El día después, Costantini volvió a ser fábrica

Emplazada en el Parque Industrial de San Francisco, la firma familiar que en poco más de una década pasó de los engranajes a crear soluciones tecnológicas para empresas, recuperó su ritmo de habitual de producción tras sede de una "cumbre" entre Macri y los empresarios de San Justo.
El ritmo de trabajo volvió hoy a la normalidad en la empresa Costantini S.A., dedica a la automatización industrial, luego de que este miércoles Mauricio Macri y su comitiva eligieran su planta en el Parque Industrial como epicentro de una "cumbre" con empresarios del departamento San Justo. Los días previos un llamado desde la Casa Rosada alteró la rutina de trabajo que se abocó a los preparativos que ameritaban la visita.
Aquello que nació como una pyme familiar en 1996, hoy es una generadora de soluciones tecnológicas para todos los sectores industriales, incluso, para aquellos afuera del país.
En 2017, cuando no imaginaban que su evolución los convirtiera en anfitriones de un presidente, LA VOZ DE SAN JUSTO había recorrido la fábrica, que estaba en un proceso de fuerte inversión en equipamiento y capacitación del personal en software y hardware. Dos años después, la crisis demoró los resultados pero no detuvo el desarrollo.
Igualmente, Constantini pudo concretar proyectos en la parte productiva de las instalaciones y está a punto de continuar con un proceso de renovación en el sector administrativo "para contar con un espacio más relajado y cómodo de trabajo" revirtiendo una concepción "algo antigua" respecto a este espacio.
Alejandro Costantini: "Sin inversión una empresa está condenada a muerte"
De adentro hacia afuera
Como directo sucesor de su padre Rubén, con quien inició la aventura de comenzar a producir en el Parque Industrial en un rubro que hasta ese momento les parecía totalmente nuevo pero igualmente muy atractivo, Alejandro se contagió de ese entusiasmo emprendedor y tomó las riendas de la firma que busca seguir creciendo en base a un estímulo constante del personal a cargo.
Convencido de que "la gente da lo mejor de sí cuando trabaja de una manera más relajada", Costantini explicó que "no exigimos tanto una mayor productividad tanto como que cada uno pueda librar su mayor capacidad. Si la persona trabaja en un ambiente acogedor, agradable y cómodo, el resultado es mucho más fructífero".
Precisamente este objetivo se busca mediante modificaciones edilicias que se pondrán en práctica en el futuro inmediato, con nuevas salas de reuniones, área de ingeniería e inclusive salas de esparcimiento, entre otros espacios.
Cambios en las condiciones de trabajo
El impacto de la crisis los obligó a mediados del año pasado, como a muchas empresas, a postergar proyectos productivos. Sin embargo, con esfuerzo y determinación lograron mantener el rumbo pese reconocer incertidumbre sobre lo que puede pasar en el futuro inmediato.
"A nadie le favorece vivir en una incertidumbre permanente", aseguró el empresario
Mientras la reforma laboral ya ocupa el debate, Costantini abogó por "un cambio en las reglamentaciones laborales para que las empresas tengan menos miedo de tomar gente".
"A nadie le favorece vivir en una incertidumbre permanente. Cuanto más fácil sea tomar personal y con menores costos, será más factible que se pueda satisfacer la demanda laboral", estimó el empresario.
Evolución
Costantini S.A. fue una de las primeras pymes en instalarse en el Parque Industrial San Francisco, en el año 1999. En ese momento contaba con apenas tres años de trayectoria en el mercado local y hasta entonces funcionaba como una fábrica de piezas y engranajes en Av. Rosario de Santa Fe y Garibaldi. Decidió dar el gran salto, reconvertirse y a partir de allí no ha parado de crecer.
Evolucionó al ritmo del mercado y llegó a competir con empresas europeas del rubro.
En la actualidad se trata de una empresa de ingeniería "capaz de automatizar una parte o una línea de provisión completa para un proceso productivo en distintas ramas de la industria". También tienen presencia en proyectos de Chile, Uruguay y Brasil.
La firma está emplazada sobre un terreno de 10.000 metros cuadrados en el cual se cuentan instalaciones que abarcan poco más de 4.000 metros cuadrados.
En ese lugar se ubican las oficinas comerciales mientras que el área principal la ocupa la ingeniería. El sector productivo está comprendido por tres naves: mecanizado, procesamiento de chapa y la restante, de ensamble y puesta en marcha de los productos fabricados.
Además, despliega aplicaciones de
software en el lenguaje del robot KRL (Kuka Robot Language). Además de los
comandos generales, hacen programa a medida. La sanfrancisqueña representa a la
alemana que fabrica los robots.
Históricamente la empresa cuenta con un
plantel promedio de 30 empleados aunque cuando deben satisfacer pedidos muy
puntuales de grandes empresas "acostumbramos a contratar personal de manera
temporal, sobre todo en situaciones de montaje", aclaró Alejandro.
Inversión
Si bien la producción de la empresa fue mutando con el paso del tiempo, actualmente el mayor mercado de la firma apunta a satisfacer la demanda de la industria alimenticia. Igualmente desarrollan proyectos productivos para la industria metalmecánica (soluciones automáticas en los procesos de corte y soldadura para estructuras), el petróleo, la automotriz, equipamientos para la agroindustria, etc., tanto en el mercado interno como externo.
"La industria alimenticia en los últimos años está evolucionando, invirtiendo mucho en mejorar los procesos, mejorar la competitividad y eso nos demanda mayor cantidad de proyectos", indicó el entrevistado.
Para cualquier empresa, la inversión es uno de los pilares fundamentales para garantizar el crecimiento y así lo entiende Costantini.
"Aquí la inversión es constante", dijo para luego señalar que "sin inversión una empresa está condenada a muerte".
"Cerrarse al mundo es inviable"
Mirando hacia el futuro, el empresario se mostró favorable de que se implementen políticas "de incentivo al sector productivo" a partir de un Estado que acompañe a las empresas, porque cerrarse al mundo es inviable".
Reconoció también que el principal problema de los argentinos es la inflación. "El presidente Macri sabe muy bien eso y entre otras cosas, el principal reclamo de los empresarios hacia este gobierno fue que baje las tasas de interés porque hoy hay una gran pérdida de competitividad en las empresas".
"La inversión viene de la mano del financiamiento pero para que eso sea posible tiene que haber tasas acordes y no las que hay en el mercado, son enormemente altas -continuó-. Sabemos muy bien que para bajar las tasas primero hay que bajar la inflación equilibrando las cuentas del Estado. Es una situación compleja porque equilibrar las cuentas del Estado lleva de la mano tener que tocar cosas sensibles".
En los últimos dos años dijo que "se pudieron cumplir la gran mayoría" de los objetivos propuestos como empresario, aunque al mismo tiempo admitió que "lo que más costó en este tiempo fue reducir la inflación" que calificó como "la materia pendiente" de la agenda política.
Se creía que para esta fecha "íbamos a tener una inflación de un dígito y que eso iba a ayudar a todo el país a crecer y progresar, invertir, cumplir los sueños y acceder a lo que necesitamos, pero lamentablemente en eso no hemos podido avanzar mucho. Si no avanzamos en eso, no podremos hacer muchas cosas más", concluyó.