El francés Franky Zapata logra cruzar el canal de la Mancha en tabla voladora
Este fue su segundo intento y le tomó 20 minutos tras una breve parada para cargar querosén en su "jet".
Lo consiguió en su segundo intento. El "hombre volador" Franky Zapata logró ayer su hazaña de cruzar el canal de la Mancha a bordo de su "Flyboard" en unos 20 minutos, tras una breve parada en un barco para repostar en querosén.
Este francés de 40 años despegó hacia las 8.15 (3.15 de la Argentina) a bordo de su tabla voladora desde la playa de Sangatte, en el norte de Francia, en medio de un ruido ensordecedor y bajo la mirada de cientos de curiosos.
Vestido de negro, con arnés y casco, despegó rumbo a la bahía de St. Margaret, en el sur de Inglaterra, donde aterrizó 22 minutos más tarde, tras sobrevolar el canal a entre 15 y 20 metros de altura, convirtiéndose en el primer hombre en cruzar el canal de la Mancha a bordo de una tabla voladora.
Durante la travesía, se posó durante unos momentos en un barco, en aguas francesas, para cambiarse la mochila, en la que llevaba el querosén necesario para que su aparato funcionara.
El aterrizaje en ese barco "fue complicado, todavía se movía bastante, no logré posarme a la primera pero lo hice al segundo" intento, explicó a la prensa tras haber vuelto a Francia.
Una vez se posó sobre la plataforma de abastecimiento, "sabía que había hecho lo más difícil", declaró.
Luego volvió a despegar hacia las costas británicas, donde aterrizó tras haber recorrido los 35 km del estrecho, de pie sobre su máquina voladora dotada de cinco turborreactores de aire que permiten despegar y avanzar a hasta 190 km/h, con una autonomía de unos diez minutos.
A su llegada a las costas británicas, Zapata levantó el puño y se abrazó a uno de sus colaboradores.
"Veía Inglaterra que se iba acercando e intenté disfrutar para no pensar en el dolor. ¡Las piernas me quemaban!", aseguró Zapata, justo después de aterrizar, añadiendo que se trataba de un "trabajo de equipo".
"Creo que no estuve lejos de mi límite", admitió más tarde en una rueda de prensa en Sangatte, en el norte de Francia.
Zapata, quien dijo que se sentía "cansado" y necesitaba unas vacaciones, aseguró que ya tiene otros desafíos en mente, como terminar su "coche volador".
"Quiero volar a 2.000 metros y volar por encima de las nubes. ¡Es la próxima etapa!", declaró a la AFP. "¡Me siento bien, feliz y afortunado!".