El enojo de la viuda de MarioPereyra contra el COE: “Los llevaría a la Justicia”

Esthela Gonzales se manifestó a través de una carta en sus redes sociales criticando los protocolos que le impidieron a su familia despedir al conductor radial.
A tres meses del fallecimiento de Mario Pereyra a raíz de haber contraído Covid-19, Esthela Gonzales, esposa del reconocido conductor, publicó una carta en su perfil de Facebook criticando al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y sus protocolos.
Según informó La Voz del Interior, la mujer, que el martes cumplió 74 años, relató cómo fueron la sucesión de hechos desde que dieron positivo hasta que se enteró de la triste noticia del fallecimiento de su esposo (recién nueve días más tarde del deceso).
"Esto que hoy escribo está dirigido al COE, esa entidad misteriosa que domina nuestras vidas. Les cuento mi experiencia en el día de mi setenta y cuatro cumpleaños. Un día, ante algunos síntomas, nos hisoparon a mi marido y a mí. Luego de varios intentos dimos positivo y nos internaron: ese día lo vi por última vez", comenzó relatando Esthela, agregando que al principio su cuadro era más grave que el de él.
"Mis hijas no pudieron vernos más, pasó un mes y días, casi dos meses y allá donde yo iba por la gravedad de mi estado, me cerraron las puertas. Ni el cielo ni el infierno me aceptaron. Salí de terapia y fui a una habitación donde estaban mis dos pollitos juntando fuerzas".
"Pregunte '¿Y el papi?' y la mayor me dijo que hacía 9 días había muerto. Les pregunte qué les dijo... no les habían permitido acercarse y ahí los señores del COE solo les dijeron que buscaran una empresa funeraria que se haría cargo", agregó.
Ahí llegó la mayor crítica al organismo: "Por eso digo, mi marido desapareció, nadie lo vio, no permitieron un escaso velatorio, solo cremación, y así fue que cuando volví a mi casa me esperaba una urna con ¿sus cenizas? He tenido otros duelos pero no fueron como este. Nadie vio muerto a Mario ¿qué puedo pensar? Que se esfumó".
Esthela confesó luego que al principio se hizo la ilusión "que Mariano y Mateo lo recibieron" (en referencia a su hijo y su nieto que fallecieron hace algunos años).
"Hoy estoy tan enojada que eso ya no me consuela. Hemos estado un año el mundo entero obedeciendo a unos señores que con sus horrorosos dictámenes nos han aislado de los seres queridos y el resultado no es auspicioso".
Por último, reveló cómo atraviesa estos días. "Por los que me quedan, por el amor de ellos es que vivo en una " normalidad aparente " pero cuando quedo sola maldigo a los que inventaron ese protocolo absurdo. Si fuera posible los llevaría a la Justicia (de la cual también descreo) pero la poca razón que me queda me dice que es inútil. Así viviré el tiempo que me quede", concluye.