El Ipet 264, símbolo de tradición formativa técnica
El Ipet 264 Teodoro Asteggiano es también referente de un sector de la ciudad que le hace frente a las adversidades. En el Día de las Escuelas Técnicas, renueva su compromiso de capacitar a jóvenes para insertarse al mundo laboral con armas propias.
Con 75 años de vida, el Ipet 264 ha transitado un largo recorrido hasta convertirse en un símbolo ineludible de la ciudad a la hora de hablar de la educación técnica y también del popular barrio Parque. A través de las décadas, construyó una identidad que hoy se muestra fuerte y decidida a aportarle herramientas a sus jóvenes para afrontar el futuro (y el presente también) con posibilidades de insertarse en el ámbito laboral.
En el marco de la celebración del Día de las Escuelas Técnicas, la directora del Ipet 264 Teodoro Asteggiano, Marisa Rovasio, repasó la historia de la institución, pero sobre todo hizo hincapié en este presente pujante, con mucha oferta educativa y técnica, y con mucha participación de toda la comunidad educativa.
La formación de mano de obra calificada fue su esencia desde sus inicios, cuando funcionaba en el actual edificio de la Escuela Normal. En aquellos primeros años, con Teodoro Asteggiano como director, la impronta estaba marcada por el objetivo de aportar capacitación que sus estudiantes puedan insertarse en los talleres de la Fábrica Militar.
"Por aquellos años, la Fábrica Militar de San Francisco ocupaba mucha mano y de obra y veía la necesidad de contar con personal más capacitado. Entonces, los directores pidieron incorporar la capacitación para el personal que ya estaba trabajando. Esto en consonancia con la presidencia de Perón, que crea la Comisión Nacional de Orientación y Aprendizaje a nivel nación y que tenía que ver con brindar capacitación a la gente trabajadora".
Así nació lo que hoy es la Ipet. En un inicio, la parte práctica se daba en la misma fábrica y la teórica por la noche en la Normal. Asteggiano era docente de dicha escuela y asumió la coordinación y luego de la dirección de lo que se denominó Enet N° 1.
"La escuela estuvo en el ámbito nacional hasta 1989, cuando durante la presidencia de Menem se transfirieron las escuelas nacionales a la provincia. Ahí recibió el nombre de Ipem 264, como todas las escuelas medias. Luego, en 2006, en la presidencia de Néstor Kirchner, resurge todo lo que tenía que ver con la educación técnica. Se generó una nota desde el instituto donde se hablaba de esta historia que siempre había tenido vinculada al sector técnico, algo que no se había perdido", repasa la directora.
En ese sentido agrega: "Esta siempre fue una escuela que vinculaba a sus estudiantes de los últimos años con el sector socioproductivo y se insertaban en distintas empresas del Parque Industrial. A eso se sumaba que la maquinaria estaba, porque era patrimonio escolar y se había mantenido casi en su totalidad. Entonces se hizo ese pedido y se la reconoció como escuela de educación técnica".
La escuela comenzó a dictar clases durante el día, sumando un CBU diurno. Antes, la modalidad era ofrecer la posibilidad de trabajar durante el día y estudiar de noche. "Ahí la escuela toma fuertemente la característica de escuela técnica, con 7 años, y ya buscando que sea una decisión ir a estudiar".
Insertada desde 2001 en barrio Parque, la escuela se convirtió rápidamente en una referencia del lugar y adquirió un rol social innegable. "Cuando una escuela se instala en un barrio donde no había ninguna, es algo fuerte y cambiar las características del lugar. Le da una impronta distinta. Y por ser técnica, todavía más, porque lo que uno busca es que los chicos puedan tener una inserción laboral, brindar algún servicio, vincularse con el sector productivo. Y a la vez propiciar que los chicos continúen sus estudios superiores, ese es el objetivo de la escuela: capacitación continua".
Sin dudas que la principal característica de este tipo de escuelas es brindar una rápida salida laboral. Rovasio asegura que "en un 95% los chicos que terminan de cursar se insertan rápidamente al mundo laboral. Los egresados de los años 2020 y 2021 están el 100% insertos. Esto es así desde que la escuela era Enet: si vos recorres las empresas del Parque Industrial te vas a encontrar con muchos egresados esta escuela trabajando allí. De hecho, la Enet le dio la posibilidad a muchos industriales de forjar su propia industria".
Los chicos, súper activos
Más allá de que la escuela mantiene una fuerte tradición de capacitación técnica apuntada al mundo laboral desde hace décadas, los tiempos cambian y hoy los chicos reclaman y asumen protagonismo.
Muestra de esto es la participación del Centro de Estudiantes en la vida cotidiana del instituto. Además, muchas de las actividades surgen por iniciativa propia o luego de debatir sobre temáticas y problemáticas con los docentes.
Así nació la idea de asesorar a los compañeros que aplicaron a las becas Progresar, de organizar charlas sobre ESI y de participar de los encuentros denominados foros estudiantiles con otros centros de la ciudad.
El docente Matías Córdoba considera que esta participación de los chicos "tiene que ver con pensar en el protagonismo de las juventudes no solo en esto de proyectar el futuro en cuanto a lo laboral sino también construir y ser parte del presente. El Centro de Estudiantes ofrece otra mirada y se propone resolver problemáticas actuales no solamente para uno sino también para el resto, desde lo colectivo. Eso es fundamental, más luego de lo que significó la pandemia, volver a fortalecer esos lazos solidarios es muy interesante".
El "profe" recalca que estas nuevas generaciones adquirieron una capacidad de oratoria y reflexión sorprendente. "Se interesan en la política, en las leyes, debaten mucho. Tan así que participaron de la redacción del acuerdo escolar de convivencia. Son parte de la construcción de la normativa".
Otra faceta que muestran los chicos es una impronta ecológica abordada desde lo cercano y desde lo práctico. Plantaron árboles en la escuela, también en el Centro Municipal de Deportes cuando festejaron el Día del Estudiante que ellos organizaron y próximamente lo harán en otra institución del barrio: Defensores de Iturraspe.
"Esto aporta a la formación integral del estudiante, queremos que ellos sientan que este es un lugar donde pueden crecer, desarrollarse. El desafío pasa por la convivencia, por poder comunicarnos con el otro, por trabajar en equipo. Poder resolver un problema en conjunto es muy importante, porque la sociedad es muy individualista y enseguida va al confronte. Esto de poder trabajar las emociones para relacionarnos es muy importante. Quizás acá estas necesidades aparecen más potenciadas y por eso se trabaja con mayor énfasis en ello", comenta la directora.
La oferta formativa
Recientemente la Ipet 264 sumó a su oferta educativa la novedad del PIT. Se trata de una modalidad más acotada e intensa, pero con el mismo objetivo de favorecer la inserción laboral, con una duración de 4 años y mucha práctica en el taller.
"A fines del año pasado la escuela recibió al PIT, que antes estaba en la Jesús de la Misericordia, por un cambio de plan de estudio. A este tipo de programas lo absorben las escuelas de la Dirección General de Educación Técnica. Ellos tenían como título el de Bachiller en Ciencias Sociales y este año, con el cambio, van a ser bachilleres de Educación Secundaria con Formación Profesional, en el caso de esta escuela en Electromecánica, Herrero Nivel 2. Entonces, la escuela tiene un Nivel Medio y el Programa de Inclusión y Terminalidad. Los dos brindan oferta técnica, aunque el PIT tiene una carga horaria reducida en la formación general y alta en la formación profesional. Se apunta a que estos chicos tengan una salida laboral más rápida adquiriendo las capacidades que esta formación propone", explicó Rovasio.
Se divierten aprendiendo
Los alumnos Juan Ybañez y Añan Niz se sumaron a la charla y contaron que lo que más les gusta es aplicar lo aprendido en el taller y así hacer de la experiencia de educarse, algo divertido. Como la vez que con la impresora 3D diseñaron y llaveros y se los regalaron a los miembros del Centro de Veteranos de Malvinas.
También disfrutan de las actividades que tienen que ver con la ecología y con abrirse al barrio. Destacan que hicieron una campaña contra la violencia en la escuela y aseguran que el respeto ocupa un lugar muy importante.
"Estuvo bueno cuando diseñamos en el Solid Works una plomada para construcción y después la fabricamos en el torno. Lo mismo con una abrazadera que llamamos atatodo", cuentan.
Otra de las experiencias que los contactó con el "mundo real" fue cuando fabricaron productos de limpieza y llevaron adelante un modelo de negocios calculando costos, precios y beneficios.