El anhelo es que no pare

Durante décadas el país se vio privado de actos como el de ayer. Y en este tiempo, la división ideológica que coloquialmente se denomina "grieta" impide, por momentos, la escucha atenta, la confrontación respetuosa de ideas y la búsqueda de consensos. Por ello, celebrar la institucionalidad no es una cuestión menor.
El gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, inauguró ayer un nuevo período de sesiones de la Legislatura de Córdoba. Lo hizo en un acto marcado por el distanciamiento social, con una importante cantidad de legisladores asistiendo de manera virtual. Fue una ceremonia distinta, pero que repitió la tradición democrática que impone que el principal habitante del "Panal" exponga su visión de la realidad a los representantes del pueblo.
No por habitual debe minimizarse esta circunstancia. Durante décadas el país se vio privado de actos como el de ayer. Y en este tiempo, la división ideológica que coloquialmente se denomina "grieta" impide, por momentos, la escucha atenta, la confrontación respetuosa de ideas y la búsqueda de consensos. Por ello, celebrar la institucionalidad no es una cuestión menor.
Por cierto, el discurso del gobernador incluyó una larga lista de acciones que el Ejecutivo cordobés ha llevado a cabo en el último año. Es también lógico que así sea. En cada apertura de sesiones se repite esta situación. Lo mismo que en años anteriores, en esta ocasión tan especial, algunos temas merecieron datos concretos y en otros solo referencias que merecen ser precisadas para mejor información de la población.
Si bien la cuestión afligente de la pandemia y cómo lo afrontó Córdoba se llevó buena parte de la alocución, otras temáticas no menos importantes aparecieron en el texto del discurso. La afirmación de que Córdoba comprará todas las vacunas que hagan falta para combatir el coronavirus ha sido una de las más destacadas. Claro que, además de recursos, esto requiere que se modifiquen las disposiciones nacionales que otorgan, hasta ahora, al Estado nacional el monopolio de las gestiones con los laboratorios. Por ello, se imponen mayores precisiones sobre un tema tan afligente y que está hoy en la cresta de la discusión pública. Asimismo, una vez más, apeló a la responsabilidad ciudadana para evitar los contagios, lo que -de acuerdo a la visión del gobernador- "permitirá, en estos duros tiempos, preservar el trabajo y las libertades sociales alcanzadas".
En otro orden, constituyó toda una definición política la expresión de que "Córdoba, como es su tradición y su conducta, cumplirá con sus compromisos económicos sin caer en default. Por eso, todos los que trabajan e invierten en Córdoba tendrán certezas y reglas claras para creer en nuestra Provincia". La reestructuración de la deuda en dólares se alcanzó luego de arduas negociaciones y era una promesa que se pudo cumplir. De todos modos, el tema no está cerrado ni mucho menos y ha disparado repercusiones que determinan la necesidad de una amplia información al respecto.
Las referencias a San Francisco han sido escasas. Solo se contabiliza en el rubro obras públicas los trabajos de la red cloacal y la repavimentación de la ruta 1 hasta Morteros. Si bien es una obra que tiene a su cargo la Nación, hubiese sido importante para la región alguna referencia a la construcción de los tramos faltantes de la autopista de la ruta 19, por ejemplo. Así también, el discurso solo ratificó la decisión de que haya clases presenciales, por lo que se aguardan también puntualizaciones que den certidumbre al respecto.
De todos modos y teniendo en cuenta que los temas abordados por el mandatario provincial han sido muchos, es seguro que el debate continuará y las opiniones sobre el discurso pasarán por la mirada ideológica o el posicionamiento político de quien las haga. Pero conviene recordar que el año que tenemos por delante será muy difícil y se requiere que nuestros representantes asuman que solo fortaleciendo las instituciones se podrán ir resolviendo las enormes dificultades que deberemos atravesar. Una democracia seria y madura, en la que el disenso aporte y no divida, es esencial para que se cumpla el anhelo de todos los que habitamos este suelo mediterráneo: que Córdoba no pare.