El joven que se atragantó con comida fue dado de alta: “Estar vivo es un milagro”
Tras luchar 22 días por su vida, internado en el Hospital Iturraspe, Juan Cruz regresó a su casa. Su familia agradeció a los médicos y a todas las personas que pidieron por su recuperación.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Juan Cruz Mariame (17) empezó a escribir un nuevo capítulo en su vida en la mañana del 7 de abril pasado cuando salió acompañado de su mamá Natalia Ingaramo del Hospital "J. B. Iturrasp"e.
Con una sonrisa, el adolescente dejó atrás 22 días de lucha por su vida en la terapia intensiva del centro de salud tras sufrir una broncoaspiración mientras comía hamburguesa. Lo que había sido un juego inocente con su hermano Facundo, una "carrera de comida", casi termina en tragedia pero gracias a los médicos, las cadenas de oración y el cariño de muchísima gente salió adelante.
Ya dado de alta y en su casa, acompañado rodeado del amor y cuidado de su familia, Juan Cruz se muestra aliviado. "Me siento muy bien por suerte. Me recibieron mis abuelos y mis hermanos", contó el joven a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Tiene pocos recuerdos de la noche en que se descompensó. "Estar vivo hoy es un milagro. Lo único que me acuerdo es que estaba comiendo una hamburguesa, compitiendo con mi hermano quién comía más rápido y perdí. Cuando me empecé a reír de lo que pasó, me ahogué con la comida, fui al patio a tomar aire pero luego me desmayé".
Juan Cruz y un agradecimiento eterno al equipo de salud. (Facebook)
La lucha fue día a día
El día que todo cambió para Juan Cruz -a mediados de marzo-, él había quedado a cargo de sus hermanos mientras sus padres tomaban clase de Taekwondo. "Él nos dijo que nos vayamos tranquilos, porque se quedaba a cargo de los hermanitos. Facundo y él, los más grandes, pidieron hamburguesa y los más chicos nos esperaban para cenar", relató la madre.
"Cuando me estaba colocando el casco protector para entrenar, miré el teléfono celular y vi una llamada de Antonela, una de mis hijas. Cuando la atendí, solo escuché gritos y ella me respondió ´Mamá, se muere, se está ahogando´. Les preguntaba qué pasaba y me lo nombran a Juan Cruz", continuó Natalia.
Junto a su esposo, salieron corriendo de la clase; los siguió un compañero, que además es bombero voluntario y fue una de las personas que asistió a Juan Cruz antes que llegara la ambulancia.
La escena era muy dura: los chicos gritando en la calle afuera de casa y Juan Cruz tirado en el piso. "Un vecino lo asistió y él hablaba, pero cuando llegó al sanatorio, empezó a empeorar su situación", recordó Natalia.
Primero, al adolescente lo trasladaron a una clínica local pero como había restos de comida en sus pulmones, se le dificultaba respirar; sufrió una broncoaspiración que obligó su derivación al Hospital para recibir cuidados intensivos.
"Fue horrible verlo así, intubado y lleno de cables. Los médicos nos dijeron que iban a hacer todo lo posible por sacarlo adelante pero que su estado era crítico", siguió la mamá.
Ante esta situación, "los médicos le practicaron las mismas terapias que a un paciente con covid, por estar afectado sus pulmones, pero era peor aún la situación, porque el ingreso de carne era peligroso por las bacterias", agregó.
Los seis primeros días internado fueron su batalla más difícil, luego todo empezó a mejorar y Juan Cruz salió adelante. "Después de la traqueotomía que le hicieron, poco a poco le fueron sacando el respirador hasta que estaba fatigado, pero cuando superó las 48 horas estabilizado, lo retiraron de terapia intensiva", explicó Natalia.
Como parte de la recuperación, su hijo ahora debe asistir a sesiones de kinesiología y pronto empezará con tratamiento psicológico. Mientras tanto, "Juan Cruz sigue con controles, con medicación. No me queda más que agradecer todo lo que hicieron los médicos por él", expresó.
"Le pedí perdón a mis papás por la idea que tuve porque pensé que podía hacerlo pero no. Me arrepiento de lo que hice", reflexionó Juan Cruz sobre esa conducta de comer como desaforado que tomó como una "hazaña" pero que más allá de la posible muerte por atragantamiento, puede tener otras consecuencias para la salud.