El cierre de la agroindustria dejó a Porteña sin su gran fiesta

La Fiesta Provincial del Agro, fue hasta hace una década el evento más importante del pueblo. El cierre de las fábricas de maquinarias en los años 90, los cambios en la comercialización y el avance de la tecnología le ganaron al esfuerzo de sus organizadores por mantenerla viva. Ahora apuestan a la nuevas generaciones para recuperar lo que fue parte de la identidad del pueblo durante casi 50 años.
Durante 49 años, la Fiesta Provincial del Agro fue la vidriera productiva, industrial y comercial de Porteña, que se caracterizaba por contar con importantes fábricas de maquinarias agrícolas reconocidas en toda la provincia y el país. Éstas eran las que sostenían económicamente el evento más importante que tuvo el pueblo hasta hace cuatro años, cuando se realizó por última vez.
La fiesta nació en 1965 desde la Asociación Italiana "Príncipe Humberto" con la intención de rendir homenaje "al hombre que trabaja la tierra".
Durante casi una semana y con diferentes actividades que incluían muestra estática, conferencias, remates y el tradicional baile y coronación de reinas, la primera quincena de septiembre, era cita obligada para los habitantes del pueblo y la región.
Nada tenía que envidiarle a las grandes exposiciones agropecuarias de la zona, de hecho era una de las más importantes detrás de las que se realizaban en San Francisco y Rafaela. Aunque, la Fiesta Provincial del Agro no corrió con la misma suerte que las mencionadas y en 2015 puso punto final a su realización.
Es que en aquel entonces, las familias dedicadas a la producción agropecuaria representaban gran parte de la sociedad de Porteña. Eran cerca de 200, las que vivían del campo, siendo hoy sólo 60-70. La actividad ganadera predominaba en la región, aunque la agricultura tenía su parte con cultivos como el trigo y el sorgo como protagonistas.
El polo agroindustrial era integrado por fábricas de cosechadoras como Daniele o Bernoto, que no lograron sobrevivir a la crisis de los 90.
Estos factores, que derivaron en una limitante económica para sus organizadores, hicieron que la esencia de la fiesta se fuera perdiendo y cambiando su formato con el paso de los años. La tradicional exposición desapareció hace una década, y desde entonces se eligió seguir sólo con la parte social, con el baile y coronación de las reinas, lo cual también se diluyó hace tres años, ante la falta de convocatoria de público.
Un cartel oxidado en el Parque Celestino Gioino y la imagen "descuidada" de la Virgen María Auxiliadora, patrona del agro, es el único rastro que quedó de esta fiesta que cargó un fuerte sentido de pertenencia y que "los viejos" esperan sea reeditada algún día.
El Parque Celestino Gioino, inaugurado en
septiembre de 1966
Polo industrial y comercial, el "sostén" de la fiesta
"La fiesta nace desde una institución que nada tenía que ver con la producción agropecuaria pero que quería mostrar lo que se hacía en el pueblo, donde alrededor de 190 familias eran productoras agropecuarias", señaló a LA VOZ DE SAN JUSTO Hernán Candelero, ex presidente de la Asociación Italiana.
"Hoy se está ligado al campo desde otra forma, no tan directamente desde la producción sino más a la prestación de servicios. De hecho, esas 200 familias se reducen hoy, a 70 solamente", manifestó.
El porteñense destacó el rol de la industria y el comercio, vital para los inicios de la fiesta. "Porteña siempre tuvo siempre esa impronta agroindustrial y como rasgo distintivo contaba con una fábrica de cosechadoras que se convirtió en el sponsor más importante de la fiesta. Se trata de la fábrica Daniele, la cual cerró allá por el año 91 en su último intento de revitalizarla", dijo.
Asimismo rescató la fortaleza comercial del pueblo en lo que hace a la venta de maquinarias y herramientas con concesionarios de que persisten hasta el día de hoy y que formaron parte de la exposición que se desarrollaba en el marco de la fiesta.
El
adiós a la muestra
Según precisó Candelero, entre el 2005 y el 2006 empieza a decaer la muestra y se plantean otros formatos para seguir con la fiesta, siendo que el original ya era muy costoso y no atraía a los expositores.
"Muchas empresas empezaron a hacer sus propias exposiciones a campo, al igual que los semilleros, por lo que se iba diluyendo la figura de la muestra", explicó.
"Los expositores iban a vender, y con el avance de la tecnología las novedades comenzaron a difundirse antes en otras exposiciones, lo que hizo que muchos dejaran de asistir; la respuesta de la sociedad tampoco ya no era la misma", continuó.
En esto también mencionó el cambio radical que generan hoy las redes sociales a la hora de promocionar un producto.
Finalmente reconoció que "tal vez las nuevas generaciones no tuvimos todo el encore y el sacrificio de lo que fue la primera comisión que gestó esta fiesta. No le encontramos la vuelta para poder seguir con la iniciativa".
La ganadería ocupada un lugar destacado dentro de la exposición
La copa que atraía a los ganaderos
La parte ganadera se caracterizó durante más de 40 años por un concurso que atraía a los grandes cabañeros de la zona, hoy ganadores de premios en las grandes exposiciones del país. Se trata de la Copa Challenger que "se adjudicaba a aquella cabaña que lograra tres ejemplares ganaderos campeones consecutivos o alternados, con un año o dos de diferencia", dijo Candelero.
"Así nos asegurábamos la presencia de las cabañas en la muestra siendo que era una copa muy anhelada", puntualizó.
Entre los
precursores de esta fiesta se encuentra María Teresa Boiero, quien durante 37 años
trabajó en la organización de este evento con especial énfasis en lo referente a reinas invitando a
consagradas, inscribiendo a las postulantes, además de recibirlas y
organizarles un agasajo junto a otras integrantes. También acompañó a las soberanas consagradas del agro a otros
eventos regionales, provinciales y/o nacionales representaban a la Asociación
Italiana.María
Teresa Boiero, la reclutadora
de reinas
La sanfrancisqueña Mary Fraire, reina de la primera Fiesta Provincial del Agro
"Llegamos a tener 70 delegaciones, siendo
que yo viajaba a todas las fiestas con las soberanas para invitar a las
consagradas", señaló Boiero en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
María Teresa recordó que en la primera edición, que se tuvo lugar del 8 al 13 de septiembre de 1965 , se realizaron homenajes, descubrimiento de placas conferencias, folclore, festival hípico, misa en memoria de los colonizadores fallecidos, culminando con un baile popular y coronación de la Reina Provincial del Agro, que fue la sanfrancisqueña Mary Fraire.
"La culminación de esta conmemoración era el desfile de reinas consagradas y postulantes por las calles, para terminar con un encuentro bailable en el salón de fiestas y coronar a la soberana". En el 2005, por primera vez se eligió a la Mini Reina.

Una de las reinas consagradas de 1989, en
su "desfile" por las calles del pueblo
Reeditarla, el sueño de los "viejos" en manos de los jóvenes
José Signorelli, actual presidente de Asociación Italiana aseguró que su gran deseo es poder recuperar esta fiesta por la cual trabajó desde su segunda edición.
"Es mi gran sueño que pueda ser reeditada, de hecho lo estuvimos pensando y lo seguimos analizando, aunque lo veo poco probable", sostuvo.
"Lamentablemente las exposiciones se fueron perdiendo en los pueblos y sólo quedaron en las grandes poblaciones o ciudades de la zona", reconoció. En este sentido mencionó el caso de Balnearia y Freyre que contaban con muestras de este tipo.
Por su parte, Boiero aseguró que "me sentí muy mal cuando esto dejó de hacer y tal vez hasta responsable, pero sabemos que los años pasan y uno espera que los esfuerzos se renueven de mano de las nuevas generaciones", expresó.
No obstante reconoció que "todo cambió y es difícil que la gente se comprometa a trabajar en las comisiones, de hecho en el pueblo hay muchas instituciones y en la mayoría está trabajando las mismas personas, desde hace años".
Apeló a las "buenas ideas" de la juventud para reeditar algún día esta fiesta "hasta ahora" no lo logramos.
La Virgen María Auxiliadora, dentro del Parque Celestino Gioino
La primera edición se llevó a cabo en la
Cooperativa Ganadera, pero al año siguiente, el Parque Celestino B. Gioino se
transformó en el predio donde se desarrolló históricamente la exposición. Se
trata de un terreno de dos hectáreas donado a la entidad por la esposa del
entonces intendente Italo Bruera, la señora Celfa Gioino. en memoria de su padre Celestino, productor
agropecuario del pueblo. En 1970 se recibe a la imagen de la Santísima
Virgen María Auxiliadora, patronal de agro, donada por el colegio Don Bosco de
la Capital Federal.El predio que alberga a la patrona del agro