Santa Fe
El abigeato sigue siendo un flagelo
El abigeato afecta con fuerza al centro y norte del país, con un promedio de 1200 denuncias anuales solo en Santa Fe. Productores alertan por el impacto económico y sanitario del faenamiento clandestino.
La provincia de Santa Fe, según las estadísticas de entidades relacionadas con el agro, registró en el último lustro un promedio de 1200 denuncias de abigeato anuales. Dadas las características de las explotaciones, muchas de esas denuncias no avanzaron o no hubo detenidos por la acción policial/judicial, razón por la cual los criadores no pudieron recuperar la hacienda de su propiedad.
Así lo señala un informe publicado recientemente por nuestro colega El Litoral de Santa Fe, en el que se señala que no se toma dimensión real del problema que aqueja a los productores ganaderos en varias zonas de la vecina provincia. Al respecto, se informó que se esclarecieron dos casos de robo de ganado vacuno en campos del norte santafesino. Pero lo que pudo recuperarse en esos operativos es poco en relación con el daño causado.
En una reciente reunión de productores del norte de Santa Fe, convocada por la Sociedad Rural de Vera, se expuso que el robo de animales ocasiona una pérdida de hasta un 10% de la producción ganadera, en la zona que abarca los departamentos San Javier, San Cristóbal, San Justo, 9 de Julio, Vera y General Obligado, desde la ruta provincial 39 hasta el límite con Chaco y Santiago del Estero.
Pero este delito no ocurre solo en el norte de Santa Fe. El oeste de esa provincia y el este cordobés también son escenario de la actuación de bandas delictivas que detectan ganado con peso próximo a faena y hacen tareas de inteligencia para luego planear sus golpes. Luego, con impunidad que alarma, venden la carne incluso por las redes sociales.
Preocupa a los productores ganaderos del centro del país que la se mantenga constante la magnitud del fenómeno del abigeato. Aunque adopten medidas de seguridad importantes, los robos de ganado se suceden con alta frecuencia y los daños son considerables. Tanto es así que “muchos productores están dudando en continuar con la actividad”, según admitió el presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, Leonardo Alassia. “El delito rural continuó; el faenamiento de animales siguió, el robo de herramientas siguió. Distintos delitos que se conocen en el campo siguieron y hasta el momento no tuvimos prácticamente respuestas”, lamentó el dirigente ruralista en declaraciones a medios de la región.
Cabe destacar además que las falencias evidentes en materia de medidas de seguridad para las explotaciones rurales se suman a los peligros que el robo de ganado puede generar en la salud pública, puesto que el faenamiento clandestino de los animales sustraídos no se realiza con las medidas de higiene que esta práctica requiere.
El abigeato continúa siendo un flagelo acuciante en una amplia zona del centro y norte del país. Comisiones de seguridad rural, patrullas especiales, alarmas y varias otras estrategias implementadas no parecen alcanzar para revertir una problemática que desde hace mucho tiempo amenaza a la producción ganadera.