Día del Canillita: “Hay toda una historia con el diario”

Miguel Ángel Echenique es canillita al menos desde 1979. De joven era carpintero pero asegura que cada vez que pasaba frente a un kiosco se detenía a comprar el diario, lo que se volvió una costumbre.

En 1989, montó su kiosco en Juan B. Justo casi Carlos Gilli. Hoy, pese a estar jubilado, sigue adelante con este oficio, aunque con la ayuda de su hijo, quien heredará el negocio.

"Hay toda una historia con el diario, tantos años repartiéndolo que uno se hace parte", explicó Echenique.

El diarero reconoció que a lo largo de estos años pasaron tanto épocas malas como buenas: "Muchas veces los mismos gobiernos son los que perjudican la actividad", aseguró.

"Yo estoy jubilado y sigo estando acá, le ayudo a mi hijo que es quien va a heredar el kiosco".

Echenique recordó que empezó haciendo el reparto con una bicicleta y se mantuvo así durante muchos años, hasta que pudo comprar una moto. Si bien ganó en agilidad y velocidad en la entrega, reconoce que perdió en salud: "Iba en bicicleta varias cuadras repartiendo el diario. Después cuando la dejé con el tiempo tuve problemas del corazón. Gané en tiempo en la entrega con la moto pero perdí en salud", dijo entre risas.