Sociedad
El creador de los murales que cuentan las historias de los pueblos
“Un mural se va ideando dependiendo la historia del pueblo y las imágenes que se tiene del mismo", dijo el muralsta Juan José Amaya.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Los pueblos escriben sus historias con hechos y siempre es importante recordar el esfuerzo de hombres y mujeres que forjaron el pasado para construir el presente.
Por ese motivo, los murales se convierten en una especie de muestra viva para no olvidar y siempre recordar cómo es la historia de los habitantes.
Para eso está Juan José Amaya, el muralista y artista plástico de 40 años oriundo de Luque, provincia de Córdoba, que supo recrear en casi todo el departamento San Justo la historia de los pueblos en paredones que parecen interminables.
En palabras de Juan José Amaya, “un mural se va ideando dependiendo la historia del pueblo y las imágenes que se tiene del mismo. Generalmente, se plasma la cronología del pasado, presente y futuro”.
“El pasado, generalmente está marcado por el ferrocarril que llegó a los pueblos para hacerlo crecer pero a la vez voy sondeando las características de cada uno de ellos. Con eso voy armando un bosquejo”.
Pero Juan José no está solo. “También recibo ayuda del intendente de turno para ver los motivos que se pueden hacer teniendo coherencia con lo que va a representar el mural”.
Por los pueblos
Alicia, El Fortín, El Arañado, Colonia Prosperidad, Saturnino María Laspiur, Colonia Las Pichanas. El departamento San Justo parece estar a los pies del trabajo artístico de Juan José y es fácil identificar sus trabajos, no solo creaciones sino también restauraciones. “A las municipalidades les gusta lo que hago y ellos tienen fechas en las que conmemorar los pueblos y esa es una buena oportunidad para hacer un mural”.
El artista utiliza la técnica del esgrafiado, una forma de hacer arte que puede considerarse como una variedad o tipo de grabado realizado sobre una superficie estofada, a partir de dos capas o colores superpuestos que permiten revelar formas o dibujos al retirar o rallar la capa exterior. En el caso de Juan José, “son capas de revoque teñidos con ferrita, un material de propiedades magnéticas cuyo principal componente es el óxido de hierro, que van desde el negro, el rojo, el amarillo y termina en el blanco”.
“El trabajo lo comienza un albañil y luego lo intervengo yo, dibujando, calando con el boceto en mano que llevo a escala y luego, voy creando en el muro”.
Siempre artista
Juan José comenzó desde muy niño con su pasión por el arte. “Recuerdo que en horas de la siesta no podía hacer ruido porque todos dormían entonces, tomaba las revistas con dibujos como Billiken y copiaba. Eran tiempos en que no había Internet. Después, empecé a hacer retratos y copiar objetos”.
Luego de cursar el nivel primario y el secundario, tuvo la oportunidad de asistir a la Facultad de Bellas Artes en la Universidad Nacional de Córdoba pero al tiempo eligió ser autodidacta y que el arte lo sorprenda. “Elegí vivir de esto”, confió el artista.
Con una vida dedicada al mural, el creador afirmó que su obra más grande yace en Balnearia, trabajo que hizo con otro colega hasta que decidió caminar solo en el arte. “Los próximos proyectos están por verse. Yo me muevo, sondeo los pueblos, llevo mi propuesta. Es toda una odisea”.