El ciclismo, de luto: el legado que dejó el olímpico Oscar Pezoa

San Francisco llora la muerte de uno de sus máximos exponentes del deporte, que puso el nombre de nuestra ciudad en lo más alto y representó al país en los Juegos Olímpicos.
No caben dudas de que Oscar Pezoa fue uno de los exponentes más importantes y destacados en la historia del deporte de nuestra ciudad. Despertó el fervor popular a través de un deporte que no contaba con tanto arraigo en la sociedad: el ciclismo.
Su nombre, junto a otros como Victorio Valentinis y Ambrosio Aimar, marcó una época y trascendieron ampliamente las fronteras de San Francisco y la provincia de Córdoba.
Este jueves se conoció la triste noticia del fallecimiento, a los 90 años, de este ícono del ciclismo nacional que llegó a participar de los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952. Además en 1951 fue galardonado por el expresidente Juan Domingo Perón, tras ser subcampeón Panamericano.
Fue protagonista de la era dorada del ciclismo sanfrancisqueño, una etapa histórica para la disciplina que di inicio en la década de 1940. El puntapié lo dio Ambrosio Aimar y luego se sumaron Oscar Pezoa, Raúl Rossetti y Vicente Gazzera, quienes conformaron un verdadero cuarteto de oro.
Además de su actuación olímpica en territorio finlandés, Pezoa brilló en competencias provinciales y nacionales, posicionando su nombre entre los más importantes del deporte argentino, testigo de ello fue la tapa y contratapa que El Gráfico supo dedicarle.
¡Gracias Oscar por ser nuestro orgullo! Por tu gran legado y por dejar la vara tan alta. Estas páginas siempre te recodarán.