Entrevista
Diego Wunderlin, el joven que con Oxxo cambió la noche sanfrancisqueña
Desde sus primeros pasos a los 13 años hasta convertir su boliche OXXO en uno de los referentes del entretenimiento nocturno en San Francisco, Diego Wunderlin ha demostrado que la pasión y el esfuerzo pueden transformar una visión en realidad.
Desde sus humildes inicios hasta convertirse en un referente del entretenimiento nocturno en San Francisco, la historia de Diego Wunderlin, propietario del boliche OXXO, es un claro ejemplo de pasión, esfuerzo y visión empresarial. Diego comenzó su recorrido en el mundo de la noche cuando apenas tenía 13 años. “Arranqué desde muy chico; hoy tengo 28, y la mitad de mi vida la he dedicado a esto”, comentó con orgullo. Lo que inicialmente fue algo para pasar el tiempo, luego se transformó en una vocación cuando descubrió que lo que más le emocionaba era la expectativa de que las personas la pasen bien cada noche, más allá de las ganancias económicas.
Durante sus primeros años en el rubro, Diego pasó por diferentes espacios nocturnos como "La Previa del Verano" y "Punto Viernes", donde adquirió experiencia y forjó conexiones claves para su futuro. Fue un período de aprendizaje constante, marcado por el apoyo incondicional de sus amigos. "El tener a mis amigos al lado fue fundamental para no sentirme solo en este camino. Cuando estoy sólo me puedo abatatar bastante, pero si estoy acompañado, me siento mucho mejor", relató.
Con el tiempo, esas vivencias se cristalizaron en un sueño: tener su propio boliche. Esa idea, que parecía lejana al principio, comenzó a materializarse gracias a un grupo de socios y amigos que compartían la misma visión.
Así nació OXXO, un proyecto que tomó casi un año de intenso trabajo y planificación. "Fue un año de laburo muy duro, pero siempre supe que valdría la pena. Mis amigos me cargan diciendo que soy medio vago, pero la verdad es que trabajamos a morir, desde lo que podíamos hacer nosotros mismos hasta la contratación de arquitectos y albañiles", recordó Diego. Finalmente, la apertura de OXXO fue un momento inolvidable, marcado por la presencia de su familia y amigos, quienes celebraron juntos el inicio de esta nueva etapa. "Ver a toda mi familia ahí y que me digan que estaban orgullosos de lo lindo que había quedado el boliche fue un alivio tremendo", destacó.
OXXO se ha consolidado como un espacio que redefine la experiencia nocturna en San Francisco. Con una infraestructura que incluye pistas de baile, estacionamiento y un amplio patio, el boliche ofrece una propuesta interesante. "Siempre insisto en que un boliche tiene que tener distintas pistas para que la gente pueda elegir qué música escuchar mientras charla y baila con sus amigos", explicó Diego. Este enfoque, junto con la calidad de los eventos organizados, ha generado una base de clientes que lo acompañan cada fin de semana. "Más allá del trabajo que hacemos, el hecho de que la gente acompañe y le guste lo que ofrecemos nos confirma que estamos en el camino correcto", agregó.
El camino no ha estado exento de desafíos, especialmente en un contexto económico complejo. "El gasto siempre aumenta, y a veces no se lo podés trasladar a la gente. Pero creemos que la noche es una escapatoria para muchos, una forma de diversión que no cesa", reflexionó Diego. Además, destaca cómo la pandemia marcó un antes y un después en el sector. "Creo que durante la pandemia la gente hizo un clic. Volvieron con más ganas, con una manija diferente. Recuperar la libertad de ir a un boliche sin restricciones fue algo que todos valoramos", afirmó.
La visión de Diego y su equipo no se limita a OXXO. Actualmente, están trabajando en un nuevo proyecto: un boliche al aire libre que funcionará también como patio cervecero durante la semana. "Es una idea que estamos elaborando con algunos socios, y esperamos poder encararlo para este verano", reveló. Aunque los detalles aún se mantienen en reserva, este nuevo emprendimiento refleja la constante búsqueda de innovación que caracteriza a Diego y su equipo.
Otro aspecto que Diego enfatiza es la importancia de posicionar a OXXO como un punto de encuentro no solo para San Francisco, sino también para la región. "Siempre nos gustó trabajar con la zona. Tenemos un grupo de relaciones públicas que incentiva a la gente a venir, porque creemos que este espacio puede ser un lugar de encuentro para todos", señaló. Este enfoque regional ha sido clave para expandir el alcance del boliche y atraer a un público diverso.
El éxito de OXXO, sin embargo, no ha cambiado la esencia de Diego. "Soy muy feliz con lo que hago. Ver a mis amigos y a mi familia disfrutando, que la gente te frene para charlar con buena onda, eso es lo que me llena", compartió. Aunque reconoce que el éxito puede ser efímero, su prioridad siempre ha sido garantizar que sus clientes vivan una experiencia única. "Mientras la gente la pase bien, eso te da la seguridad de que podés seguir haciendo esto en el tiempo", concluyó.
Más allá del aspecto empresarial, Diego subraya la importancia del impacto social que tiene el rubro nocturno. "La noche no es solo un espacio de diversión, también genera empleo para muchas personas. Desde los DJs hasta el personal de limpieza, pasando por los proveedores y el equipo de seguridad, todos forman parte de este equipo", comentó.
Por último, Diego reflexiona sobre lo que considera su mayor aprendizaje en todos estos años. "Lo más importante es no perder la humildad y recordar de dónde venís. Cuando empezás desde abajo, sabés lo que cuesta cada paso. Ese recuerdo es el que me impulsa a seguir soñando y trabajando", concluyó.
A lo largo de los años, Diego Wunderlin ha demostrado que el éxito en el mundo de la noche no es solo cuestión de suerte, sino de pasión, mucho trabajo en equipo y una visión clara. OXXO es mucho más que un boliche; es el resultado de un sueño compartido de un grupo de amigos que se ha convertido en un punto de referencia para el entretenimiento nocturno en San Francisco y la zona. Con planes ambiciosos para el futuro, Diego y su equipo continúan apostando por innovar y ofrecer experiencias memorables a su público, consolidando su lugar en el competitivo mundo de la noche.
Puede interesarte
Navidad y Año Nuevo
De cara a las fiestas de fin de año, OXXO tiene preparadas dos propuestas que prometen sorprender. Para Navidad, se organizará una fiesta en el hipódromo de San Francisco con un formato de “circus” que busca ofrecer una experiencia totalmente distinta. "Queremos que la gente llegue y se sorprenda. Es algo que venimos planeando desde hace meses", adelantó.
Por otra parte, en Año Nuevo, la celebración será con una temática de "noche blanca", donde los asistentes deberán vestir de colores claros. "Siempre nos esforzamos por brindar algo especial en estas fechas, porque sabemos que son noches diferentes, con un plus extra de emoción", comentó.