Miramar
El futuro del Gran Hotel Viena: Miramar se inclina por la Casación mientras busca abrir canal de diálogo
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Tras el fallo de la Cámara de Apelaciones de San Francisco que ordenó la restitución del inmueble a la empresa Wandorf Company SA, el intendente Gerardo Cicarelli anticipa la presentación de un recurso judicial antes de la feria. Desde la Asociación Civil convocan a un abrazo simbólico para defender el patrimonio turístico más importante de la región.
La reciente sentencia unánime de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Francisco, que revoca el fallo de primera instancia y ordena a la Municipalidad de Miramar de Ansenuza desalojar el Gran Hotel Viena, ha obligado al ejecutivo local a redefinir su estrategia legal y política en tiempo récord. Con un plazo que vence el próximo 20 de diciembre, el municipio se debate entre la continuidad de la batalla judicial y la apertura de una instancia de negociación con la firma Wandorf Company SA.
El intendente de Miramar, Gerardo Cicarelli, confirmó que, tras una reunión clave mantenida el pasado jueves con el cuerpo legislativo, asesores letrados y miembros de la Asociación Civil Amigos del Gran Hotel Viena, la decisión de elevar el caso al Tribunal Superior es inminente.
"No está definido el 100%, pero sí es muy probable que vayamos [a la apelación], estamos viendo con qué asesor letrado seguimos con la posible Casación", afirmó Cicarelli, señalando que el objetivo inmediato es presentar el recurso antes del inicio de la Feria Judicial.
La estrategia municipal apunta a dos frentes. Por un lado, sosteniendo la posesión del predio mediante la vía recursiva; por el otro, intentar un acercamiento con la parte demandante, una empresa de capitales uruguayos cuya titularidad fue reconocida por la Justicia local priorizando el derecho registral sobre los actos posesorios del municipio."Quedamos en posiblemente bastante firme en la idea de poder presentar algo antes del 20, para luego sí después poder acercar las partes y si se puede llegar a alguna negociación", explicó el mandatario.
Según el fallo de los vocales Mario Perrachione, Analìa Griboff de Imahorn y Horacio Vanzetti, si bien el municipio realizó mantenimiento y explotación turística desde la inundación, estos actos fueron considerados de mera custodia y no lograron demostrar el "animus domini" necesario para desplazar al titular registral. Sin embargo, para la administración local, el valor de Viena trasciende lo jurídico y se instala en lo identitario.
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"Creemos que hay un poco de interés también de la otra parte, de poder dialogar", sostuvo Cicarelli, reconociendo que, aunque el fallo adverso es un golpe para la comuna, existe una disposición objetiva de ambas partes para evitar un conflicto mayor, considerando además que el predio se encuentra en una zona declarada inundable por ordenanza.
Preocupación por el patrimonio histórico
La noticia ha generado un fuerte impacto en la comunidad y, particularmente, en quienes gestionan el día a día del museo. Patricia Zapata, guía de turismo desde hace 21 años e integrante de la Asociación Civil Amigos del Museo del Gran Hotel Viena, expresó la incertidumbre que reina entre los trabajadores y voluntarios.
"El museo del Hotel Viena tiene que protegerse, cuidarse, porque es lo que ha quedado de la inundación. O sea, es el vestigio arquitectónico histórico más importante que tiene la región de Ansenuza", manifestó Zapata.
La preocupación de la entidad no radica solo en la titularidad, sino en la preservación física del edificio, que recibe anualmente a más de 10.000 visitantes y es un eje central de la oferta turística y educativa de Córdoba. Según Zapata, la recuperación del edificio -que incluye la reciente construcción de un salón cultural y baterías de baños- fue posible gracias a la intervención pública tras el abandono sufrido décadas atrás. "Más allá de quién tiene la propiedad, tiene que cuidarse porque puede correr el riesgo de demolerse", advirtió.
Ante este escenario, la Asociación Civil ha decidido visibilizar el reclamo. "Nosotros vamos a hacer seguramente un abrazo simbólico al hotel con un petitorio", adelantó Zapata. La movilización está prevista para el próximo domingo 21, buscando sumar el apoyo de la comunidad para que el "ícono más importante que tiene Miramar" continúe siendo un espacio de acceso público.
Mientras los plazos procesales corren, la Municipalidad de Miramar intentará ganar tiempo en los tribunales para forzar una mesa de diálogo, buscando que el litigio de 15 años no culmine con el cierre de las puertas del histórico hotel alemán.
El antecedente de la Iglesia Croata: otro patrimonio en manos privadas
La disputa por el Gran Hotel Viena hizo subir las alarmas sobre el destino de los edificios históricos de Miramar. Patricia Zapata advirtió que la emblemática capilla San Antonio, conocida como la "Iglesia Croata", ya transita un camino similar. "La vendieron, ya es privada", confirme la guía, señalando que el inmueble pertenece a Marcel Sudar.
Para la Asociación Civil, esta venta responde al auge inmobiliario impulsado por la extensión de la nueva costanera hacia esa zona. "Se perderían los dos íconos históricos únicos que tiene Miramar", lamentó Zapata. El temor en la comunidad es que, al igual que ocurrió con la iglesia, el interés comercial termine restringiendo el acceso a la memoria colectiva de la región, transformando sitios de interés cultural en propiedades exclusivas.
