El acompañamiento duplica las chances para dejar de fumar

El 50% de las personas dejan solas de fumar, porque lo deciden. Pero hay otro grupo que no puede dejar el hábito y necesitan ayuda tanto profesional como familiar. En la provincia existe el Programa Appagá que hoy, en el Día Mundial Sin Tabaco, cumple dos años y ayudó a muchos a abandonar la adicción. El Secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Córdoba, Darío Gigena Parker resaltó la importancia del acompañamiento.
Por Isabel Fernández|LVSJ
"Es más fácil fumar, que dejar de fumar", aseguran los especialistas. Quien fuma sufre una enfermedad, una adicción y, aunque quiera, no puede abandonar el mal hábito. La mitad de los fumadores intenta dejar, pero sin apoyo profesional, son pocos los que lo logran.
Por eso, el acompañamiento profesional y del entorno familiar puede duplicar con creces las probabilidades de éxito para abandonar el tabaco que causa enfermedades crónicas y termina con la vida de la mitad de las personas que fuman.
Desde hace dos años, el gobierno de Córdoba desarrolla el Programa Provincial para Dejar de Fumar Appagá, de carácter gratuito y abierto a la comunidad, coordinado por la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones.
A través de este programa, que tiene tres modalidades de tratamiento: realidad virtual, presencial y a distancia, muchos lograron abandonar la adicción al cigarrillo. Se brindaron 4279 prestaciones en el Centro Asistencial Córdoba y 860 personas realizaron el tratamiento de manera "presencial" y "a distancia". De esas más de 800 personas el 63 % son mujeres y el 37 % son hombres.
Por otro lado, a través de la virtualidad se inscribieron 3464 personas. De ese total, 35% fueron seleccionadas para recibir su kit. El 57% pertenecen a Córdoba capital y el 43% al interior provincial.
La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno.
Aunque en nuestro país, según la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la prevalencia de consumo cigarrillos muestra un sostenido descenso desde 2005, todavía fuma 1 de cada 5 adultos; 1 de cada 5 trabajadores permanece expuesto al humo y casi la mitad de la población vio publicidad de tabaco en los puntos de venta.
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco y en ese marco LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el Secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Córdoba, Darío Gigena Parker quien resaltó la importancia del acompañamiento -tanto profesional como en casa- y brindó consejos para los familiares de personas que realizan cesación tabáquica, quienes enfrentan los síntomas de la abstinencia y tienen riesgo de recaer en el primer año de haber dejado el cigarrillo.
"Hay que hacerle fácil la recuperación y difícil seguir fumando. Dejar de fumar es la mejor decisión que puede tomar una persona no solo para su salud, sino para la de los que la rodean y para el ambiente. Seguimos vulnerables porque la publicidad indirectamente sigue alentando el hábito de fumar", dijo.
- ¿Cuáles son los síntomas de la abstinencia de cigarrillos?
Los síntomas de la abstinencia de la nicotina, como de cualquier otro estimulante, van desde la ansiedad, las ganas compulsivas de fumar, nerviosismo, desconcentración, falta de disfrute, aumento de peso e incluso angustia, como si algo faltara, es algo parecido a la depresión, aunque esta es más compleja, uno de los componentes se podría comparar con lo que siente alguien que deja de fumar. Asocian el cigarrillo como una manera de concentrarse, relajarse, disfrutar o socializar; todo eso influye en que la persona tenga miedo de dejar de fumar, aunque no lo reconozca. El riesgo de volver a caer en el hábito de fumar baja recién al año, antes el riesgo de recaer es alto.
- ¿Cómo ayudar a quienes quieren dejar de fumar?
Es una lucha constante y no hay que enojarse, porque es una enfermedad, una adicción, hay un cambio en el cerebro y esas personas no es que no quieren dejar de fumar porque no tienen voluntad o son caprichosos, no pueden. El día que se descubrió el fumar como manera de ingresar estimulantes al organismo, se descubrió la vía más adictiva que existe que es la aérea. Como familiar debemos asumir que la persona que fuma tiene una enfermedad y debemos saber que mientras yo esté mejor, lo más probable es que la persona se sume y mejore. Se debe generar un entorno pro cesación tabáquica, con respeto y límites amables, comprensivos. Hay que entender que es un proceso. Hay tres elementos para todo familiar que acompaña a alguien que tiene una adicción y la nicotina no está exenta. Primero, se tienen que reforzar los comportamientos positivos o incompatibles con fumar. Es decir, acompañar si sale a caminar, comprarle la comida que le gusta porque un buen desayuno suele ser bastante incompatible con el fumar. Un jugo de naranja o los lácteos son algo que a los fumadores no les gustan, prefieren mate o café y el cigarrillo. La familia puede acompañar reforzando, felicitando para que sea más sencillo adquirir nuevos hábitos como la gimnasia. Segundo, es importante también no estar controlando de manera hostil porque no funciona, al contrario, genera irritación. Hay que desarrollar habilidades para no discutir, pelear y no convertir el cigarrillo en una moneda de cambio. Y en tercer lugar, alentar a la persona cuando hace el esfuerzo y retirar la atención cuando se da el comportamiento indeseado que es fumar. No todos los casos son iguales, pero se puede acompañar de una manera amable.
"Hay que hacerle fácil la recuperación y difícil seguir fumando", aseguró el doctor Darío Gigena Parker
- ¿En qué consiste el tratamiento que se aplica profesionalmente para la cesación tabáquica?
El 50% de las personas que tienen criterio de dependencia tabáquica dejan solas de fumar, con una decisión personal, después de un susto de salud, o por una promesa. Pero hay otro grupo que no puede dejar de fumar y un gran porcentaje de esas personas tienen enfermedades concomitantes como depresión, es mucho más difícil para esas personas y son los que necesitan ayuda. El tratamiento y acompañamiento a las personas para dejar de fumar se centra en la terapia de grupo de cesación tabáquica por un lado y por otro el seguimiento con medicación sustitutiva o que alivie la abstinencia u otros síntomas adversos que causa dejar de fumar. Hay muchas más ventajas en dejar de fumar, el problema es que las desventajas son inmediatas y las ventajas son mediatas, entonces nuestro cerebro fácilmente es engañado porque tendemos a vincularlo más a lo inmediato que a lo mediato. Ahí es donde el tratamiento se convierte en poco atractivo para quien siente que va a sufrir malestar. De ahí la negación sofisticada del fumador, es la más sofisticada que hay ya que dicen: "el cigarrillo es parte de mi", "no puedo imaginarme la vida sin este compañero", "de algo hay que morirse", entre otras justificaciones. Es la abstinencia lo que hace que piensen así porque tienen tanto miedo a sentirse mal, a sentir el anhelo compulsivo de fumar. En el trabajo presencial, grupalmente se trabajan todos esos pequeños cambios de rutina de hábitos para preparar a las personas para dejar de fumar.
- ¿Se indica medicación?
Se aplica psicoterapia y medicación. El medicamento más recomendado es una antagonista del receptor nicotínico del cerebro, ese receptor al que el cigarrillo dejó hipersensible con el medicamento se regula y genera una situación como si la persona estuviera fumando, pero sin fumar y al mismo tiempo es antagonista porque si la persona fuma una pitada no le va a gustar. Se trata de la vareniclina, en su nombre comercial Champix, pero el problema es que es difícil de conseguir ya que hubo un reporte de incremento de síntomas de depresión en personas con esos problemas. Sin embargo, un médico puede indicarlo igual, tomando las precauciones correspondientes. La segunda alternativa farmacológica que utilizamos es una combinación de un antidepresivo que demostró eficacia significativa que se llama bupropion y lo que hace es aumentar la noradrenalina y dopamina cerebral por lo que los síntomas de la abstinencia de la nicotina se alivian. Este se puede combinar con otro tratamiento que se llama de reemplazo como los parches y chicles de nicotina que se utilizan para equilibrar y darle más tiempo al sistema nervioso para que se vaya acostumbrando a la falta de nicotina. Todos rituales y los pequeños comportamientos asociados al fumar ven el efecto de la presencia o la ausencia. Cuando la persona no siente el bajón porque el parche mantiene la provisión estable de nicotina y no está fumando, está disociando el malestar-bienestar a un pico que produce la nicotina fumada.
- Muchas personas quieren dejar de fumar pero recurren al cigarrillo electrónico y el vapeo para suplantarlo ¿Es recomendable?
El doctor Eduardo Carina decía: "No se puede dejar de fumar, fumando". El vapeo tiene nicotina, por supuesto que es menos dañina la vaporización que la combustión del tabaco, pero no es recomendable. Primero porque está prohibido porque la Organización Mundial de la Salud no pudo demostrar que no fuera nocivo, por el vapor en las mucosas y en el sistema respiratorio. Contiene químicos que se vaporizan, como los componentes de la pila y otras cosas. El fumador lo va aspirar muchas veces por día, durante toda su vida. Realmente es desconocido el efecto que puede hacer. Por otro lado, muchas personas, como mantienen el hábito, el condicionamiento de fumar, nunca se terminan de deshacer del acto y en determinada situación, vuelven al cigarrillo.