El legado de amor de Andrés Requena se escribe aun después de su muerte
Un accidente le arrebató la vida de repente, un domingo de septiembre del año pasado. Nada es igual desde aquel momento. Detrás de la tragedia, hay una historia que sigue agregando páginas y una vida que late en el vientre de Macarena Guardiola, su pareja que espera un hijo de él, pero partió sin saberlo.
Por Ivana Acosta
En el diario de vida de Andrés Requena (33) estaba escrito que el 9 de septiembre del año pasado un capítulo se cerraría. En un nosocomio villamariense su corazón dejó de latir después que sufriera graves heridas a causa de un accidente.
Lejos de terminar ese diario, su pareja Macarena Guardiola (31)sigue escribiéndolo en su nombre a través de lo que hace su hijo Juan Andrés; del lazo que une al pequeño de 2 años con su hermana Ema y de un bebé que en aquel trágico día nadie sabía que ya había sido gestado.
Macarena llora y Juan Andrés la mima, la cuida desde su vida que recién comienza. La fuerza nace de ese vientre con el bebé que crece desde hace cinco meses y la llena de alegría en días que amaga ganar la penumbra.
Ella no está sola porque tiene también a Ema, la hija de Andrés con una pareja anterior, y Francisco, que fue quien la convirtió en mamá siendo muy joven.
"Me cruzo con gente que siempre me recuerda lo buen tipo que fue Andrés y eso me hace muy bien", dijo esta mujer fuerte y decidida aun cuando llora. Pero hay un dolor en su interior que lo deja relucir espontáneamente. "Lo que quizá más me duele es que Andrés no se haya enterado de este embarazo", confesó a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Maca" vuelve a llorar. Es inevitable y mientras lo hace - imaginen - abre el libro de vida de su amor Andrés.
"Me sentía muy mal y recé tanto para sentirme mejor, cuando el doctor dijo que el bebé tenía que venir fue tremendo", contó Macarena
Una mirada e historia
Esta pareja se conoció trabajando en el mismo lugar. Los dos solos en aquel momento de a poco fueron conociéndose. Ella ya tenía a Francisco y él a Ema, con el tiempo como pareja recibieron la bendición de Juan Andrés que próximamente cumplirá 2 años.
"Andrés era un papá increíble, todo terreno que bañaba, cambiaba, daba de comer. Hacía poco nos habíamos mudado a esta casa. Además yo estaba en el trabajo muchas horas y él cuidaba todo cuando llegaba del suyo", contó la joven.
Ahora ella afronta todo eso sola, lo cual suele hacerse cuesta arriba y duele casi como la primera vez. Por eso detalló acongojada: "Al principio fue muy difícil volver a casa, estuve muchos días con mi mamá y fue terrible. La ausencia se nota en la rutina cuando volvés a casa y no tenés con quién charlar o que pregunte cómo te fue".
Sorpresa del destino
Los días pasaban y aún más allá del dolor y la pena que Macarena tenía consigo, debía seguir. Pero sus amigas la veían mal, estaba ojerosa, habitualmente vomitaba y se mareaba incluso.
Un día una de ellas decidió animarla a que se hiciera una prueba de embarazo y obtuvo una respuesta a la complejidad del cuadro trágico que vivía. "No podía creer que estuviera embarazada. Lo que más me duele es que él no se haya enterado. Estoy triste pero más que nada llena de miedos porque estoy sola con ellos", señaló mientras el más pequeño miraba inocentemente videos en Internet.
"Me sentía muy mal y recé tanto para sentirme mejor, cuando el doctor dijo que el bebé tenía que venir, fue tremendo", expresó.
Actualmente está cursando el quinto mes de embarazo y lo hace rodeada del amor de sus hijos, familia y amigos. Es muy difícil separar lo que uno siente con lo que le toca, pero tengo tres razones muy fuertes para seguir. El bebé va a ser muy fuerte, no lo dudo".
Regalo del cielo
Andrés solía usar siempre un rosario que lo acompañaba a todos lados. Ahora lo lleva Macarena consigo: "Fue lo único que encontré cuando volví a casa después de muchos días sin él".
Las palabras de Macarena vuelven a tomar otro giro. Todavía tiene muy patentes los recuerdos de la última vez que vio a su compañero. "La hija de Andrés, Ema, esa noche había pasado la confirmación y estábamos muy felices, él se sacó muchas fotos. Esa noche estaba muy feo y lloviznaba, pero dijo que iba a juntarse con unos amigos. Siempre que se iba yo me fijaba que cerarra bien la puerta y esa fue la última vez", rememoró.
Macarena tiene mucho dolor, por el bebé que Andrés no supo que existía, por Juan que solo tenía un año cuando pasó el accidente y ahora cuando ve la imagen de papá da besos a la pantalla. "Siempre le voy a recordar quién fue y que lo va a cuidar aunque no lo recuerde", cerró.
Andrés no está, pero Macarena y los hijos de él sí. No será igual, pero gracias a ellos el diario de su vida no tendrá final.