Efecto crisis: hay 108 ferias americanas en San Francisco
En un contexto inflacionario, más de cien familias en nuestra ciudad decidieron volcarse a la actividad de la compra y venta de ropa usada para sumar un ingreso más a la apretada economía familiar. Desde el rubro defienden la actividad y salieron al cruce del reclamo del CES por la presencia de estos emprendimientos en distintos barrios, algo que a su entender, genera una situación de "desigualdad" respecto del comercio formal.
Las responsables de ferias americanas defendieron la actividad en el marco del reclamo efectuado por el Centro Empresarial y de Servicios (CES) por la presencia de estos emprendimientos en distintos puntos de la ciudad, algo que a su entender, genera una situación de "desigualdad" respecto del comercio formal.
En San Francisco se estima que están en actividad unas 108 ferias americanas, que operan en distintos barrios, como una manera que encuentran esta igual cantidad de familias de tener un ingreso a la economía doméstica en épocas difíciles.
Alicia y Mariela Coronel son dos hermanas que dedican parte de su tiempo a la venta de indumentaria mediante la modalidad de feria americana. Defienden a rajatabla la actividad que permite encontrar prendas o calzados con precios que oscilan entre los 10 y los 150 pesos.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, ellas explicaron que "trabajamos con las ferias americanas en nuestras viviendas porque la situación en la que estamos no nos permite hacer otra cosa".
Mientras que Alicia se dedica a esta actividad desde hace diez años, su hermana Mariela comenzó con lo mismo hace dos.
"En San Francisco somos 108 ferias de este tipo, es decir, 108 familias que a través de estas actividades generamos recursos para poder llegar a fin de mes. Estamos en distintos barrios de la ciudad y creemos que no corresponde la actitud tomada por el CES de reclamar ante la municipalidad por nuestra actividad", señalaron.
Recordemos que desde la entidad mercantil dirigieron una nota al Ejecutivo Municipal solicitando su intervención para regular la actividad de las ferias americanas, aunque no cerrarlas.
No obstante, el CES dejó fuera de esta observación a los emprendimientos con fines solidarios que llevan a cabo instituciones para recaudar fondos para determinadas obras.
"La ropa usada no lleva impuestos"
Al explicar las razones por las cuales se oponen al pedido del CES, Alicia dijo que "ese pedido no corresponde porque la ropa usada no lleva impuestos. Los comerciantes trabajan con productos nuevos, tienen locales comerciales, vidrieras, alquiler, etc. En nuestro caso, las ferias americanas se desarrollan en nuestras propias viviendas y por ser ropa usada, la misma no lleva impuesto".
Y agregó que "las mujeres que nos dedicamos a esto lo hacemos porque con esto vivimos día a día. En mi caso, tengo muchos problemas y con esto tratamos de salir adelante, vendiendo ropa de segunda mano en muy buenas condiciones".
Cómo funcionan
Consultada sobre la respuesta de la gente ante las ferias americanas, Alicia respondió que "muchos vienen a comprar lo que ofrecemos y otros vienen a vender lo que tienen; otros regalan o donan porque la gente es muy solidaria con aquellas cosas que no utiliza más. Recibimos todo y lo acondicionamos".
"Nosotros no somos un comercio, somos un emprendimiento de ropa usada", destacaron ambas mujeres para luego aclarar que "en todo el tiempo en que realizamos esto, nunca tuvimos ninguna clausura por parte de la municipalidad. No nos gustó nada que desde el Centro Empresarial y de Servicios ahora presenten esa nota al intendente Ignacio García Aresca como si nosotros estuviéramos haciendo algo malo. No creemos que el intendente, que es una persona muy buena, vaya a poner un impuesto cuando con lo que vendemos no nos alcanza para el día a día".
Finalmente, señalaron que con el resto de las 106 feriantes que viven en distintos puntos de la ciudad "a veces nos reunimos y nos ponemos a vender formando una gran feria americana. Esto ocurre sobre todo los fines de semana, todo el día en horario corrido y nos visita gente de toda la ciudad. Nosotras nunca nos podemos comparar con el resto de los comerciantes porque tenemos que vender 20 camisas para ganar lo que recibe un comercio con la venta de un jeans. Además, hay familias que tienen varios chicos que compran la ropa en las ferias americanas porque no les queda otro remedio. Este es un micro emprendimiento para colaborar con el ama de casa y está muy lejos de ser un comercio".