El desafío de ser médica rural: “Lo bueno de trabajar en los pueblos es que se puede educar al paciente”

La doctora Manuela llegó de Venezuela a la Argentina y se radicó hace tres años en Colonia Las Pichanas donde nunca habían tenido un profesional de la salud. Hoy enfrenta los desafíos y disfruta los encantos de ser médica en un pueblo. "Si estás cansado de las grandes ciudades, quieres un lugar tranquilo, trabajar y descansar, la parte rural es lo ideal", dijo.
Isabel Fernández|LVSJ
El destino llevó a la médica venezolana Manuela Medina Giménez, a encontrar la posibilidad de ejercer la medicina en Colonia Las Pichanas, tras llegar a la Argentina escapando de la crisis de su país. La joven eligió esta tierra del departamento San Justo ya que nunca antes habían tenido un médico fijo en el lugar.
Hoy, a tres años de su radicación en este pueblo del interior cordobés, la doctora Manuela enfrenta los desafíos y también disfruta de los encantos que tiene el ser médica rural.
Los profesionales que trabajan como ella, en poblaciones chicas, no solo conocen al paciente, sino también a la persona. La mayoría de las veces y ante la falta de recursos humanos, son los únicos responsables de la salud.
Comprometidos con su misión forman parte de la pequeña comunidad a la que cuidan siempre y curan cuando las posibilidades se lo permiten. Con los pies sobre la tierra de las calles del pueblo, Manuela forma parte de un grupo de profesionales de la salud que le dan sentido a una profesión milenaria, que ayuda a sanar.
Hoy lunes 4 de julio se celebra en nuestro país el Día del Médico Rural, en conmemoración del natalicio de Esteban Laureano Maradona, médico, naturalista, escritor y filántropo argentino. En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, la doctora Manuela contó cómo es su día a día en Las Pichanas y cómo ejerce su profesión.
"Es un pueblo muy tranquilo, lo bueno de trabajar en los pueblos es que se puede educar al paciente, se puede seguir de cerca a cada uno, todos se conocen, en tiempos de pandemia han sabido respetar las normas, se cuidan entre ellos mismos", destacó.
La profesional afirmó que el desafío llega cuando se presenta una emergencia. "Es un reto qué hacer cuando se presenta una emergencia, la necesidad de una derivación, solo brindamos atención primaria de la salud y no contamos con ambulancia".
"Afortunadamente la mayoría de los vecinos tienen auto y en tal caso la municipalidad cuenta con el apoyo de ambulancias de localidades cercanas como La Tordilla, La Para o Villa Concepción del Tío. Hasta ahora hemos contado con las ambulancias vecinas y son pocas las emergencias que tuvimos", añadió.
Manuela contó que por día atiende unas pocas personas que llegan a su consultorio. "Atiendo a unos cinco pacientes diarios, la gente por lo general no va a molestar, al menos que sean emergencias. Salgo todos los fines de semana hacer guardias extras lo que sí efectivamente me demanda viajes y tiempo".
Ponerse en el lugar del paciente
Destacó que los vecinos de Las Pichanas "son muy generosos y recíprocos" . "El ser un médico empático, humano, te deja mucho. El ponerse en el lugar del paciente, explorar sus dolencias desde una parte más allá de su enfermedad, brinda mucho más que un diagnóstico. Muchas veces me tocó escuchar pacientes que en realidad a nivel físico no tenían nada, sino que lo que le afectaba era su parte emocional", agregó la médica rural.
En los últimos tiempos se ha visto que hay profesionales que no quieren trabajar en los pueblos, pero para la doctora Manuela es "ideal". "Creo que hay profesionales que no quieren trabajar en lugares pequeños como este, porque no están acostumbrados a estas localidades pequeñas y no hay tanta demanda de pacientes; además tienen que estar lejos para poder ir a otras localidades a hacer guardia, se requiere de tiempo y dinero, además creo que el pago también es un obstáculo, actualmente no es un secreto que el médico no es bien remunerado", consideró.
Para la doctora Manuela, la zona rural es la elegida y por eso a sus colegas siempre le aconseja: "Si estás cansado de las grandes ciudades, quieres un lugar tranquilo, libre, trabajar y descansar, la parte rural es lo ideal".
Cada 4 de julio
en Argentina desde el 2001, se celebra el Día del Médico Rural en conmemoración
al natalicio de Esteban Laureano Maradona, o más conocido como "el Doctorcito
Dios", un ejemplo de solidaridad por apoyar a los más necesitados. Los médicos
rurales se destacan por alejarse de las ciudades para asistir a aquellas
personas vulneradas por su contexto social, económico, cultural, psicológico y
ambiental. Ellos son los protagonistas de tratar a las personas de manera
integral y personalizada teniendo en cuenta los factores mencionados
anteriormente. Esteban Laureano
Maradona nació un 4 de julio de 1895 en Esperanza, localidad de Santa Fe, y
falleció en 1995 a los 99 años. Estudió medicina
en la Universidad de Buenos Aires y entre sus maestros se encontraron Bernardo
Houssay, Pedro de Elizalde, Nerio Rojas, Gregorio Aráoz Alfaro. Durante 50 años
vivió en Estanislao del Campo, una localidad de la provincia de Formosa, y allí
ejerció su profesión sin esperar dinero a cambio. Sirvió a los pueblos
indígenas, estudió sus costumbres y hasta incorporó a sus conocimientos los de
la medicina tradicional aborigen. El doctor fundó
en Formosa la primera escuela bilingüe del país, donde se dictaban clases con
lenguaje nativo. Además escribió libros sobre antropología, flor y fauna del
medio en el que vivió. Una gran frase
que destaca el pensamiento de Maradona sobre su profesión y su manera de vivir
fue : "Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, este
es bien limitado, yo no hice más que cumplir con el clásico juramento
hipocrático, de hacer el bien a mis semejantes". La Universidad de
Formosa lo propuso como candidato al Premio Nobel de la Paz en tres oportunidades,
si bien no obtuvo el galardón, recibió de parte de la Organización de las
Naciones Unidades la Estrella de Medicina para la Paz. Maradona se
caracterizaba por su humildad, en alguna ocasión dijo: "No quiero recibir el
Nobel. Y si me obligaran, donaría todo el dinero para la niñez. Porque, una vez
que yo parta, no quiero que quede un solo chico sin saber leer, escribir y sin
atención médica. Ellos son los verdaderos dueños del país"."Yo no hice más
que cumplir con el clásico juramento hipocrático, de hacer el bien a mis
semejantes", dijo el doctor Maradona
"El doctorcito
Dios": ¿Quién era
Esteban Laureano
Maradona?
Un "Maradona" de
la medicina