El fotógrafo y cuidador de la naturaleza

Federico Rosas se dedica a fotografiar y observar especies de animales que tiene cerca. En Freyre, el pueblo donde creció, tiene más de 200 especies registradas.
Por Ivana Acosta
Ver y registrar a los animales en su máximo esplendor no es una tarea que hagan muchas personas, requiere de paciencia y conocimientos de aquello que se encuentra. Esa dedicación es una característica natural en Federico Rosas, un joven de 27 años de Freyre que además de este hobby persigue su objetivo de ser Guardaparque.
Desde siempre le gustó todo lo relacionado con la observación y la naturaleza y cuando le regalaron su cámara todo fue mucho más fácil porque comenzó a tomar registro y sumar datos sobre la fauna existente en distintos lugares que ha visitado. "Fue una locura" y se apasionó en contribuir al registro de especies y que con las fotos la gente conozca más de lo que tiene a su alrededor"
Al principio siempre me gustó la naturaleza, todo lo que es registrar y se hizo más fácil el día que me regalaron una cámara, fue una locura porque podía ir no solo a observar sino sacar fotos para que la gente conozca lo que tiene a su alrededor.
Federico durante el año está en la capital porque estudia la Tecnicatura Universitaria en Guardaparque que dicta la Universidad Provincial de Córdoba y el Parque Sarmiento de aquel lugar es uno de sus preferidos para continuar aprendiendo de la madre naturaleza.
Inicialmente estudió casi toda la carrera de Biología en Córdoba, luego decidió que ser Guardaparque y "aprovechar la práctica" era lo que más se relacionaba con su afición por "la naturaleza". Esto "siempre le gustó" y es algo presente en él desde que era chico y pasaba horas observando todo lo que había en el patio de su casa y alrededores, una época donde el campo no estaba regado de agroquímicos como ahora.
Federico contó que en los alrededores de Freyre se pueden ver doce especies
diferentes de patos como en este caso que es un pato cuchara. (Gentileza:
Federico Rosas)
De hobby a profesión
En Córdoba, Federico va siempre al Parque Sarmiento que está en el medio de la ciudad donde afirmó que tiene registradas más de 100 especies que pululan en el lugar, algo "maravilloso teniendo en cuenta que ni siquiera es una reserva sino un parque".
Su trabajo se complementa a través de las redes: "Ahí doy a conocer con fotos e información para que la gente conozca, eso lo adquirí a partir de la facu, de ir a ver y con muchos libros de aves que tengo". Sin embargo, aprendió mucho más en la facultad: "Tenía una materia que se llamaba Diversidad Animal II donde te enseñaban una pequeña porción de lo que son las familias de aves".
Ahí fue que acompañado de un amigo empezaron a salir y eso se transformó en una costumbre: "Me volví loco cuando empecé a conocer las familias y especies que hay en Argentina. Hay especies que todavía quiero ver, empecé a viajar y buscar especies para ver. Empezó como un pequeño hobbie y se convirtió en una pasión".
Cuando cambió de carrera sentía que "había cosas que no le cerraban y estaba estancado", y uno de esos grandes cambios que lo inclinaron a querer ser Guardaparque fue una experiencia de avistaje a la que lo invitaron.
"Tuve una experiencia en Formosa de un amigo que es biólogo y me invitó. Él hacía muestreos de aves en diferentes lugares del chaco seco y húmedo. Es espectacular. Entonces pensé que esto era lo mío, estar afuera, registrar y con la carrera de Guardaparque conservando un lugar donde la gente pueda aprender", recordó con emoción.
Este verano halló un ejemplar de espinero que con su pareja construyeron su nido.
La riqueza de la zona
Según la visión y experiencia de Federico, en Freyre "el ambiente está deteriorado", pero eso sucede también en otras partes de la provincia donde de a poco el bosque nativo va desapareciendo porque se elige construir. "Creo que también pasa porque estamos faltos de conocer sobre la conservación del medio ambiente y lo importante que es no solo para ahora sino para el futuro porque nosotros vivimos de la naturaleza, aunque se nos olvide", agregó.
Para que "no se nos olvide" él optó por mostrar y dar a conocer lo que ve con la fotografía e información adicional en los textos a modo de concientización: "Para cuidar hay que conocer de lo que estamos rodeados".
En este sentido dijo que "está sorprendido por la cantidad de especies que ha relevado en Freyre" donde estuvo los últimos meses mientras duraba el receso universitario. Hasta el momento estima que localizó 200 especies de aves y también otros animales como un gato montés que encontró hace poco tiempo.
El crespín es otra especie de ave que llamó la atención de Fede porque hace muchos años abundaba en la zona, pero ahora es muy escasa.
Equipado por completo
Antes de salir a su aventura, Federico controla que tenga en su mochila la cámara, sus nuevos binoculares y eso lo complementa con la gorra, borcegos y pantalón largo además de líquido para hidratarse.
"Primavera - verano es un lindo momento para ver aves por la migración, intento ir cuando amanece hasta media mañana donde se puede aprovechar la luz y el calor para uno y por las aves que tienen esa actividad", relató.
En ocasiones también hace un turno por la tarde donde pasadas las 18 y hasta que se va la luz anda dando vueltas en bicicleta: "Son los mejores momentos para ir a ver porque hay bandadas casi a la hora del crepúsculo y se acuestan todas a dormir después de buscar un lugar".
Hallazgos recientes
En las recorridas que hizo este verano quedó grabado el día único en que logró ver un ejemplar de pirincha negra, un ave que no suele estar en la zona.
"Ahora busco el lechuzón de campo que es difícil de encontrar sobre todo por los nombres vulgares que tienen las aves según la cultura del lugar, un día me indicaron donde podía haber una y cuando llegué a ver en realidad una lechuza de campanario", narró. Esa ave logró capturarla en su esplendor lejos de las supersticiones que rodean a la especie.
"Después vi un nido, me llamó la atención y encontré un espinero negro que con este es el cuarto registro existente en la provincia de acuerdo a los datos de la plataforma mundial E - Bird", dijo. Ahora su desafío es "hacer el seguimiento de cómo es su nido, el nacimiento de los pichones de una especie que se puede encontrar en los Esteros del Iberá". Esa especie que vio este verano "no la esperaba para nada" así que fue una grata sorpresa.