“Eduardo Parodi era un hombre visionario”: el adiós a uno de los dueños de Karikal

El empresario cordobés falleció en los últimos días a los 89 años. Había comprado una empresa en quiebra, la sacó adelante y asumió el proceso de reconversión. Su legado sigue más vigente que nunca.
"Era un hombre visionario, muy trabajador, con valores incorruptibles, muy hábil y correcto. Eduardo era un empresario con visión de negocios". Así describió al contador Eduardo Parodi, recientemente fallecido, el apoderado de Karikal, Heraldo Ruffino.
Parodi era uno de los propietarios de la reconocida empresa radicada en San Francisco, con plantas en barrio La Milka y el Parque Industrial. Murió el pasado fin de semana a los 89 años a causa de una enfermedad.
Eduardo era oriundo de Jesús María pero se radicó en Córdoba Capital donde cursó la universidad y se recibió de contador público. Siempre tuvo muy clara su vocación. Primero trabajó en una repartición pública, después empezó a gerenciar grandes clientes y luego desarrolló su veta empresarial, compró Karikal cuando estaba en quiebra y la sacó adelante.
Quienes conocieron a Eduardo aseguran que la pasión por emprender siempre fue la chispa que lo inspiró a perseguir sus sueños. Fue así que en 1983 adquirió Karikal mediante una licitación judicial luego de que la compañía plástica Magnano S. A. se presentara en quiebra y supo llevarla hasta lo más alto al punto que en la actualidad es la única industria de laminado plástico en el país.
Desde San Francisco, la fábrica de insumos para la construcción y el mueble vende en el mercado interno y exporta un tercio de su producción a mercados internacionales. Hasta hace pocos año Eduardo trabajó activamente en la empresa, se adaptó a los cambios y supo reconvertirse en un nuevo entorno en el que el las nuevas tecnologías tienen cada vez mayor relevancia.
"El trabajo, el esfuerzo, sus valores éticos los que siempre trasladó a su familia y al personal y la responsabilidad social son el mayor legado que dejó Eduardo", expresó Ruffino.
Hoy, los continuadores de esa obra son sus hijos Daniel y Silvia, que no solo se encuentran a cargo de Karikal sino que además lideran el conglomerado empresario integrado por Quorum Córdoba Hotel Resort Urbano, Ciudad Empresaria, Volt Motors, entre otras unidades de negocio complementarias.
Al igual que su padre, los titulares del llamado Grupo Parodi tienen domicilio en la ciudad de Córdoba pero visitan a menudo San Francisco donde están al frente de la compañía con casa central sobre avenida 9 de Septiembre.