El glaucoma, un “ladrón silencioso” que también puede afectar a la juventud
La toma de la presión ocular es clave para detectarlo por eso recomiendan consultar frecuentemente al oftalmólogo. El médico Julio Kohan explica que tipo de glaucomas existen y cómo prevenir.
Por Isabel Fernández|LVSJ
El glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial y, aunque se lo asocia a la edad avanzada, puede afectar también a los jóvenes. Se lo considera "el ladrón silencioso de la visión" porque muchas veces no da síntomas, dañando el nervio óptico mucho tiempo antes hasta que la persona deja de ver y no se puede hacer nada para revertirlo.
El nervio óptico se daña de manera irreversible debido a un aumento de la presión intraocular, controlando la presión se puede frenar el avance. Según estadísticas, afecta a 80 millones de personas en el mundo (aunque casi la mitad no lo sabe) y se estima que en 2040 serán más de 110 millones quienes la padezcan. Puede aparecer a cualquier edad, pero su prevalencia aumenta con los años: en nuestro país, afecta al 5% de los mayores de 50 años y a uno de cada 10 mayores de 80.
Hoy domingo 12 de marzo se conmemora el Día Mundial del Glaucoma en el que los especialistas advierten sobre la importancia de tomar conciencia y detectarlo de manera precoz.
¿Por qué puede aparecer en jóvenes? ¿Cómo prevenir?. El médico especialista en oftalmología, Julio Kohan Boc (MP-26081/9; ME-9900) de la Clínica de Especialidades "Enrique J. Carrá (h)" remarcó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO la importancia de los controles ya que "la toma de presión ocular en la consulta es fundamental para detectarlo y tener más posibilidades de mantener una buena visión".
El glaucoma más común, de ángulo abierto aparece a partir de los 40 años pero también puede presentarse en la juventud, entre los 5 y los 25 años, o de forma congénita en bebés que nacen con la enfermedad.
Kohan aseguró que las causas del glaucoma juvenil "son predisposiciones genéticas que provocan la aparición de la enfermedad. Es diferente del glaucoma congénito que se da en bebés con un cuadro más grave en los que el ojo puede estar agrandado, lagrimeo, opacidad en la córnea o con dolor".
Añadió que existe otro tipo de glaucomas que pueden aparecer en jóvenes y en adultos que "se producen por el uso prolongado de corticoides indicadas para distintas patologías o por un traumatismo que puede lesionar el cristalino y causar una catarata y un aumento de presión ocular. En esos casos se trata de glaucomas traumáticos que se pueden dar en cualquier etapa de la vida".
"En todos los casos del glaucoma, si no se detecta a tiempo y no se hace un tratamiento puede llevar a la lesión permanente del nervio óptico con la ceguera irreversible", advirtió el oftalmólogo.
En cuanto al tratamiento, explicó que inicialmente "se realiza aplicando gotas de una a tres veces al día y si no se puede mejorar la presión, puede ser necesario un tratamiento con láser o cirugía para frenar el avance de la enfermedad".
Dr. Julio Kohan Boc
Síntomas y diagnóstico
El aumento de la presión en el ojo puede causar bruscamente congestión y dolor o evolucionar lentamente sin dolor ni síntomas.
"En general el glaucoma es una enfermedad silenciosa, que no provoca síntomas, pero cuando causa dolor de cabeza, visión borrosa o pérdida significativa de la visión, ya es grave", afirmó el médico.
Generalmente se detecta en los controles de rutina. "Se mide la presión intraocular y se hace un examen de fondo de ojo para determinar en qué estado está el nervio óptico. Si se detectan anomalías se indican otros estudios complementarios más profundos para evaluar la función del nervio óptico. En el examen se puede detectar su estadío, si es incipiente, leve, moderado, severo, terminal o absoluto", dijo Kohan.
Finalmente consideró que actualmente en los consultorios "no hay un aumento de casos de glaucoma, pero sí se detectan más casos por la realización de exámenes preventivos".
Quiénes tienen más riesgo
Desde la Cámara de Medicina Oftalmológica (Cameof) señalaron la importancia de realizar un control oftalmológico anual a partir de los 40 años, o incluso antes si hay factores de riesgo o se tiene familiares con antecedentes de glaucoma (tienen entre 3 y 10 veces más riesgo de presentarlo).
También eleva el riesgo tener determinadas enfermedades, como diabetes, una enfermedad cardíaca, presión arterial alta o anemia drepanocítica, ya que todas las enfermedades que alteran la circulación arterial son un factor de riesgo agregado, apunta Casiraghi. Y aclara: "no causan glaucoma, sino que hacen al ojo más sensible a que la presión produzca daño".
En ese sentido, recuerdan "9 reglas de oro" que deben motivar la consulta:
1. Ver halos de colores o un arco iris alrededor de las luces.
2. Tropezar con frecuencia, ya que puede tener que ver con un defecto del campo visual.
3. Tener antecedentes de glaucoma en la familia.
4. Sufrir dolores de cabeza persistentes.
5. Ingerir medicamentos de tipo antiespasmódico, ansiolítico y/o tranquilizante. "También tomar corticosteroides, especialmente gotas oftálmicas, durante un largo tiempo. Los corticoides por cualquier vía (incluso pomadas en la piel) pueden subir la presión ocular y producir glaucoma", dice Casiraghi.
6. Tener visión borrosa de brusca aparición con dolor de cabeza 7. Los bebés que nacen con ojos grandes o tienen lagrimeo pueden sufrir un glaucoma congénito.
8. Haber tenido un traumatismo en el ojo puede desarrollar un glaucoma años más tarde.
9. Los hipermétropes altos o los miopes altos tienen más posibilidades de tener glaucoma.