El correo postal, la “red social” en la Brinkmann de hace un siglo

El correo postal llegó a Brinkmann en 1911 de la mano del ferrocarril como principal medio de transporte y comunicación para los inmigrantes de la época. El testimonio de Héctor Balbo, quien se desempeñó como mensajero y jefe de personal de 1957 a 2002.
A pesar de la digitalización en las telecomunicaciones, el correo postal permanece vivo en Brinkmann. Este fue una pieza fundamental en la historia de esta comunidad, ya que permitió conectar a las personas pese a la distancia, algo que hasta 1911 se hacía a través de rudimentarios medios de transporte.
En esto tuvo real protagonismo la llegada del ferrocarril, que permitía recibir las buenas y malas noticias de familiares y amigos de los primeros inmigrantes que llegaron al pueblo.
Esta institución fue siempre una referencia en la ciudad, la cual surge unos 20 años después de la creación de la misma.
Héctor Balbo es uno de los tantos protagonistas de la historia centenaria de la entidad que este año celebra su 106 aniversario. Balbo ingresó como mensajero en 1957 y luego ascendió como jefe de personal, cargo que ocupó hasta el 2002, gozando hoy de su merecida jubilación.
"En ese momento la correspondencia venía en tren y teníamos que esperar siempre hasta las 2 o 3 de la madrugada para que llegara el cargamento previsto para las 21", recordó Balbo.
En entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, Balbo relató que "había que hacer dos o tres viajes de la estación al correo, ya que el volumen de correspondencia era muy grande. Las sacas (como se denominaba a las bolsas de lona que contenían la correspondencia) tenían una letra identificatoria de acuerdo a su tamaño".
Al recibir la mismas, había que separar aquellas cartas que eran para distribución de las que estaban fuera de radio y se destinaban a las casillas, por abecedario".
En este sentido, señaló que "se vendían casillas privadas a los vecinos, quienes contaban con su propia llave para revisar si tenían correspondencia, algo que ya prácticamente no se ve, aunque permanece disponible el servicio".
"Todo lo que eran telegramas se enviaban a través del telégrafo", agregó el ex jefe de personal.
La sede actual de correo argentino, en Comuna de Giaveno esquina bulevar Belgrano.
Pasión por entregar las buenas nuevas
Cabe recordar que el correo llegó a Brinkmann en 1911 y bajo la conducción de Hipólito Bianchi, la actual esquina de bulevar Belgrano y Córdoba se convertiría en el centro de comunicaciones de la ciudad durante mucho tiempo.
A lo largo de 70 años, por la vieja oficina del correo pasaron los papeles comerciales, las cartas de amor, los comunicados oficiales, las tristes noticias y las buenas nuevas. Luego llegaría el tiempo de la renovación y la innovación, un paso transitorio por el edificio de bulevar San Martín 199 hasta la instalación definitiva en 1991 en su actual sede ubicada en Comuna de Giaveno esquina bulevar Belgrano.
Por otro lado, Balbo asegura que "era una labor que realmente amábamos y respetábamos mucho. De hecho, los primeros años, a mí me tocaba ir todos los domingo a las 8 a colocar la bandera y a las 18 a sacarla, con el sacrificio que eso implicaba ya que en ese momento yo iba a visitar a mi novia en Morteros y tenía que viajar para cumplir con esta tarea".
Y destacó que "el correo era muy importante para los vecinos en general y sobre todo para los inmigrantes que encontraban por este medio la única forma de comunicarse con sus familiares y amigos".
Empleados del correo frente a una de las sedes de la época
De profesión mensajero

Héctor Balbo y una foto para el recuerdo
Respecto de la organización del trabajo, Balbo contó que "la ciudad se dividía en dos sectores. Teníamos dos carteros que salían con 400-500 cartas cada uno, lo
que le llevaba unas seis horas diarias para repartir".
Además, recordó que eran muchísimas las encomiendas que llegaban y muchas veces no daban a vasto para repartirlas.
Entre sus anécdotas rememoró que "yo tenía una motocicleta marca Gillera con la que me iba hasta la zona rural para entregar los telegramas a quienes allí residían, algo que no se podía hacer ya que estaba fuera del radio y si me pasaba algo el seguro laboral no me cubría".
"Se buscaba todos los medios para que la gente se enterara de las buenas noticias, sobre todo porque en se momento no había otro medio de comunicación", rescató Balbo.
Asimismo, destacó el valor que le daban a las cartas. "Con mis compañeros siempre decíamos que si íbamos a un domicilio y el titular no estaba, preferíamos volver y asegurarnos de que la carta llegue a sus manos; no dejarla tirada en cualquier lado, sino en mano o ´bajo puerta´", manifestó.
"En ese momento no había otra forma de comunicarse, el correo era sagrado tanto para nosotros como para quienes lo recibía", reiteró.
Finalmente, Baldo comentó que "con el paso del tiempo, el personal se fue recortando hasta que llegamos a ser sólo dos personas".
"Después de eso pasamos a contar con Transporte Morteros como principal medio de entrega, por lo que teníamos que ir a esperar los ómnibus y llevarlos al correo. ya después llegó la innovación y a través de correo oficial allá por 1991 (correo argentino) ya se cuenta con transporte propio para acercar al correspondencia".
El pasado viernes 12 de mayo,
Brinkmann vivió una jornada muy especial. En el marco de la celebración de los
125 años de la ciudad, el municipio realizó un homenaje al correo postal por
sus 106 años, así como también a aquellos que pasaron por el lugar durante más
de un siglo. El acto estuvo encabezado por el
intendente Gustavo Tevez junto a miembros del ejecutivo, el Jefe del Correo
Brinkmann Sergio Calero, el gerente Zonal Ariel Rolando, empleados actuales y
ex empleados, familiares y vecinos de la ciudad. Durante el acto se descubrió una placa
que será colocada en la sede del correo.
Asimismo se realizaron reconocimientos y
menciones a jefes y personal que pasó por el correo durante todos estos años:
Tomas y Manuel Hidalgo, Nicolás Vivas, Luis Torres, Ernesto Baima, Noé Banegas,
Carlos Menardi, José Luis Cabrera, Cristóbal Pereza, José Rubiolo, Basilio Sánchez,
Silvio Otro, Delfit Francia, Walter Vivas, Liliana Sánchez de Ponso, Héctor
Balbo, Rubén Cortez , Ricardo Ferrero, Fabián Brezzo, Pablo Rodríguez, Javier
Subassi, Juan Carlos Bordoni, Damián Vega, Carlos Proselli y Sergio Calero
(actual jefe). Dos videos con la historia del correo
oficial de la República Argentina y con la historia del correo en Brinkmann le
dieron el marco al homenaje.Emotivo homenaje
Funcionarios municipales junto a miembros del
correo descubrieron placa recordatoria