El futuro en sus manos
Máximo Araujo, jugador de El Tala, fue citado a la preselección argentina U15. El joven basquetbolista admitió que lloró de emoción cuando se enteró la noticia.
Máximo Araujo está viviendo un sueño, el joven basquetbolista de El Tala fue citado para la preselección argentina U15 y deberá presentarse en Tucumán el 14 de noviembre para tratar de ganarse un puesto.
El destacado deportista de nuestra ciudad, que admira a "Manu" Ginóbili, tiene como objetivo ser basquetbolista profesional y el año próximo se irá a vivir a Córdoba para jugar en Atenas.
"Ya jugué dos Campeonatos Argentinos con la selección de Córdoba. El primero fue en Mendoza adonde tuve muy buenos partidos, llegamos hasta cuartos de final, pero no me llamaron en esa ocasión para la preselección argentina. Después estuve hace aproximadamente un mes en Santa Fe, terminamos sextos en este Argentino, hice muchos puntos y me destaqué en los partidos difíciles, pero la verdad pensé que no me iban a llamar esta vez a la preselección, pero sin embargo se dio", contó Araujo en el inicio de la charla.
Sobre el momento que se enteró que estaba citado a la preselección nacional, recordó que "eran como las doce de la noche, y veo que me llega un mensaje al celular de un compañero de la selección de Córdoba, un chico de Río Cuarto, me manda una captura de pantalla y me dice: '¡mirá hermano, estás en la preselección argentina!', ahí me pasaron un montón de cosas por la cabeza, muchas emociones, pensé en todo el esfuerzo que hice en estos años. Ahí le fui a avisar a mi papá enseguida, y la verdad que lloré un poco porque estaba muy emocionado".
"Voy a ir a entrenar con la preselección argentina U15 a Tucumán, del 14 al 18 de noviembre. Creo que en total somos 23 jugadores y ya me imagino ese primer entrenamiento usando la ropa de la selección de mi país, es algo muy grande", resaltó el jugador que es representado por Matías Tomatis y Pedro Casermeiro.
Lo lleva la sangre
Máximo es hijo de Mauricio Araujo, un exjugador que se destacó por su poder anotador y que tuvo un paso exitoso por muchos clubes, entre ellos El Tala. Al compararse con su papá, comentó que "él me gana en los triples, pero yo soy más completo. Mi papá no picaba mucho la pelota, la agarraba y la tiraba, en cambio yo trato de romper y hacer bandejas de ambos lados, creo que tengo más fundamentos. Lo que saqué de él es la defensa (risas), porque mi papá no defendía mucho".
"Mi familia siempre me acompañó a todos lados, empecé a jugar a los 4 años en El Tala, me acuerdo que a los 2 años veía a mi viejo jugar y ya me gustaba el básquet, a los 3 años me compraron el arito y estaba tirando todo el día", recordó.
Quema redes
Araujo es sinónimo de gol y al recordar cómo empezó a mostrar sus cualidades para encestar manifestó que "en la categoría U13, cuando yo tenía 11 años, me necesitaron para la preselección de San Francisco U13, pasé el primer corte, pero en el segundo me cortaron y quedé afuera. Eso me dio un poco de bronca y empecé a hacer muchos puntos en las categorías mayores, le hice 35 a Alumni, y ya me empecé a destacar. Ya cuando entramos a la Liga Provincial con El Tala estuvo bueno porque me pude medir con otros equipos, como por ejemplo contra San Martín de Marcos Juárez, a ese rival le metí 25 puntos allá y acá hice el gol de la victoria y creo que terminé con 40 puntos", comentó Máximo, que mide 1,83 m. y juega de escolta o alero.
Un técnico que lo marcó
Al preguntarle que entrenador recuerda desde que juega al básquet no dudó y sostuvo que "el técnico que más me marcó fue el 'Pepe' Giuliano. Recuerdo que cuando estaban por entrenar los mini, ahí jugaban Lautaro Mare y Mateo Battistino, y yo era re chiquitito, él (por Giuliano) me llamó para que esté en el Nacional de Minibasquet, estaba muy nervioso, no hice puntos pero jugué varios partidos y me puse muy contento".
"A 'Pepe' (José Giuliano) la verdad que lo quiero un montón, es como mi segundo papá. Después, cuando era jugador U13 de primer año llega Ramiro (Ortiz) y me llama para entrenar con la categoría U15, ahí 'Pepe' no me dejó ir porque era muy flaquito, pero en el segundo año ya fui y desde ese momento Ramiro me enseñó muchas cosas, y siempre trata que defienda, pero la verdad mucho no me gusta", admitió.
Quiere ser profesional
Máximo tiene en claro que su meta es dedicarse de manera profesional al deporte que tanto lo apasiona. "Mi objetivo es ser un basquetbolista profesional, eso ya lo tengo decidido, y hago muchos sacrificios para lograrlo, me cuido, no salgo con mis amigos si al otro día tengo partido, entreno con categorías mayores, trato de mejorar siempre. Lo bueno es que todo esfuerzo tiene sus frutos. Mis viejos quieren que estudie, que termine el secundario, pero siempre me apoyaron en todo".
"El año que viene me voy a jugar a Atenas, estoy enfocado que tengo que ir a Córdoba y romperla. Estar en Atenas es importante, es un club que lleva chicos de todo el país y siempre tenés que pelear por un puesto, pero estoy muy confiado de que me va a ir bien", manifestó por último.