Dos amigos recorrerán la ciudad con trineo de Papá Noel
Esta Navidad los sanfrancisqueños viajarán cargados de golosinas para alimentar la ilusión de los más chicos. También se animarán a sobrevolar el cielo con un paratrike.
Con la llegada de la Navidad, los más chicos se ilusionan con poder ver de cerca a ese tan ansiado personaje de barba blanca y traje rojo que traerá el regalo que pidieron, cartita de por medio.
Los sanfrancisqueños Adolfo Morlanchi y Marcos Moyano son dos amigos que cada años se encargan de alimentar dicha ilusión a través de un trineo motorizado en un trineo luminoso con renos y un paratrike, este último, un carro al que se le acopla un potente motor, un parapente biplaza y que permite aterrizar y despegar desde un lugar llano del cual "despegan", salen a volar.
El trineo espera por la Nochebuena
La idea comenzó hace algunos años, exactamente diez, donde a pedido de su familia Adolfo comenzó a disfrazarse de Papá Noel para sus sobrinos, pero todo cambió cuando su mamá le pidió que si podía también hacerlo para sus amigas y de prepo, le agregó unos obsequios para los chicos del barrio.
Al principio comenzaron con obsequios importantes pero "como empezó a hacerse cada vez más grande, junto a mi papá tuvimos la idea de comenzar a regalar bolsitas con caramelos, que a todos les gusta", contó Adolfo.
Fabricar el trineo con el que este año recorrerá por tierra y cielo una parte de San Francisco le llevó 30 días y requirió de mucha ayuda, principalmente de sus amigos y familiares ya que debieron reformar la estructura, hacer el chasis y darle estabilidad y peso para que pudiera doblar y frenar sin nadie arriba de la moto que impulsa el trineo.
La idea no solo es vía terrestre, ya que como mencionamos anteriormente, estos amigos han preparado junto a Marcos un paratrike que saldrá a partir del domingo a sobrevolar el cielo sanfrancisqueño junto a Santa y una bandera con la frase "Felices fiestas"
"El trineo es exclusivo para el martes de Nochebuena. Tenemos pensado dar algunas vueltas por la tardecita y ya después durante toda la madrugada", adelantó el joven.
Para Adolfo, el objetivo principal del gesto que repiten cada año es que los chicos no pierdan esa ilusión inocente por ver a Papá Noel, pero también junto a los suyos aprovechan la oportunidad para divertirse.
Si bien entienden que el esfuerzo es grande, saben que la recompensa viene por el lado de la sonrisa de quien recibe la bolsa de caramelos. "Todo esto es a pulmón, pero es una vez al año y esta tan bueno que nos incentiva a hacerlo", añadió Adolfo.
Ambos conductores se dejarán ver en el rol de Papá Noel, como cada una de esas sonrisas gigantes que seguramente despertarán en los más pequeños.