El desafío de reaprender a vivir después de un ACV
A los 49 años, el estrés le dio un"cachetazo" de realidad a Juan Reyna, que nunca imaginó que una vida acelerada podría afectar tanto su salud hasta paralizar parte de su cuerpo. Cinco años después, con la ayuda de profesionales lucha contra las secuelas de un accidente cerebrovascular y no se da por vencido.
Por Isabel Fernández
Hace cinco años José Reyna trabajaba como gerente en una cadena de electrodomésticos de nuestra ciudad y su ritmo de vida era vertiginoso, lleno de estrés y poco descanso. Pero un 7 de marzo de 2014, a los 49 años, su vida cambió en un segundo: cuando volvía a su casa en la moto, después de una intensa jornada laboral, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico.
Literalmente, sintió que la cabeza"le explotaba", perdió el conocimiento y se despertó un mes después en una clínica de Córdoba.
El ACV hemorrágico ocurre cuando se revienta un vaso sanguíneo y sangra dentro del cerebro. Esto daña las células cerebrales que comienzan a morir.
A José el ACV le provocó una hemiplejia derecha o sea que le dejó paralizada la parte derecha del cuerpo, brazo y pierna, además de afectarle el habla.
Hoy dice sentirse un afortunado porque logró sobrevivir, por eso lucha con mucha fuerza de voluntad para combatir las secuelas y lograr una mejor calidad de vida. Realiza rehabilitación en Synapsis, con la asistencia de un equipo interdisciplinario de profesionales.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, José afirmó que lo que pasó, le ayudó a entender muchas cosas y dijo que en la rehabilitación "hay que poner mucha fuerza de voluntad, aceptarlo y las secuelas que quedan, tratar de controlarlas, pero sabiendo que quedará alguna dificultad. El 95% de la terapia depende de cada uno, el 5% restante depende de los profesionales que son una guía".
Comentó que la rehabilitación es muy lenta y hay que tener paciencia."Tengo que hacer terapia de por vida, porque si no lo hago vuelve la parálisis, porque la hemiplejia es una secuela que siempre voy a tener, no es algo que se cure, se mejora con la rehabilitación", dijo.
Volver a vivir después del ACV. Es la causa más frecuente de discapacidad en el mundo. José nunca imaginó que una vida acelerada podría afectar tanto su salud hastadesencadenar un derrame cerebralque paralizó parte de su cuerpo y dejó atrás una vida, para encontrarse con otra diferente.
Aprender de nuevo
José tuvo que volver a aprender a mover la parte del cuerpo que quedó paralizada, a brindarle más movilidad a su brazo y pierna derechos; reeducar su voz para poder hablar más claramente. Regresó a San Francisco a su casa y estuvo en silla de ruedas un tiempo, luego con bastón, hasta que decidió que tenía que seguir adelante y mejorar su calidad de vida, entonces comenzó la rehabilitación.
Primero fueron tres meses de tratamiento intenso en Córdoba y luego siguió en nuestra ciudad, terapia que continúa actualmente.
"El día a día es llevadero, también hay bajones, pero hay que poner toda la fuerza de voluntad para salir y todo depende de cada uno. Soy yo el que tengo que salir, hay que poner todo de sí y logré independencia, aunque es difícil", contó José, quien tras el ACV accedió a la jubilación.
Uno de los ejercicios que Juan realiza en la rehabilitación y lo ayuda a recuperar la movilidad
Poner un freno y cuidarse más
Recordando aquel día en el que sufrió el ACV, José dijo que estaba"más nervioso que de costumbre" y que después que pasó todo se dio cuenta que el cuerpo le daba señales, peroél no supo reconocerlas.
"Tenía dolores de cabeza fuertes, pero pasajeros, aparecían y se iban, como nunca había tenido nada de esto ni sabía, no supe reconocer los síntomas", afirmó.
Ese día los médicos en el Hospital J. B. Iturraspe donde fue llevado en primera instancia les dijeron a sus familiares que su situación era complicada y que no sabían si iba a llegar a Córdoba hacia donde lo habían derivado por la gravedad del caso.
Para José, el estrés y el ritmo muy intenso influyeron. "El ritmo de vida que llevaba era muy loco y creo que eso tuvo mucho que ver con el ACV por eso se debe poner el freno, cuidarse más para evitar que pase ésto", aconsejó.
"La vida me frenó de golpe. Acostumbrarse a vivir después de esto no es fácil, muchas veces me pregunté '¿por qué a mí?', pero enseguida me respondí: '¿por qué no a mí?', si estoy propenso a las enfermedades igual que cualquier otra persona".
Ese día le subió la presión arterial,"la mínima igualó la máxima y aparentemente por eso se produjo. Nunca antes tuve problemas, los análisis y chequeos me daban bien, no fumaba ni tomaba mucho alcohol, llevaba dentro de todo una vida sana, pero creo que no medí las consecuencias del estrés y el cansancio, nunca imaginé que podía tener un ACV".
"La vida me frenó de golpe. Acostumbrarse a vivir después de esto no es fácil, muchas veces me pregunté '¿por qué a mí?', pero enseguida me respondí: '¿por qué no a mí?', si estoy propenso a las enfermedades igual que cualquier otra persona", finalizó.
Rehabilitación: abordaje integral del paciente
La rehabilitación de una persona que sufrió un ACV tiene como objetivo lograr la inserción del paciente a una vida social lo mas plena posible, ayudándolo a volver a aprender las habilidades que perdió cuando la enfermedad afectó parte del cerebro.
La terapia es abordada por un equipo interdisciplinario que incluye a kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, psicólogos, entre otros.
Los kinesiólogos José Quaglia, Diego Constantino y Mariano Gerlero; la terapista ocupacional (TO) Daniela Bossio, las fonoaudiólogas Karina Cravero, Cecilia Gattino, Victoria Coarasa y la psicóloga Soledad Cámera, profesionales que realizan la rehabilitación en Synapsis Neurociencias, coordinados por el médico neurólogo José Luis González explicaron la función que cumple cada área.
¿Qué se realiza desde la kinesiología?
La intervención kinesiológica comienza desde la internación del paciente en el estado más agudo del ACV, realizando cuidados posturales en búsqueda de una correcta alineación neuro-biomecánica y previniendo el desarrollo de formas corporales distorsionadas.
En una segunda etapa el abordaje por lo general se realiza en el hogar del paciente. "Nuestra intervención se realiza a través de técnicas específicas de neuro-rehabilitación, que se valen de la neuroplasticidad y del aprendizaje motor, para lograr la activación del control postural, el trabajo selectivo del tronco, las diversas funciones de los miembros superiores y la marcha, en definitiva, recuperar las capacidades perdidas por nuestros pacientes", explicaron los kinesiólogos.
Los profesionales de Synapsis explicaron cómo es la terapia
Agregaron que se enfocan en la rehabilitación neurológica y bajo el concepto Bobath realizando actividades funcionales, que le permiten al paciente lograr el aprendizaje motor y adquirir las habilidades necesarias para que reincorpore las funciones perdidas.
"Es importante que la rehabilitación neurológica se realice de forma inmediata en centros donde existan profesionales capacitados con un equipo interdisciplinario que permitan el abordaje global del paciente", dijeron.
¿Cómo es la terapia neurolingüística?
Las fonaudiólogas explicaron que la terapia depende del periodo que trascurre la enfermedad, grado de severidad y de tipo de lesión, y en menor grado de las características de personalidad, habilidades cognitivas lingüísticas y sociales previas al ACV y las posibilidades que el ambiente le brinda.
Considerando estas variables se planifica la rehabilitación a recibir y los objetivos terapéuticos desarrollar.
Añadieron que las secuelas más comunes son hemiparesia- hemiplejia facio-braqueo-crural (derecha o izquierda) abordando desde elárea de fonoaudiología solo lo facial; afasia: alteración en la comprensión y/ o expresión del lenguaje oral y/o escrito; disartia (alteración de las funciones respiratorias, habla, fonación, deglución. También disfagia: trastorno de la deglución.
Estas secuelas pueden provocar trastornos nutricionales, aislamiento social, depresión, disminución de la autoestima, ansiedad, negar la realidad y actitudes de dependencia- pasividad.
Mantenimiento de las capacidades
Desde la terapia ocupacional se trabaja con un programa terapéutico que permita cubrir las necesidades del paciente en particular, buscando lograr su máxima capacidad funcional."Se trabajan aspectos físicos, cognitivos y sociales con el objetivo de lograr el mayor nivel de independencia posible, promover la salud y mejorar su calidad de vida", afirmó la TO.
"Conjuntamente con fisiatría y kinesiología se evalúa la necesidad de férulas, adaptaciones y equipamiento para mejorar su independencia en las actividades de la vida diaria -dijo-, que son elaboradas de acuerdo a cada paciente".
Lograr un nuevo proyecto vital
Luego de una lesión cerebral el comportamiento social y emocional se ven obviamente alterados. Ante esto se requiere una rehabilitación neuropsicológica.
Se realiza la orientación y contención psicológica pertinente para cada caso."Debemos ambientar al paciente que ingresa a instituciones de rehabilitación, ayudar al mismo a elaborar un nuevo proyecto vital, acorde a sus limitaciones en el área familiar, laboral, vocacional y recreativa, realizamos un seguimiento de la evolución del paciente en las diferentes terapias para reforzar objetivos puntuales. También se aborda la estimulación cognitiva y perceptual de la persona", afirmó la psicóloga.
Agregó que también se orienta al grupo familiar a fin de favorecer la reestructuración de roles y actitudes que permitan la mejor integración del paciente y se trabaja en las expectativas, teniendo en cuenta la pérdida ocasionada por la discapacidad. La evolución depende del ambiente en que se encuentra el individuo y de cuanto entrenamiento y motivación dispone. Está comprobado que el inicio temprano del tratamiento de rehabilitación psicológica puede prevenir complicaciones como la depresión".