Sigue la investigación
Dos detenidos y dos prófugos: a casi una semana del crimen de Zamir, Frontera exige justicia

El niño de 4 años fue asesinado en medio de una emboscada a su padrastro. Hay dos detenidos, dos prófugos y una familia que clama por justicia. “No fue un ajuste de cuentas, fue un asesinato cobarde”, expresaron en la marcha.
Este miércoles se cumple una semana del crimen que estremeció a Frontera y a toda la región: el asesinato de Zamir Gael Torres, un niño de solo 4 años, víctima colateral de un ataque a tiros dirigido a su padrastro, Braian “Peladito” Martínez. El hecho ocurrió el pasado miércoles 9 de julio por la tarde, cuando al menos cuatro personas emboscaron el vehículo en el que se trasladaba la familia, disparando más de 15 veces. A casi siete días del horror, la investigación avanza pero la comunidad sigue reclamando justicia.
Actualmente, hay dos detenidos, V.E., de 23 años, y N.T.M, de 20, mientras que otros dos sospechosos permanecen prófugos. La policía continúa con los allanamientos en distintos puntos del departamento Castellanos y también en San Francisco, pero por el momento no ha logrado dar con el paradero de los presuntos autores restantes. En paralelo, la conmoción social crece: vecinos motorizan marchas y manifestaciones para pedir justicia por Zamir.

Durante la marcha del lunes, familiares de la víctima volvieron a rechazar que se trate de un “ajuste de cuentas narco”. “Zamir no murió en una guerra de bandas. Fue un asesinato cobarde. Queremos que paguen los que fueron”, expresaron desde el entorno del niño. Las pancartas decían “Zamir tenía 4 años”, “Justicia por un inocente” y “Con los niños, no”.
Por otro lado, la familia del primer detenido, V.E., por el brutal ataque reclamó su inocencia públicamente. “Es inocente. No tuvo nada que ver, tenemos cómo probarlo. Es un perejil”, declararon.

La fiscalía continúa recolectando pruebas, mientras el silencio y el miedo dominan las calles de Frontera. Según los investigadores, el ataque habría sido premeditado y tenía como blanco a Martínez, quien conducía el auto junto a su pareja y su hijastro. “A mi hijo lo mataron de un disparo por la espalda. El primer tiro lo recibió él”, dijo Rocío Funes, la mamá de Zamir. Y deslizó que el ataque podría estar vinculado a un hecho anterior: el asesinato de Horacio “Totín” Martínez, hermano de Braian, ocurrido en mayo también en Frontera en un aparente ajuste de cuentas. "Esto no es por nosotros. Esto viene por mi cuñado. Él tenía problemas de adicciones, iba a los kioscos a sacarles droga, y ahí empezó todo. Yo nunca tuve problemas con esa gente, jamás estuve en guerra con ellos”, expresó Rocío, quien además denunció amenazas previas.

A casi una semana del crimen, el dolor se mezcla con la bronca y la impotencia. “Zamir no vuelve, pero queremos que su muerte no quede impune”, dijo una vecina que participó de la manifestación. En el barrio Puzzi, donde ocurrió el ataque, la gente aún no sale de la conmoción. Las secuelas del horror todavía se sienten en cada cuadra.
La investigación continúa, pero la comunidad de Frontera exige respuestas. Mientras la justicia busca a los prófugos, la sociedad no quiere que la muerte de Zamir sea una más en una larga lista de víctimas de la violencia.