el "Toto" nunca pasó, porque Islandia - que no son de hielo - trabajó su duelo a espaldas de él.
Sampaoli acercó a Lo Celso a la Selección, pero cuando menos lo esperábamos, lo desapareció. Meza sí, Meza no. Pavón por derecha o por izquierda. Caballero, porque "jugaba bien con los pies", Agüero el preferido, pero después apeló a Higuaín, coronando su ridiculez, con el "falso 9" Messi.
Su línea de tres no trabajada y regalada a protagonistas de turno, fue un papelón. Pero luego de conceder su liderazgo y su toma de decisiones a los "históricos", todo su plan quedó expuesto y relegado. Banega fue primera opción, cuando nadie lo esperaba, y así millones de cosas más. Sin Mercado, con Mercado, sin Rojo, con Rojo, Biglia sí, luego nunca más.
Como si todo esto fuese poco, en conferencia de prensa de ayer, afirmó "no querer irse" y que habitualmente, "los jugadores toman decisiones dentro de la cancha" y no él. Demasiado.
Sin barco, sin timón, sin capitán. Sampaoli nunca pudo brindar imagen de seriedad, se dejó manejar, fue preso de sus propios errores y de su increíble falta de autoridad. Sampaoli nunca fue un entrenador, solo, apenas, un seleccionador de turno, que tiene un sueldo privilegiado, que es una burla para la actualidad del pueblo argentino. El verdadero y único papelón del torneo, tienen nombre y apellido, vistió de sacó los dos primeros duelos, maltrató a un jugador Croata y dejó ventilar a todo el mundo y por TV, la gran falta de conducción que tiene el fútbol argentino.