El mate uruguayo, compañero de los futbolistas

Fútbol y mate van de la mano. Los jugadores de Sportivo no abandonan la costumbre pero eligen la yerba charrúa y cebarlo amargo. Su preparación "a la uruguaya" es todo un ritual que compartieron con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Por Leandro Gottardi
Existe una tradición inseparable que comparten argentinos y uruguayos, cada uno con códigos propios, costumbres e incluso, jergas cotidianas: el mate.
En tanto, de un tiempo a esta parte, el mate charrúa fue ganando terreno del otro lado del charco y San Francisco no es la excepción.
Ese furor por el mate uruguayo gana adeptos de manera continua y tiene como principales características la utilización de un mate grande y yerba sin palo, la más consumida se llama Canarias, además de cebarse amargo, claro está.
LA VOZ DE SAN JUSTO consultó a Federico Cosentino, Agustín Díaz, Mauro Priotti e Ignacio Parmigiani, quienes eligen tomar mate a la uruguaya.
Infaltable compañía
El arquero de Sportivo Belgrano, Federico Cosentino, es fiel partidario del mate uruguayo, un hábito que adquirió por un compañero de ese país durante su estadía en Misiones, jugando para Guaraní Antonio Franco. "Es infaltable", aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Con el equipo de mate listo, Federico recibió a este diario para dialogar acerca de una de sus grandes pasiones, que lo acompaña todos los días.
"Toda la vida fui matero. De chico, con mis padres, tomaba mates dulces y mi abuelo me cebaba el típico mate de leche. Ya de más grande, empecé a tomar el mate amargo, que de chico no lo podía pasar, me acostumbré y ahora no puedo tomar mates dulces", inició.
Consultado acerca de cómo comenzó a tomar mates uruguayos, Federico recordó: "La yerba Canarias la probé jugando en Guaraní Antonio Franco, tenía un compañero uruguayo que nos enseñó todo el armado. Si bien no variaba mucho la preparación, nos sumó esta yerba, el arrancarlo con agua tibia para que no se queme la misma y otros tips".
"Me acostumbré a tomar el mate con la yerba uruguaya y es infaltable, tomo mates todo el día. Se transformó en un ritual".
A continuación, entre risas, Federico comentó que "cuando empecé a tomar mates con esta yerba en mi casa, me enojaba seguido con mi novia porque cuando cebaba lavaba el mate enseguida, mojaba toda la yerba. Ahora aprendió".
"Nosotros (junto a mi novia), nos llevamos el mate incluso cuando vamos al supermercado. A veces la gente te mira raro", señaló a modo de anécdota.
Siempre amargo
El mate dulce fue quedando de lado, "te puedo tomar uno si me invitan pero en mi casa está prohibido. En los dos mates que tengo, si cae un granito de azúcar se pone complicado el tema", manifestó entre risas.
Federico también reveló: "Tengo diferentes mates en mi casa. Está el habitual porongo, como se lo llama, que lo llevo a todas partes. En mi casa utilizo casi siempre el de calabaza. Son lindos, me gustan los mates. Siempre compro y junto mates, a veces me levanto y elijo uno en el que tengo ganas de tomar. Es parte del folclore".
Cómo conseguir la yerba
Conseguir la yerba uruguaya es el principal inconveniente que surge para quienes asiduamente toman este tipo de mate. "Se hace complicado conseguir la yerba. Es una yerba que se consigue en ciertas provincias porque es uruguaya. Yo tengo un amigo que vive en Concepción del Uruguay y es él quien me provee y me manda la yerba a cada lugar", manifestó el arquero "verde".
El mate "te sirve para compartir, para charlar. A veces se te acerca alguien y te pide que le convides un mate y eso es lo bueno, lo lindo del mate", agregó.
Consentino, el del saca yerba: "El secreto de mis mates, por más que
me carguen en el vestuario, es que siempre llevo en el equipo un repasador, la
bombilla y el saca yerba. El saca yerba lo tengo para no arruinar el mate y la
bombilla. Lo llevo a todos lados".
Hasta en el vestuario
El mate es un elemento infaltable en el vestuario del Oscar C. Boero. "Desde que me incorporé a Sportivo llego temprano a cada entrenamiento, me cambio y preparo el mate para tomar con mis compañeros", contó Consentino.
Y aseguró que son varios los mates que allí giran permanentemente. "En el rincón en que me cambio están Ezequiel Gaviglio, Juan Pablo Francia, Nicolás Capellino y Marco Pérez. Hay varios mates en el vestuario, está el de Mauro Dalla Costa en el medio, el de Jonathan Mazzola en la otra punta y así nos vamos repartiendo entre todos".
A Agustín Díaz, Mauro Priotti e Ignacio Parmigiani los une algo más que el fútbol: una particular forma de tomar y cebar mates
Cerca del fútbol
Agustín Díaz, Mauro Priotti e Ignacio Parmigiani juegan en la primera local de Sportivo Belgrano y a través de sus respectivos caminos en el mundo futbolero conocieron el mate uruguayo, que los acompaña a todos lados.
"Mates tomé siempre. Cuando fui a jugar a Belgrano de Córdoba conocí chicos que habían estado en Buenos Aires, que me comentaban del mate uruguayo. Uno de ellos viajó a Uruguay a jugar un amistoso con la Selección Argentina y nos contó que había probado el mate uruguayo, que el sabor, la yerba y la durabilidad eran distintos. Así lo fuimos conociendo en la pensión del club", contó Priotti.
Y año: "Ya hace cinco años que tomo mate uruguayo. Es difícil conseguir la yerba por eso suelo pedir dos o tres paquetes, que a veces duran unos tres meses, dependiendo del uso que le des".
Por su parte, Díaz dijo: "Cuando fui a jugar a Defensa y Justicia, en 2016 en Buenos Aires, empecé a tomar mates uruguayos, había un compañero de allí que nos lo inculcó. Pero se me terminó de pegar en San Francisco, cuando llegué al club por otro compañero de equipo".
Y apuntó: "Desde el año pasado ya compro yerba uruguaya, es muy difícil conseguirla salvo que tengas algún contacto que la traiga por eso siempre se compra en cantidad".
Una yerba más suave
A su vez, Parmigiani, en la misma línea de sus compañeros, mencionó que "toda mi vida tomé mates, ya sean amargos o dulces, en mi pueblo San Bartolomé. Cuando llegué a San Francisco, por medio de un compañero, se me pegó este tipo de mate, con yerba uruguaya. Yo tomaba mate amargo pero esta yerba es distinta, es más suave".
"A fines del año pasado compré mi mate especial", añadió y siguió: "Hace un mes que no puedo tomar seguido mates porque me acostumbré de tal manera a tomar la yerba Canarias que ahora no puedo tomar otra" y estaba esperando que me llegara el pedido".
Consultados acerca de si el entorno familiar y amigos se sumaron a tomar el mate bajo la tradición uruguaya, las respuestas fueron variadas.
Al mate "lo traje a mi casa, cuando lo preparé mis papás me miraron como diciendo: ¿qué tomas?. Ellos toman mate siempre, pero dulces. Además, la yerba uruguaya no tiene palo por lo que le da otra composición. Pasó lo mismo con mis amigos de la ciudad, en cambio cuando me voy a Córdoba a visitar otros amigos, siempre tomamos mates uruguayos", precisó Priotti.
Por último, Parmigiani contó que logró trasladar esta "moda" a su entorno. "A muchos amigos míos de San Bartolomé se le pegó el mate uruguayo y están empezando a tomarlo también", cerró.
Diferencias y similitudes TITULO
-El mate argentino:
La circunferencia del mate argentino generalmente es más pequeña que la de los mates uruguayos, esto tiene por objetivo evitar que se pierda el calor de la infusión. Dado su tamaño, requiere menor cantidad de yerba.
A su vez, la yerba más utilizada en nuestro país posee palo, según los expertos ello añade valores nutritivos y minerales transmitidos por el suelo a través de las raíces y el tallo de las hojas.
En la Argentina, el mate es un elemento que se comparte en "ronda". Ello respalda la utilización de un mate más pequeño en el que, por consecuencia, ingresa menos yerba y agua, algo necesario para que la infusión sea más rápida y llegue a cada uno de los presentes.
-El mate uruguayo:
La circunferencia del mate charrúa es grande, lo cual permite introducir mucha yerba. Generalmente están hechos de calabazas.
La yerba no tiene palo, esto se debe a una tradición portuguesa según la cual se cree que a todas las verduras y cultivos de hoja se les quita el palo y el tallo porque generan acidez, aunque otros sostienen que la hoja posee mayores valores nutritivos y que el palo no aporta ningún valor.
Su consumo, a diferencia del argentino, es más personalizado, es decir, cada persona tiene su mate. En cuanto al por qué las respuestas varían entre la higiene y el hecho de no esperar turnos.