San Francisco
Día del Ferretero: Gabriel sigue el "noble oficio" que heredó de su padre
“Siempre preguntan el 'cosito del pituto' y yo me rió. Por suerte ahora vienen con el celular y me muestran una foto del producto que necesitan”, contó Gioíno sobre ese oficio que le legó Eladio.
Todos los días, cientos de personas se dirigen a las ferreterías para pedir el “cosito” o el “piquito” y demás elementos necesarios para arreglar y acondicionar diferentes partes de un hogar. Es crucial escuchar el consejo de un profesional experimentado para no empeorar la situación en la casa. Es por ello que los ferreteros son sos héroes que salvan a los “perdidos”.
Cada 3 de septiembre se celebra el Día del Ferretero, en conmemoración a la fecha en que se fundó la Asociación de Ferreterías, Pinturerías y Bazares, hoy conocida como la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (Cafara). La entidad, creada en 1905, nuclea al sector de ferreterías y empresas vinculadas a la actividad, y es una de las instituciones con mayor tradición y experiencia en el país.
En San Francisco hay decenas de ferreterías pero hay una especial donde vive una tradición familiar; el negocio CERMAQ. El local fue creado por Eladio Domingo Gioíno, un ferretero de alma, quien falleció hace unos años. Hoy en día, el lugar está a cargo de su hijo, Gabriel Gioíno.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el comerciante sobre la importancia de este día para él y su familia. “Ser ferretero lo aprendí de muy de chiquitito porque el negocio era de mi papá y es un oficio muy noble, un oficio que tenés contacto con un montón de gente que viene siempre con algún problemita y yo tengo que tratar de solucionarlo”, manifestó.
Gabriel se detalló entre risas la dificultad que a veces otorgan los clientes a la hora de pedir un articuloespecífico. “Siempre preguntan el 'cosito del pituto' y yo me rió. Por suerte ahora vienen con el celular y me muestran una foto del producto que necesitan”, contó.
El legado de Eladio
El oficio de Gabriel fue inculcado por su padre, Eladio. "Aprendí todo de mi viejo, él me enseñó todo lo que sé y los secretos del oficio. Es un negocio familiar, lo inició mi viejo en el año 75' y lo seguimos hasta ahora", dijo.
“Me incorporé en el inicio y después yo terminé de estudiar para sumarme a la ferretería. Es un legado que me tocó y es un oficio muy noble, aunque lamentablemente es un oficio que se está perdiendo, viene una nueva generación y es muy distinta”, agregó.
Finalmente, Gabriel dejó un mensaje a sus clientes: “Quiero darle mis agradecimientos a mis grandes amigos, los clientes, las personas vienen con un problema y yo trato de ayudar a solucionarlo, y cuando lo puedo hacer es muy gratificante”.