El deporte infantil jaqueado
El esfuerzo de años puede quedar en el olvido, a pesar del amor por la actividad futbolística de los chicos y la vocación de mantener en funcionamiento un club. Se impone, por lo tanto, un diálogo profundo entre dirigentes y autoridades para encontrar alguna salida para el deporte infantil sanfrancisqueño, en un año dramático para todos.
La Liga de Baby Fútbol de San Francisco anunció hace pocos días que cerraba sus puertas como consecuencia de la prolongada inactividad dispuesta por la extensa cuarentena que se vive en todo el país. Lo hizo con el dolor expresamente reflejado en palabras. A través de un comunicado en el que señala "sin más que poder explicar porque los hechos y las palabras sobran, hemos tomada la decisión de cerrar las puertas de nuestra Liga hasta tanto todo vuelva a su normalidad y tengamos la autorización oficial de retomar la actividad normalmente y sin riesgos".
La medida es un golpe duro para una actividad tradicional en San Francisco. Un deporte que alberga a los más pequeños todos los sábados. Una disciplina deportiva que marcó a varias generaciones de sanfrancisqueños y que ha permitido evitar los famosos riesgos de la calle para innumerable cantidad de niños que encontraron en las canchitas de los distintos barrios un lugar para recrearse, para socializar y para confraternizar.
La Liga de Baby Fútbol no pudo aguantar más una realidad que se vino encima y que afectó a todos los deportes de conjunto que involucran a los niños. El minibásquetbol y otras disciplinas también sufren estas restricciones que se mantienen inalterables y que son muy difíciles de sobrellevar. Así lo manifestaron todos las instituciones del baby, "ya que sin actividad los esfuerzos para que un club no decaiga son enormes y muy limitados, y los servicios esenciales hay que afrontarlos, y por ende la Liga como ente rector sufre las mismas consecuencias". Se señaló que hubo propuestas para que los niños "no quedaran sin la práctica de nuestra actividad ya que no tenían competencia oficial, con los consiguientes cuidados para estos casos, pero no fue aceptada nuestra propuesta".
La cerrada negativa a que los niños se encuentren en las canchas de baby fútbol con los debidos cuidados se contrapone con las innumerables violaciones a estas restricciones. Partidos de fútbol en espacios verdes se pueden observar tan solo recorriendo los barrios de la ciudad. Incluso dirigentes de una entidad como Estrella del Sur, que posee instalaciones con piso sintético, tuvieron que sacar gente que estaba jugando, sin respetar protocolos ni la propiedad", según admitieron a este diario.
Las reflexiones de los dirigentes del Baby Fútbol discurren por la misma senda. Si no se retorna pronto a la actividad, los clubes deberán cerrar sus puertas tal como lo hizo la Liga. El esfuerzo de años puede quedar en el olvido, a pesar del amor por la actividad futbolística de los chicos y la vocación de mantener en funcionamiento un club. Se impone, por lo tanto, un diálogo profundo entre dirigentes y autoridades para encontrar alguna salida para el deporte infantil sanfrancisqueño, en un año dramático para todos.