Básquet
El Ceibo quiere ser finalista
El Ceibo y Matienzo definirán este domingo, desde las 20 en el “Antonio Cena”, al segundo finalista de la Liga Cordobesa A. En la otra semifinal, 9 de Julio de Morteros venció nuevamente a Unión de Oncativo y ya espera en la final.
El Ceibo llega al tercer y decisivo juego de la semifinal de la Liga Cordobesa A con una mezcla de bronca por la oportunidad perdida en Córdoba y, al mismo tiempo, la seguridad de que en el Antonio Cena suele dar un plus que lo vuelve muy difícil de enfrentar. La serie ante Matienzo está 1-1 y hoy, desde las 20, se definirá el pasaje a la final en una cancha que promete estar repleta, con un clima acorde a la instancia y un peso emocional que puede inclinar la balanza en cualquier momento.
El conjunto sanfrancisqueño había golpeado primero en la ida, mostrando oficio y carácter. Y en Córdoba comenzó mejor: ganó el primer cuarto 23-17, manejó ritmos y encontró variantes para anotar. Sin embargo, el segundo cuarto lo desacomodó completamente. Matienzo ajustó marcas, defendió más arriba y forzó pérdidas que derivaron en corridas fáciles. A eso se sumó la baja efectividad externa de El Ceibo, que cerró el primer tiempo con números muy pobres en triples. El 14-23 de ese parcial revirtió la tendencia y cambió el desarrollo del juego.
En el tercer cuarto la “Flor Nacional” recuperó orden y logró emparejar (18-18), con mejores ayudas defensivas y ataques más frontales. Pero en el último cuarto apareció la parte más dura: Matienzo lo quebró 24-11, aprovechó cada desconexión y terminó de capitalizar la salida de Gabriel Rojas, descalificado tras una técnica y una antideportiva en un tramo clave del partido. La ausencia del escolta, que suele aportar gol rápido y energía, dejó al equipo sin una pieza fundamental para cerrar partidos tensos.
Pensando en el duelo decisivo, El Ceibo deberá ajustar tres puntos claros: la toma de decisiones bajo presión, el control del pick and roll central —donde Matienzo encontró ventajas— y la eficacia exterior. No necesita una lluvia de triples, pero sí evitar otra noche de sequía. El aporte del público también será decisivo: en el Antonio Cena, El Ceibo suele sentirse más cómodo, acelerar más y defender con una intensidad que contagia.
Matienzo, por su parte, llega con la confianza de haber ganado el segundo juego y de haber encontrado ajustes que funcionaron. Pero sabe que el escenario cambia por completo en San Francisco. Para dar el golpe deberá sostener su disciplina defensiva, controlar el rebote y no permitir que El Ceibo imponga un ritmo alto.
El contexto toma aún más dimensión porque la otra semifinal ya tiene dueño: 9 de Julio de Morteros volvió a vencer a Unión de Oncativo por 66-62 y se metió en la final. Eso significa que el ganador del duelo de mañana no solo clasifica, sino que enfrentará a un rival que llega sólido y con envión anímico.
